La estadística y sus explicaciones…
La lista que remite al pasado corrupto…
Explota la red por el destape de Serrano…
Mario y Daniela campaña Pimpinela…
Enfrentamiento priista en el 8o Alex y Marco…
Desde hace ya algunos meses hay quienes hemos tocado de distinta forma el asunto de la “estadística” electoral, esto como base para hacer un análisis sobrio, sobre como podría ser el resultado electoral en la elección presidencial de este próximo 2 de junio.
Es cierto, falta mucho, es más falta toda la campaña y hay mucho espacio para que se cometan todo tipo de errores, pero la estadística nada más nos sirve para hacer el marco de lo posible y os actores, son los que con sus hechos, conforman la nueva realidad, pero vale la pena hacer el ejercicio y poner los parámetros justos, para entender “donde inicia este proceso y a donde puede llegar”.
La explicación lógica, es que en esta elección va a participar posiblemente, si no ocurre nada extraordinario en el proceso, un 60% de los ciudadanos, que es el promedio estadístico de participación en procesos presidenciales.
El padrón electoral es de cien millones de mexicanos, de tal forma que se debe de esperar una votación que ronde los 60 millones de votos y cada 1%, equivale a un millón de votantes, de tal forma que si vota el 64%, serían 64 millones, y solo para hacer números más certeros, los “analistas de la estadística”, cierran los números en 60 millones, no se vale, pero vamos a darlo por bueno, solo para hacer cuentas más claras.
Y explican que en la pasada elección el Peje obtuvo 30 millones de votos, -poquitos más, pero bueno, es para cerrar números- y bajo la tesis de que el ejercicio del poder desgasta, por ende, dicen que la 4T, o el Peje o su candidata, pudieran estar perdiendo “cuando menos” uno de cada cinco votos de los que obtuvo en el 2018.
Así, con Claudia como candidata, en realidad, “los de la 4T solo tiene una alcancía de 25 millones de votantes a su favor” y que hay cinco millones que ya no volverán a votar por él o por su candidata.
No entre usted, en buscar motivos para dar por válida esa explicación, pero juegue con esos números, así que sigamos.
La oposición en el 2018, con candidatos distintos, Anaya por el PAN y Meade por el PRI, obtuvieron casi 22 millones de votos y el Bronco, como candidato independiente casi tres millones. Entre los tres alcanzaron casi los 25 millones de votos.
Y es por eso que dicen, que la oposición está en la posibilidad de con su alianza, mantener esa cantidad de votos, es decir, 22 millones y que Movimiento Ciudadano podría conseguir lo que dejó el Bronco sin representación electoral y algo más, cerca de 3 o cuatro millones, en el mejor de los casos, 5 millones.
Tiene lógica la versión de quienes juegan con la estadística y más cuando explican que en la elección intermedia del 2021, la 4T, solo consiguió 16 millones 759 mil 917 votos, perdiendo millones de sufragios que habían votado por ellos tres años antes y por eso suena más lógico que para este 2024, pudieran recuperar muchos votos, en comparación al 2021, pero no llegar al “récord de los 30 millones”.
Ese juego de números y porcentajes, tiene varios errores, uno de ellos es aplicar una “lógica estadística”, que parte del hecho de que solo la 4T y sus aliados van a perder voto y que la oposición mantendrá el voto que obtuvo y que ellos son los que tienen más posibilidades de ganar el voto del desencanto. Cuando en realidad la estadística misma demuestra que todo los contendientes han estado perdiendo votos.
Mire usted, no tomaron en cuenta, los que hacen esos números “tan fáciles”, que en la pasada elección presidencial, del 2018, en comparación con la elección del 2021, la oposición consiguió “separada” 17 millones y medio de votos. El PAN logró 8 millones 969 mil 288 votos, mientras que el PRI, obtuvo casi lo mismo, es decir 8 millones 715 mil 899 sufragios, los azules, perdieron casi 4 millones de votantes y los tricolores algo así como un millón 400 mil votos más, lo que significa que ellos también tuvieron un desgaste considerable siendo oposición y que juntos perdieron, de una a otra elección cinco millones y medio de votantes.
El otro error fácil de detectar, es que el ejercicio “lógico de estadística”, lo hacen señalando que uno de cada cinco ciudadanos de la clase media, ya está desencantado del gobierno del Peje y que por su desencanto preferirán votar por un candidato de la oposición, pero no explican que puede pasar con el voto de las clases más desprotegidas, que es el votante que sí puede ser llevado a votar.
Y sobre “el voto pobre”, o “voto clientelar”, por llamarlo de alguna forma, hay que entender que durante lo que lleva este gobierno en el poder, hay 12 millones de estudiantes que reciben una beca del gobierno federal y hay 18 millones más de mexicanos, entre madres solteras, adultos mayores, Ninis y demás grupos poblacionales que reciben una beca directa de parte de la 4T.
La estadística señala que el 71% de los hogares mexicanos reciben una beca del gobierno federal y claro que eso hay que entender que va a incidir en como va a ser el comportamiento del voto, pues los ciudadanos de las clases más desprotegidas, reciben más apoyos directos del gobierno federal.
