La discusión sobre la inversión millonaria para la obra “La Golondrina y su Príncipe” sigue circunscrita a dos círculos, por un lado el de los creadores y la familia teatrera, la que a su vez se puede dividir en dos grupos. De un lado los que toda la vida han sido huérfanos de todo apoyo estatal por no contar de un padrino o los compadrazgos necesarios para acceder a las mieles del presupuesto y por otro lado, quienes hoy pueden ser calificados como viudas de ese presupuesto, es decir quienes tienen toda la vida mamando sin hacer nada digno y que hoy ponen el grito en el cielo al ver la millonada destinada a una sola obra y que lloran porque a ellos no les toca nada ya que quedaron fuera de la nueva nomina.
Dentro del mundo del “arte y la cultura”, hay un pequeño grupo, a los que podemos calificar como “una especie aparte”, que son los que aplauden la inversión para la presentación de una obra, ya que ven esa inversión como un punto de partida para que en el futuro cercano se pudieran dar más inversiones para proyectos que en verdad valgan la pena. Pero esos son tan pocos y están tan alejados de la discusión, que solo los mencionamos para determinar “la fauna” existente en el entorno.
Ahora bien, señalar a los que nunca han recibido y a los que antes recibían, de resentidos, es lógico, pero no se les puede poner a todos en la misma bolsa, ni verlos como la misma cosa.
Incluso tampoco se puede ver al grupo de “viudas” como si todos fueran parte de un estrategia comandada por Morena o por el Aldeano para atacar a la actual administración, ese es un error garrafal, pues lo más seguro es que muchos de ellos solo se sumaron a la ola de críticas y señalamientos por mero ardor, por enojo, por inconformidad nacida de muy explicable la envidia.
Ahora sí, claro que hay una fuerte carga político-electoral en los señalamientos y el rencor que muchos tienen en contra no de la obra o de su productor y si más bien en contra de la gobernadora y queda claro que entre los que más duro atacan, hay ex corralistas y muchos, muchos chairos.
Pero no puede Palacio y los defensores que trabajan como caja de resonancia para proteger a la administración estatal, venir a contar el cuento de que son los corralistas y los chairos de Morena los grandes culpables de los ataques, cuando la realidad es que el ataque se originó por culpa de la mala, pésima estrategia comunicacional sobre ese evento, cuando en lugar de presumir la obra, el espectáculo, el show, la derrama que se puede lograr, salieron a querer presumir “la inversión histórica”. Y cuando así lo hicieron, pues haga de cuenta que “dejaron el balón botando en el área chica” o en una frase beisbolera, haga de cuenta que le pusieron a mejor bat del equipo contrario una curva lenta arriba y en medio, de las que hasta un amateur la va a mandar al otro lado de la cerca.
A los corralistas no se les puede acusar de gran cosa, salvo de estar haciendo lo que ellos van a hacer durante todo el sexenio, es decir, buscar motivos para señalar, burlarse y estigmatizar a la actual administración estatal, la que hasta ahora les está haciendo muy fácil su tarea. Pero no se les puede acusar a Corral y los suyos de tener una estrategia montada, cuando durante cinco años nos demostraron todos los días que no les alcanza la inteligencia, ni la voluntad para hacerlo, hay pruebas y todo mundo lo sabe, son flojos para trabajar y la estulticia es tanta que es imposible creer que se puedan organizar y montar toda una guerra de ese tipo.
Dentro de todo lo malo en tono a esa discusión político-electoral por un contrato millonario, vale decir que en realidad el tema solo está en un círculo muy pequeño, ruidoso, escandaloso, pero muy pequeño, ya que la inmensa mayoría, el ciudadano calle, no está metido en el tema.
Por cierto, hay quienes quieren defender la “inversión” anunciada y para ello sacan a relucir cuanto cuesta la producción de las grandes obras de Broadway o las películas y la verdad es que ese no es el camino, pues esas inversiones se hacen con el fin de ganar mucho más dinero, de multiplicar lo que se invierte, de tal forma que si una obra millonaria solo recauda dos o tres veces lo invertido, es considerado una mala inversión, un negocio fallido.
