Más oportunidades y cero discriminación laboral para personas con discapacidad

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Para nadie es secreto que en México no se brindan las suficientes oportunidades laborales para personas con discapacidad, son múltiples los factores que llevan a las empresas a reducir los espacios de trabajo para este sector de la población, sin embargo, es importante cambiar esa forma de pensar y además impulsar las estrategias para que puedan detonar sus capacidades en el trabajo.

Es muy importante dar mayores oportunidades laborales y reducir a cero la discriminación para las personas con discapacidad, que diariamente salen a la calle en busca de un trabajo que les permita salir adelante.

Es por lo anterior que he presentado una iniciativa ante el Congreso del Estado, con la cual se busca reformar la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación en el Estado de Chihuahua, a fin de que se adicione una fracción XIX en el Artículo 13, con la finalidad de priorizar en la selección, contratación, remuneración, capacitación y promoción laboral a las personas con discapacidad.

La discriminación y las barreras que históricamente han enfrentado estas personas en el ámbito laboral deben ser reemplazadas por una mentalidad que valore y promueva sus habilidades únicas y contribuciones significativas.

Por lo anterior, creo que es importante poner mayor atención e impulsar estrategias reconocidas por la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT), buscando siempre, como lo hemos dicho en la presente editorial, reducir la discriminación laboral a la que históricamente han sido sometidas las personas con discapacidad.

Estoy seguro que la igualdad de oportunidades es un principio fundamental que debe guiar nuestras acciones en el ámbito laboral. Priorizar a personas con discapacidad en la selección y contratación significa eliminar prejuicios y estereotipos, y considerar a todos los candidatos en función de sus capacidades.

La diversidad en el lugar de trabajo enriquece la creatividad y la innovación. Las personas con discapacidad aportan perspectivas únicas y enfoques distintos que pueden enriquecer la toma de decisiones y la resolución de problemas.

Creo también que las empresas, muchas de ellas sí lo hacen, deben privilegiar e invertir en la capacitación de sus empleados para que en poco o mediano plazo obtengan mayor crecimiento. Ofrecer programas de formación personalizados y ajustados a sus necesidades puede ayudar a superar cualquier barrera que pudieran enfrentar.

Por su puesto que, un punto importante es el acceso a la remuneración justa, la cual debe basarse en el mérito y la contribución, no en una discapacidad. Garantizando lo anterior se dará un paso fundamental para evitar la discriminación salarial y reconocer su valiosa labor.

En conclusión, priorizar la selección, contratación, remuneración, capacitación y promoción laboral de personas con discapacidad no solo es un acto de justicia, sino una inversión en una sociedad más inclusiva y enriquecedora.

Al valorar sus capacidades y contribuciones, creamos un entorno laboral que promueve la diversidad, la igualdad y el respeto mutuo. Es nuestro deber como sociedad trabajar juntos para construir un futuro donde todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan alcanzar su máximo potencial.