La desesperanza anuncia derrota…

No hay hartazgo, hay desesperanza… La culpa no es de todos, que no engañen… El castigo nada más para los chalanes… El tiro Cruz Vs Loera por migrantes… Y el PAN se acordó que es oposición… Que la Uach no se doble ante presión… Duarte la carta no le sirve sea pública… TSJ responde, ¿contestara a todos?…

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No hay hartazgo, hay desesperanza…
La culpa no es de todos, que no engañen…
El castigo nada más para los chalanes…
El tiro Cruz Vs Loera por migrantes…
Y el PAN se acordó que es oposición…
Que la Uach no se doble ante presión…
Duarte la carta no le sirve sea pública…
TSJ responde, ¿contestara a todos?…

Por increíble que le parezca a muchos, que piensan que todo el país ya está convencido de que hay que sacar a la 4T de Palacio Nacional, esa versión no es ni de lejos la más cercana a la realidad, pues lo cierto es que en México hay tres “mayorías” muy marcadas o dicho de otra forma, somos tres grupos poblacionales divididos por tres concepciones diferentes de la realidad actual del país y de cual es el rumbo que debería de seguir en el futuro cercano.

Antes de describir a cada uno de esos grupos, hay que explicar que son tres “mayorías”, porque así se definen cada una de ellas, es decir, son ciudadanos que están plenamente convencidos de que ellos son parte de la gran mayoría y que los demás son tan pocos, que en realidad “ni vale la pena tomarlos en cuenta” y que “su mayoría va a ganar” en las elecciones presidenciales del 2024.

Y claro que no tienen la razón los tres y se debe de entender que cuando menos dos de ellos están totalmente equivocados, pues el país no está dividido en tercios iguales.

Partiendo de la idea de que el supuesto de que una de esas mayorías si lo es y las demás están plenamente equivocadas, se puede decir que “la mayoría mayor” es la que sigue apoyando al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Que puede estar integrada por idealistas de la izquierda, chairos, soñadores, engañados, jodidos que reciben las becas que es con lo que se mantienen y un puño de ciudadanos que en verdad siguen sumamente encabronados con el pasado priista y panista, que solo sirvió para que la corrupción creciera, para que México no avanzara realmente como país.

A ellos hay que sumar a los priistas, panistas y otros “istas” que están abandonado sus partidos para sumarse a la Tde5a en busca de candidaturas en el 2024 o que quieren espacios de poder, pues saben que en sus partidos de origen no hay esperanza de ganar, o que incluso, ni siquiera tienen la esperanza de llegar a una candidatura y que creen que al sumarse a Morena, pudieran estar dando el brinco en el momento adecuado o cuando menos sumándose a un candidato “que sí va a ganar” y que al lograrlo, los va a integrar a un equipo de trabajo que les permita estar dentro del presupuesto.

Sostener que esa es la verdadera mayoría en el país, es sencillo, basta con tomar como guía las encuestas que levanta la oposición, pues en todas ellas la oposición se conforma con decir, “ahora sí está bajando la aprobación del Peje” y se plantean ellos mismos en el segundo lugar, “con posibilidades de crecer” y nada más.

Ahora bien, ellos no son “la mayoría, mayoría”, pero en este momento se pude decir que son los que van a ganar las elecciones y por eso son “la mayoría más importante”.

La “segunda mayoría”, para colmo de la oposición y para todo el país, no es el grupo poblacional que entiende que hay que hacer algo para cambiar las cosas, para sacar al Peje y los suyos de Palacio Nacional, no, esa segunda mayoría está compuesta por dos grandes grupos, en primer lugar los abstencionistas que nunca han votado, ni a favor ni en contra y que en las elecciones del 2024, tampoco van a ir a las urnas.

Hay miles de razones que ese grupo expone sobre porque no va a ejercer su derecho a votar, pero al final de cuenta se pude decir que todo se reduce a un: “¿y para qué?, si las cosas no van a cambiar”.

Y el segundo grupo de esa mayoría real, está compuesto por la desesperanza, que son ciudadanos que desde hoy o desde hace meses ya tomaron la resolución de no ir a votar, “porque el PRI y el PAN, no ofrecen nada, porque va a ganar Morena, hagamos lo que hagamos y porqué aunque gane otro, las cosas van a seguir igual”.

Lo trágico de ese grupo, es que realmente son los “desesperanzados” los que más crecen en el país y en la actual narrativa política no hay elementos suficiente como para hacerlos cambiar de parecer, pues la oposición juega a perder y a solo rescatar algo, esperando que sea la propia 4T la que termine por cansar “a la mayoría” y en otra elección, que podría ser la del 2030 o la del 36, “darle la vuelta a la tortilla”.