Así que ciertamente, lo más seguro es que tengamos una elección con un porcentaje de participación que ronde por muy alto, del 60% al 64 o 65% de los votantes, a la baja, la posibilidad es que pudiera volver al margen del 52 al 56%.
Si la elección es a la baja, el triunfo sería aplastante de la 4T, pues entre menos votantes, más fácil para el gobierno hacer sus movilizaciones, eso se entiende a la perfección, pero entre mas votantes, más fácil es cantar que “el hartazgo y el enojo” son los que pueden hacer cambiar el resultado final, con un par de preguntas de por medio:
1.- ¿De que lado cree usted que esté la mayoría?…
2.- ¿Está usted tomando en cuenta todas las variantes o nada más su hartazgo?
Así que la cosa está mucho más interesante que lo que algunos explican…
— — — — — — — — — — — — —
Hablando de porque en el pasado las mayorías abandonaron al PAN y dejaron de votar por ese partido, hay una explicación que no les gusta a los panistas, pero que es muy sencilla entenderla, cuando se demostró que el PAN era igual a cualquier otro partido y que la corrupción, los arreglos y las negocias las hacen igual que los otros, fueron perdiendo electores, pues eran iguales a los otros.
Pues bien, eso es lo que acaba de demostrar a cabalidad de nuevo Marco Cortes, el todavía presidente nacional del PAN, con su lista de negociación con el gobernador de Coahuila, cuando le reclama que no les dieron lo que ellos habían pedido y que por eso hay la posibilidad de que rompan la alianza en esa entidad.
Marco Cortes, sin pudor alguno, se comporta como meretriz barata que a media plaza grita a cuanto vende sus caricias y publicó la lista completa de lo que ellos le estaban exigiendo al gobernador Manolo Jiménez que les entregue como pago por su alianza.
Le dice que no les quiso pagar con 6 distritos locales, dos secretarías en el gabinete estatal, 20% de las subsecretarías, descentralizados, desconcentrados y direcciones. Además del subsistema de educación, el Instituto de Transparencia, el 20% de las direcciones de los planteles educativos, 6 notarías, 13 alcaldías, un montón de regidores y dos distritos federales, entre otras cosas.
A Marquito, le faltó poner en la lista una caja de tenis Nike, que les fiaran en Coppel, descuentos en el predial, placas de taxi, permisos para expendios, la vista mensual de muchachas de la vida galante y boletos para todos los conciertos buenos en la entidad y claro, lugares permanentes en el Palenque, con barra libre.
Marco Cortes se ve ridículo, se ve absolutamente corriente, se muestra del tamaño y peso real que tiene. El colmo, es que el lepe idiota escogió estos días para encuerarse, cuando esta se puede considerar como “la semana en la que peor la estaba pasando el Peje” y claro, las discusiones políticas en torno al presidente, los problemas de inseguridad, el fracaso de la línea aérea del ejército, todo eso se van al carajo y Marco Cortes demuestra a cabalidad que la democracia tiene precio, que se vende, que ellos solo son meretrices de una falsa democracia y no hay forma de defenderlos. Y así, puesnosepinshispuede…
— — — — — — — — — — — —
…El destape de que Enrique Serrano será el candidato de la alianza opositora para la alcaldía de Juárez, levantó mucho ruido y lo cierto es que basta con ver las reacciones, para entender que el ex alcalde, ex diputado local y ex candidato a la gubernatura, cumple con todos los requisitos para pelear esa plaza. Hay quien con toda razón dice, que por lo pronto su candidatura es un hecho futuro de realización incierta y claro que tiene razón al decirlo, pues todavía faltan algunas semanas para que de el inicio de los tiempos oficiales de la precampaña y el registro de precandidatos y falta todavía más, para el registro oficial de candidaturas, pero por lo pronto, la cosa está clara, Enrique Serrano ya está listo…
…La expresión fue escuchada en una reunión, donde había varios grillos, era un asunto muy serio, pero ya ve usted como es la raza a la hora de escupir veneno y de comentar una “risionada”, pues bien, uno que trae la mano levantada y que está a la espera de que le confirmen la candidatura, fue el que escupió la expresión, con una pregunta, “¿y ustedes como la ven con la campaña Pimpinela?”. Habría que decir que todos nos quedamos viendo unos a otros y no se entendió a la primera el sentido de la expresión, pero de pronto otro de los reunidos empezó a tararear uno de los éxitos de los ochentas de aquel dúo argentino que rompió todos los récords, para que la sala se llenara de risas, al entender a la perfección el sentido de la pregunta. Lo más interesante del caso, es que la mayoría estaba de acuerdo en que Daniela es la fuerte en esa dupla y que hubiera sido más conveniente ponerla a ella en la primera fórmula. Así que dejando de lado el tema de la “risionada”, la cosa interesante es ver como camina esa campaña…
…Por cierto, que varios grillos hacen apuestas, sobre como ira a ser la batalla electoral en el octavo distrito federal de la entidad, donde se supone que por parte de la alianza opositora, va como candidato el todavía presidente estatal del PRI, Alex Domínguez y como candidato de la 4T, el ex alcalde capitalino Marco Quezada. Por lo pronto el morbo está enfocado en ver si esos dos son candidatos o no, pues ya ve usted como son esas cosas, pero sin lugar a dudas que ese puede ser un agarrón sabroso y de muy buen nivel…