Y quienes atacan la inversión, señalando que la Compañía Nacional de Teatro y otros productores reciben mucho menos y que con eso les alcanza para todo un año de producciones, también equivocan el planteamiento, pues lo que se presupuesta en esas compañías y en esos productores es para que logren montar o filmar una obra, la que luego va a generar recursos en taquilla que es donde está la ganancia de los creadores, directores, actores y demás personal de staff que participan de la misma y eso claro, sin contar lo que reciben de patrocinadores y anunciantes.
Así que hoy podemos seguir afirmando que la discusión tiene solo dos vertientes, por un lado la de los creadores que ven con envidia el monto anunciado y por el otro lado, los que saben que “el escándalo” está en eso precisamente, en señalar un gasto millonario en algo no prioritario para la entidad y al final del cuento, la obra se va a presentar y muy seguramente quienes asistan a la misma aplaudirán a rabiar por tan excelente espectáculo, independientemente de quien gane la discusión sobre el tema…
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…Quien de plano deja que el hígado le gane y pierde los estribos es el Virrey Juan Carlos Loera, quien vía sus redes sociales por lanzar ataques contra esa “inversión”, termina por atacar a todos los chihuahuenses de la capital del estado, a quienes nos tacha de ser “clasistas”. Su posteo en redes sociales deja en claro que Juan Carlos por engolosinarse en el ataque, termina por escupir veneno hacia todos lados, ofendiendo a las mayorías y es por eso que sus comentarios en lugar de ganar adeptos, termina por perderlos. Si tuviera un poco más de mesura y supiera distinguir una cosa de otra, a la mejor otro gallo le cantaba, pero mientras siga igual, las cosas no van a cambiar para él y sus proyectos…
…Lo mismo pasa con la gobernadora María Eugenia Campos, cuando acusa a todos los productores y artistas que se han manifestado contra esa inversión, de ser una “bola mafiosos”. Le gana el coraje y hace un berrinche innecesario, como es de innecesario cualquier pleito de dimes y diretes. Conociendo a la gobernadora era fácil suponer que tarde o temprano iba a querer subirse al ring para fajarse con quien sea, como sea y en su mismo idioma y ese termina siendo un error garrafal, pues todo lo que ella diga, podrá y será usado en su contra. Si la gobernadora tiene alguien cerca de ella, el mejor consejo que debería escucharle, es un llamado a la serenidad a que entienda que ella es la gobernadora y no la candidata metida en el pleito a media campaña si ella y los suyos lo entienden rápido, a lo mejor se va a ahorrar muchos ataques…
…Heliodoro Araiza como Rector Interino de la Uach y Luis Carlos Rivera como Rector Electo y a punto de tomar protesta, están metidos 24/7 en su chamba, han venido superando todos los obstáculos y no están nada confiados, es por eso que esta noche velan “en capilla”, pues saben que todavía hay focos amarillos ante la posibilidad de que el amparo que evitó su toma de protesta hace unas semanas sea “revivido” en la corte. Esos dos han tejido finito, dejaron de lado la agenda “social” y la agenda de “tareas futuras” no prioritarias y así van a seguir todavía una o dos semanas más y que bueno que así lo hacen, pues el camino minado por el que transitan requiere de su atención al cien por ciento y cuando logren sortearlo, ya tendrán tiempo para esos temas que hoy “duermen”…
…Este jueves el director del Colegio de Bachilleres firmó un acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, que de plano demuestra como “El Patito” tiene muy claro cuales son los primeros problemas que debe enfrentar en el Colegio. Hay quienes señalan que junto a esos aspectos de inseguridad y protección a los estudiantes y maestros, también avanza en los temas administrativos y de establecimiento de controles para lograr lo más rápidamente posible limpiar al Colegio y arreglar el tema aquel de que el Bachi está convertido en la guardia de Ali Baba y los 40 ladrones. La tarea es monumental, el Bachi viene de cinco años de abulia y ojos cerrados ante la corrupción y los malos manejos, antes de eso, fueron seis años de lo mismo, así que ahora ver al director general escoba en mano, limpiando el cochinero, es buena señal, ojalá y las cosas caminen para bien.
