El salario mensual promedio en el 2022 fue de 9 mil 761 pesos hombres, 6 mil 360 mujeres: INEGI

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En México la discriminación es dolorosa y absoluta realidad.

Según la información que proporcionó el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), en el 2022 en México se mantiene la desigualdad en materia de percepción económica entre hombres y mujeres, con una discriminación mayor para los pueblos indigenas quienes son los que peores salarios reciben por su trabajo.

De entrada, el INEGI señala que el ingreso promedio trimestral monetario de los hombres fue de 29 mil 285 pesos y el de las mujeres de 19 mil 81 pesos, existiendo una brecha de 10 mil 204 pesos al trimestre en 2022 entre ellos y ellas.

Esto es así porque los hombres que percibieron un salario en el país durante el año pasado, lograron un ingreso mensual promedio de 9 mil 761 pesos, mientras que las mujeres solo alcanzaron 6 mil 360 pesos mensuales.

En ese mismo año, las personas que se consideran indígenas o hablan alguna lengua indígena , pero que si hablan español, lograron un ingreso promedio trimestral monetario de 18 mil 428 pesos. Lo que de suyo indica que un indígena trabajador cobró un 24.5 % menos que el promedio nacional de un mestizo, con un salario de apenas seis mil 142 pesos mensuales.

Ahora bien, en el caso de las personas que exclusivamente son hablantes de lengua indígena, el ingreso promedio trimestral fue de 13 mil 708 pesos, un 43.9 % menos que el promedio nacional, con un salario de apenas 4 mil 569 pesos al mes.

Según el INEGI, 2022, el promedio del ingreso corriente trimestral por hogar fue de 63 mil 695 pesos, es decir, en los hogares mexicanos el promedio es que hay tres personas cooperando con sus ingresos, o la pareja base, suma sus dos salarios y además tienen una tercera fuente de ingresos.

Al analizar cual fue el gasto promedio al trimestre en los hogares del país, INEGI sostiene que fue de 39 mil 965 pesos al trimestre, es decir, que la 1ra mayoría de los hogares mexicanos sobreviven cada mes con 13 mil 321 pesos de gasto, dividido entre alimentos, transporte, salud y demás gastos que una familia requiere para su sobrevivir.

De esta forma es que se establece que los niveles de pobreza y marginación crecen en México, pues el salario mensual promedio es insuficiente para un trabajador para sostener a una familia, con lo básico.

Ahora bien, el INEGI dividió los niveles de vida de la población y establece 10 grados o sectores, donde el primero de ellos, que es el de más bajos recursos, sobrevive con un ingreso promedio trimestral de apenas 13 mil 411 pesos. Apenas unos 4 mil 470 pesos al mes, menos de 150 pesos al día, mientras que los hogares del décimo “nivel” tienen un ingreso corriente promedio trimestral de 200 mil 696 pesos. Lo que al mes significa un ingreso de 66 mil 898 pesos.

Así al comprar los ingresos entre el niel más pobre, con los del mejor ingreso, se puede establecer que los más pobres ingresan a sus hogares 21 veces menos cantidad de dinero que lo que logra ingresar una familia de los niveles altos.

La información que presenta INEGI, establece que en los últimos años aumenta el número de hogares y familias en condición de pobreza extrema y que cada vez los hogares reciben menos dinero.

Las cinco entidades que presentaron mejor ingreso en los hogares fueron: Baja California Sur, en primer lugar con un ingreso promedio de 91 mil 417 pesos, al trimestre. Seguidos de la Ciudad de México con 89 mil 310 pesos. El tercer lugar es para Baja California, con un ingreso de 88 mil 912 pesos y el cuarto sitio es para Nuevo León, con 86 mil 18 pesos y en quinto lugar Chihuahua con ingresos trimestrales en los hogares de 81 mil 929 pesos.

El ingreso promedio en nuestra entidad, implica que los chihuahuenses en promedio logramos generar para nuestros hogares poco más de 27 mil pesos al mes, cantidad que en la mayoría de los casos se logra por existir tres personas aportando a un hogar o dos personas con empleo fijo y que además realicen una actividad o tengan la forma de conseguir ingresos extras.

Pero la desigualdad queda de manifiesto, tanto entre hombres y mujeres, como entre “mestizos” y los pueblos indígenas y la brecha es enorme entre las clases más desprotegidas y los más privilegiados.