Es por eso que la Tde4a no tiene miedo de lo que pueda pasar durante y posterior al proceso electoral del 2024, es decir, “no hay un tigre en la calle”, así que no hay miedo de que se pueda dar un levantamiento o un estallido social, pues la combinación de la abulia, representada por el abstencionismo y la derrota, con la desesperanza, no da para pensar en el riesgo de una revuelta social o algo así.

La tercer mayoría es la de los ciudadanos que siguen confiando en la posibilidad de derrotar a la 4T, de esos que creen que en México sí hay una oposición confiable y capaz de lograr la victoria.

Son ciudadanos que dicen, “con el que sea, del PRI, del PAN, un empresario, o con Marcelo si se sale de Morena, pero hay que ganarle al pinshe viejo loco”.

Y aunque ese grupo poblacional se niegue a creerlo, en verdad son la “mayoría más pequeña” o dicho de otra forma, todavía son minoría, pues el hartazgo y la desesperación que ellos sienten, que a ellos los mueve, no mueve a la mayoría, no está presente en la calle, no hay ni siquiera un “tigre dormido” que pudiera despertarse y la narrativa al ser de “güeva”, no augura nada distinto.

La teoría es que en el 2024 no va a ganar el voto del “cambio” o de la “esperanza”, no, ese fue utilizado en el 2000 con Vicent Fox y así como el voto del miedo se gastó en el 2006 y ya no pudo volver a ser invocado, de esa misma manera la oposición no puede construir una narrativa de esperanza.

En el 2012 Peña Nieto invocó el voto del “perdón y el ya cambiamos” y difícilmente lo pude volver a invocar el PRI, y al PAN de plano no le queda, pues esos no saben de cambio y mucho menos demuestran que tengan la capacidad de aprender la lección que las urnas les han arrojado a la cara.

Para colmo de muchos de nosotros, en el 24, no hay mucho espacio para el hartazgo, pues ese vaso todavía no se llena, aunque algunos crean que sí, pero están equivocados, porque el hartazgo fue el voto que hizo ganar al Peje en el 18 y a pesar de todo lo que ha pasado en este sexenio que parece eterno, ese sentimiento no mueve al país en este momento.

Así que todo hace suponer que la desesperanza y el abstencionismo serán los que terminen por inclinar la balanza, para que las cosas no cambien.

Claro, hay tiempo para esperar que ocurra cualquier cosa, pero hay que entender que mientras no se haga nada para que la cosas cambien, entonces nada va a cambiar…

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El crimen atroz cometido por el gobierno federal que le costó la vida a 39 o 40 migrantes no es culpa de nadie más, es absoluta culpa del gobierno federal, por más publicidad y marketing que le pongan para tratar de culpa a otros. El tema de migración es de absoluta responsabilidad federal, el operativo para detener a más de cien migrantes lo realizaron agentes federales ya sea por ordenes de sus superiores o por corrupción, que se comete porque sus superiores o están embarrados o de plano no cumplen con su tarea como es debido.

Las instalaciones a donde llevaron a los detenidos, no es, ni era un albergue, era una centro de detención con rejas y candados, dentro de un inmueble responsabilidad del gobierno federal.

El personal a cargo del inmueble, tenían que ser o son empleados federales que cumplieron ordenes o no hicieron el trabajo debido por falta de una supervisión de un superior que cumpliera a cabalidad con el encargo y esa es responsabilidad del gobierno federal.

La presencia de miles de migrantes en las calles de Juárez, es culpa del gobierno federal, quien lo ha permitido y hasta impulsado y no es culpa de Ciudad Juarez, de sus ciudadanos o del gobierno municipal.

Tampoco es culpa del Gobierno del Estado, la situación en la que viven esos migrantes, pues es el gobierno federal el que “ofertó” que somos un país de puertas abiertas y que él se encargaría de cuidar de los migrantes.

Para colmo, los detenidos en las celdas del Instituto Nacional de Migración, eran ciudadanos bajo el encargo del gobierno federal, que fue el que los metió en esa celda.

De tal forma que por dónde se le vea, no hay otro responsable y ellos son los que tienen que hacerse cargo de sus culpas y todas las excusas que presenten serán solo eso, excusas de un gobierno que no sabe cumplir con su trabajo.

Es por eso que causa risa el Padre Solilande, cuando en su cuenta de Twitter trata de encontrar la excusa de que esas instalaciones del Instituto Nacional de Migración fueron construidas por Salinas de Gortari, que Fox y Calderón nunca las arreglaron y que Peña Nieto fue el que ordenó reforzar las rejas y demás y que por ende, ellos son los culpables de la tragedia.

