Qué ver en el cielo este mes (mayo 2022)

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En mayo, en España ya entramos en los meses calurosos del año (aunque será recomendable no perder de vista el sayo). Además, dejamos atrás las lluvias propias de abril y con ello llegamos a una época perfecta para disfrutar de una observación nocturna del firmamento. Este mes empieza y acaba con sendas conjunciones planetarias, aunque estará protagonizado por el eclipse lunar del día 16 de mayo. Aquí va un resumen de lo más destacado de este mes en cuanto a cielo nocturno se refiere.

Como ya comentamos en abril, mayo empieza con una conjunción de los planetas Júpiter y Venus. Estos dos planetas, que son los dos objetos más brillantes del cielo después del Sol y la Luna, se han estado acercando durante la última semana de abril, para llegar a un máximo acercamiento aparente el día 30 del mes pasado. El momento exacto de mínima distancia no ha sido visible desde España, pero tanto el 30 de abril como el 1 de mayo al amanecer podremos disfrutar de estos dos planetas simultáneamente en el campo de visión de nuestros telescopios o binoculares (o a simple vista, como dos puntitos muy pegados, durante varios días). La conjunción será visible desde aproximadamente las 5:30 hasta las 7:00 de la mañana, la hora exacta dependiendo desde qué zona de España hagas la observación.

Por supuesto, aunque los veamos tan próximos en el cielo, la distancia real entre estos planetas será enorme, estando situados a cientos de millones de kilómetros el uno del otro. Venus se verá tan brillante por estar relativamente cerca de la Tierra, mientras que Júpiter destaca en el cielo nocturno por su grandísimo tamaño, con unas 10 veces mayor diámetro que Venus o la Tierra.

A finales de mayo Marte ocupará el papel de Venus y podremos disfrutar, también al amanecer, de una conjunción entre Marte y Júpiter. El momento de máximo acercamiento será el domingo 29 de mayo, poco antes del amanecer. Aunque Marte no será tan brillante ni se situará tan cerca de Júpiter como Venus, seguirá valiendo la pena el madrugón para poder disfrutar de estos dos planetas simultáneamente.

Las constelaciones que iban cobrando protagonismo al comienzo de la primavera darán paso lentamente a otras más veraniegas. Orión y Sirio se despiden definitivamente hasta la llegada del otoño y Géminis o Cáncer cada vez se ocultarán más pronto y Libra o Escorpio (con su brillante estrella roja Antares) cada vez se dejarán ver antes. Además, otras constelaciones como la Lira, el Cisne o el Águila irán permaneciendo más horas sobre nuestras cabezas.

En lo que a la Luna respecta, empezaremos el mes con una luna creciente, pues acabamos abril con luna nueva, que alcanzará su máximo el día 16, cuando tendrá lugar el eclipse lunar. Desde ahí irá menguando hasta la luna nueva del 30 de mayo.

El eclipse de este mes será visible principalmente desde toda Sud y Centroamérica, pero también desde el sur de Norteamérica y el oeste de Europa y África. Desde España podrá verse, como los mejores espectáculos astronómicos de estos últimos meses, poco antes del amanecer. Ya desde las 3:30 de la madrugada hora española peninsular podremos empezar a apreciar cierta penumbra, aunque no será hasta las 4:30 que empezará la verdadera ocultación. Entre las 5:30 y las 6:53 durará la fase de totalidad del eclipse, aunque la Luna se pondrá tras el horizonte antes de que esta termine, estando justo sobre el horizonte en el momento del máximo que tendrá lugar a las 6:11 de la mañana.

Este eclipse será una oportunidad perfecta, para quienes decidan madrugar, para ver un par de efectos astronómicos de lo más interesantes. Por un lado, desde las 4:30 hasta las 5:30 podremos ver cómo la Luna va entrando en la sombra de la Tierra, hasta ser completamente cubierta por esta. Mientras esto suceda, podremos ver cómo esta sombra corresponde a la de un objeto esférico. De hecho son los eclipses lunares una de las pruebas más evidentes de que las propuestas del terraplanismo no tienen ninguna base científica. Además, podremos ver cómo, una vez ya se ha ocultado completamente, la Luna cobra un tono rojizo. Este tono proviene de la poca luz que, tras atravesar la atmósfera terrestre, es dispersada hasta la superficie lunar. El tono por supuesto tiene el mismo origen que el tono rojizo de los atardeceres y amaneceres. Sólo puede verse una vez se ha alcanzado la ocultación total porque antes el intenso brillo de la Luna al reflejar la luz directa del Sol no nos permite distinguir el matiz rojizo, aún estando presente.

Recomendamos a quienes nos leéis que intentéis ver este eclipse, pues será el último eclipse lunar total visible desde latinoamérica hasta marzo de 2025 y desde España hasta junio de 2029. Estos fenómenos son escasos y las condiciones perfectas tardan en repetirse, por lo que bien valen la pena un pequeño madrugón.