Ayer por la tarde un hombre armado abrió fuego en el popular Festival del Ajo de Gilroy, norte de California, oeste de Estados Unidos, mató a tres personase hirió a al menos 15 antes de que la Policía lo abatiera y al tiempo que asistentes y músicos escapaban aterrados.
El agresor, que estaba armado con un fusil y que entró de forma clandestina al lugar a través de una cerca que daba al estacionamiento, parecía disparar al azarcuando comenzó el ataque poco después de las 17.30 de ayer, al final de una feria de tres días que atrae a más de 100 mil personas.
De acuerdo con lo declarado por el jefe de Policía Scot Smithee, los agentes reaccionaron en un minuto, se enfrentaron al sospechoso y lo mataron. La escena en el festival era “una pesadilla que uno confía en no vivir nunca”, agregó.
Según varios testigos, el grupo Tin Man acababa de iniciar los bises de su concierto cuando comenzaron los disparos. El cantante, Jack van Breen, dijo haber visto a un hombre con una camisa verde y un pañuelo grisáceo en el cuello disparando a la zona de puestos de comida con lo que parecía un fusil de asalto. Entonces el público empezó a gritar y a correr, mientras los miembros de la banda se protegían bajo el escenario. El cantante, de la vecina Santa Clara, dijo haber oído a alguien gritar “¿Por qué haces esto?” y que la respuesta fue “Porque estoy muy enfadado”.
Por su parte, los heridos fueron trasladados a varios hospitales y sus estados iban desde leve a crítico. Algunos fueron operados por la noche, mientras que al menos cinco fueron atendidos y dados de alta. Las autoridades indicaron además que entre los muertos hay un menor de edad: un niño de 6 años.
El Festival del Ajo de Gilroy incluye comida, competiciones de cocina y música. Es una cita con décadas de tradición en la localidad agrícola de 50 mil habitantes, situada 176 kilómetros al sureste de San Francisco. Suele ser una celebración tranquila para familias. Hay mucha seguridad, con detectores de metales y registros de bolsas a la entrada.
Testimonios del horrorEvenny Reyes, de Gilroy, de 13 años, dijo al periódico Mercury News que había pasado el día en el festival con sus amigos y familiares. “Nos estábamos yendo y vimos a un hombre con una bandana atada alrededor de la pierna porque le habían disparado. Y había gente en el suelo, llorando. También había un niño pequeño herido en el suelo. La gente volcaba mesas y rompía cercas para salir”.
Asimismo Reyes dijo que al principio no había corrido porque los disparos sonaban como fuegos artificiales. “Empezó durante cinco minutos, quizá tres. Fue como en las películas… todo el mundo lloraba, la gente gritaba”.
Otra de las personas que presenciaron los hechos fue Julissa Contreras, quien identificó al agresor como un hombre blanco de unos 30 años. “Pude verlo disparar en todas las direcciones. No apuntaba a nadie en concreto. Sólo iba de izquierda a derecha y de derecha a izquierda”, aseguró.
El gobernador de California, Gavin Newsom, describió en un tuit el suceso como “nada menos que espantoso” y elogió la labor policial. En esa línea, el presidente Donald Trump publicó en redes “¡Tengan cuidado y estén a salvo!”, antes de que las autoridades confirmaran la muerte del agresor.
Los tiroteos son frecuentes en Estados Unidos, pero a pesar de la magnitud de los problemas relacionados con la violencia con armas de fuego, apenas se concretaron esfuerzos para abordar esa cuestión con leyes a nivel federal. Si bien hay una gran parte de la población que quiere prohibir la venta de armas, desde otro sector no están dispuestos a dar este paso.