Verdadera estupidez que dice Solilande, quien debería de quedar inscrito en la larga lista de culpables, pues fue él el que encabezó varias de las marchas de migrantes que llegaron hasta la frontera con los Estados Unidos y que ahí siguen, mendigando el hambre, sufriendo y siendo asesinados, vejados, prostituidos, violados y demás crímenes que se cometen en su contra, la conciencia le debería de doler a ese “sacerdote” que bautiza todos los días en sus redes sociales al comunismo con agua bendita y luego usa esa misma agua para lavarse las manos ante la tragedia, de la que él también es culpable…

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…Y como siempre pasa en estas cosas, al final veremos encarcelados solo a los chalanes, a quienes les dieron al orden de no abrir la rejas, a quienes por ignorancia o por estupidez asesina no hicieron lo debido, pero nadie más, todos los demás son ciudadanos santificados y perdonados por el Tlatoani, por una 4T absolutamente indolente, que sigue insistiendo en que todo fue un accidente, un hecho fortuito, el que hay que perdonar y olvidar lo más rápido posible, pues el 2024 está a la vuelta de la esquina y eso es lo único que les importa…

…Por cierto, el Súper Delegado Juan Carlos Loera de la Rosa, equivoca el camino al montar una campaña de desprestigio en contra del alcalde Cruz Pérez Cuellar, tratándolo de culpar de la situación de los migrantes en Ciudad Juarez y el alcalde, que no está manco, le reviró muy duro al declarar: “Entiendo su desesperación, debe sentirse culpable, está cargando con la muerte de 38 personas, él es el responsable del Gobierno Federal aquí en el estado”. En fin, ellos metidos de lleno en sus odios, en el deseo de destruir al otro, de plano esa es una muestra más que esos dos nunca, bajo ningún motivo, van a poder jalar para el mismo lado, queda muy claro que uno de los dos tendrá que ser sacrificado de cara al 2024, lo que todavía no se sabe, es cual de esos dos será el que pague con su cuello su incapacidad de construir juntos…

…Y tuvieron que pasar más de 36 horas para que el PAN de Chihuahua entendiera que lamentar la tragedia no bastaba, y este miércoles en la mañana en conferencia de prensa conjunta entre el Gabo Díaz, presidente estatal del PAN y Alfredo Chávez el coordinador de la bancada panista en el Congreso del Estado, salieron a señalar a los culpables y a pedir castigo ejemplar. Muy tardados los chamacos, pero hay que tomarles en cuenta que al final sí lo hicieron, ahora ya nada más hay que explicarles que deben de tener una ruta, “secuenciar” su declaración y hacer caminar esa versión de la necesidad de castigo a los culpables, pues capaz y que los inocentes vayan a creer que con una declaración basta y sobra, pues ya ve usted como son bastante desidiosos en esos temas…

…Los alumnos de la Uach siguen tratando de presionar a Rectoría para tumbar la disposición de que la nueva calificación mínima aprobatoria sea siete. Miles de firmas han juntado en su desesperación por defender la mediocridad. Pero la situación es muy clara, Rectoría no debe de doblarse, a la mejor esta generación de estudiantes no lo entiende, pero quienes vayan a ser sus clientes, sus pacientes, sus empleadores en el futuro, son los que lo van a agradecer…

…Los abogados de César Duarte hicieron pública una carta en la que su defendido dice ser “un botín político” y asegura que ya tiene más de tres años en prisión, sin que exista una sentencia en su contra. Que raros son ellos, pues deberían de entender que a la opinión publica en general no le importa lo que ya lleva preso, su litigio es en los juzgados, no en la prensa, pues para colmo, cada expresión de ese tipo, solo sirve para hacer renacer el rencor que existe en contra del ex gobernador, quien no tiene forma de generar lastima o empatía ante los ciudadanos, es más, no hace falta una encuesta para entender que si se le pregunta a la mayoría, sería abrumadora la respuesta de que eso merece y más. Esa no es la ruta, pues el enojo, rencor, odio o malestar que hay contra el aldeano tenista golfo gringo y su quinquenio de abulia y corrupción, no lo salva a él del juicio popular que ya hay en su contra…

…Por su parte la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Myriam Hernández, vía un comunicado de prensa le contestó a Duarte y a sus abogados, en un acto sin razón, ni justificante alguna, ¿o a partir de ahora le van a contestar a todos los que se les sigue un proceso y hagan cartas publicas? El Poder Judicial no está para querer ganar una guerra mediática o de aprobación, o de simpatía ciudadana, su obligación es hacer cumplir la ley y punto. Qué suceda lo que tenga que suceder, que se juzgue con las pruebas y se castigue si hay motivos y se deje en libertad si hay motivos y nada más. Una verdadera estulticia la cometida por Myriam y el tribunal, jugando al juego de la justificación mediática. ¡Tamaña estulticia, de plano!…