El presidente Andrés Manuel López Obrador mintió de forma descarada al señalar que los migrantes que murieron en las celdas del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juarez estaban en un “albergue”, cuando en realidad estaban en calidad de detenidos y a punto de ser deportados a sus países de origen.
En la mañanera de hoy el presidente dijo: “Muy lamentable, muy triste que esto suceda”, esto al informar del fallecimiento de 39 migrantes tras el incendio registrado en las oficinas del Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez, Chihuahua.
López Obrador sostuvo: “Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados, movilizados; y como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas del albergue y les prendieron fuego. No imaginaron que eso iba a causar esta terrible desgracia”.
Lo que no aclaró el presidente es que los migrantes detenidos -68 en total- no. pudieron abrir las rejas de las celdas en las que se encontraban y que el personal del INM no actuó de forma rápida, ni para sofocar el incendio ni para dejarlos en libertad para que pudieran salvar la vida.
López Obrador agregó: “Lo que sabemos hasta ahora es que son migrantes de Centroamérica fundamentalmente, y algunos de Venezuela los que estaban en ese albergue. No sabemos todavía exactamente los nombres y la nacionalidad de los que lamentablemente perdieron la vida. Pues muy triste que esto suceda”.
El mandatario dijo que en el lugar de los hechos se encuentra el titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño Yáñez, acompañado por autoridades responsables de atender el caso y que será la Fiscalía General de la República (FGR) la institución a cargo de las investigaciones.
El INM reportó a través de comunicado que el incendio se originó antes de las 22:00h de ayer lunes 27 de marzo en el área de alojamiento de la Estancia Provisional de Ciudad Juárez; en la sede migratoria donde permanecían 68 hombres adultos originarios de Centroamérica y Sudamérica. Del siniestro también resultaron 29 migrantes lesionados, quienes fueron trasladados a cuatro hospitales de la entidad.
Por lo anterior, el INM presentó denuncia ante autoridades competentes y dio vista a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para su intervención en las diligencias y salvaguarda de las personas extranjeras. Igualmente, se coordina con autoridades consulares de diversos países para la identificación plena de las víctimas.
Lo que no informaron es que esos 68 migrantes habían sido detenidos y llevados a la fuerza a esas instalaciones por elementos de la Guardia Nacional y del propio Instituto Nacional de Migración y que fueron ellos los que les informaron que su detención era con al intención de deportarlos a sus países de origen, noticia que fue la que los hizo tomar la determinación de amotinarse e iniciar una protesta quemando las colchonetas que les proporcionaron para pasar la noche.
