Claudia Sheinbaum habló sobre la polémica ley SB04.
La candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, descartó en Nuevo Laredo, crucial punto fronterizo en el estado de Tamaulipas, “someterse” a Estados Unidos si llega a la presidencia de México; lo anterior, sin importar si EUA elige a Donald Trump o a Joe Biden.
“Siempre vamos a defender una relación de iguales, nunca de sometimiento a los Estados Unidos”, advirtió en un mitin electoral a “los del otro lado de la frontera”, también a la administración que surja de los comicios presidenciales del 5 de noviembre de 2024.
Claudia Sheinbaum no tiene miedo a EUA
Así, la aspirante de la coalición Sigamos Haciendo Historia, integrada por Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), apostó por “construir puentes” y por la cooperación al desarrollo, “la mejor manera de seguir trabajando y de disminuir la migración”.
Claudia Sheinbaum pronunció estas palabras en “la frontera más importante” de México, por donde pasan “15 000 tractocamiones diariamente”, y que denota la relación comercial “importantísima” entre ambos gobiernos. “Estados Unidos ya no podría vivir sin lo que exportamos de nuestro país”, dijo.
De hecho, la economía estadounidense importó en 2023 más bienes y servicios de México que de China, según datos oficiales publicados a principios de marzo. Según la última encuesta del diario Reforma, Sheinbaum tiene 24 puntos de ventaja sobre su rival de la alianza opositora Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez.
México no aceptará deportados de Texas
Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, advirtió que su gobierno no aceptará a migrantes deportados por el gobierno de Texas si entra en vigor la “ley draconiana” SB4, que el martes estuvo vigente por unas horas en medio de fallos judiciales divergentes.
“Si pretendieran deportar, por ejemplo, que no les corresponde, nosotros no aceptaríamos deportaciones, de una vez lo adelanto, del gobierno de Texas y no nos vamos a quedar con los brazos cruzados”.
AMLO se refirió a la ley SB4, una de las medidas antiinmigrantes más drásticas en la historia de Estados Unidos, que convertiría en delito el que un extranjero ingrese a Texas de forma irregular, además de facultar a las fuerzas estatales de realizar arrestos migratorios y deportaciones.
Su aplicación desató caos este martes, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos permitió primero aplicar la ley antes de escuchar argumentos de fondo, pero en la noche el tribunal de apelaciones del Quinto Circuito suspendió su entrada en vigor.
Aunque López Obrador dijo no querer “adelantar” lo que haría el gobierno de México si al final se aplica la legislación, se pronunció en contra. “Desde luego, estamos en contra de esta ley draconiana, completamente opuesta, contraria, a los derechos humanos, una ley deshumanizada por completo, anticristiana, injusta, violatoria de preceptos, de normas, de la convivencia humana, no solo del derecho internacional, sino hasta violatoria de la Biblia”.
“Y esto lo digo porque quienes aplican estas medidas injustas, inhumanas, van a los templos, se les olvida que en la Biblia se habla de tratar bien al forastero y, desde luego, del amor al prójimo. Son algunas autoridades muy hipócritas, toman protesta con la Biblia, además es violatoria del derecho internacional”, agregó. Las tensiones entre México y el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, han crecido desde el año pasado ante las crecientes medidas antiinmigrantes del estado fronterizo, como las boyas y el cerco de alambre de navajas que colocó en el río Bravo (o Grande) para disuadir a migrantes de cruzar.
Apenas el 20 de febrero pasado, López Obrador tachó de “politiquería” el campamento militar que Abbott ordenó construir junto al río. El mandatario ha adjudicado los actos de Texas a que este año coinciden las elecciones presidenciales de México y Estados Unidos.
Con información de EFE