De acuerdo al periódico Reforma, la Unidad de Inteligencia Financiera también denunció a Deschamps por lavado de dinero.
Las denuncias alcanzaron hasta a la hijastra de una hermana de Carlos Romero Deschamps. Y es que, de acuerdo al periódico Reforma, al menos dos denuncias fueron presentadas en contra del líder sindical de los Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Pero las denuncias no fueron sólo en contra de Romero Deschamps, pues estas también alcanzaron a su esposa, a sus hijos e incluso a la hijastra de una hermana del propio líder del Sindicato.
Enriquecimiento ilícito y lavado de dinero
Aunque ha sido señalado por corrupción por varios años, es ahora cuando la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presenta, al menos, dos denuncias en contra del líder petrolero. La primera es por enriquecimiento ilícito y la segunda por lavado de dinero, la cual involucra a la hijastra de una de las hermanas de Romero Deschamps.
Sus familiares estarían involucrados y serían investigados porque, de acuerdo al portal Sin Embargo, la Fiscalía Anticorrupción de la Físcalía General de la República, detectó depósitos, operaciones con cheques y transferencias mediante el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios, SPEI, a favor de familiares de Deschamps, sin que exista justificación alguna para ello.
Además de Deschamps, ¿quiénes son los otros acusados?
Los familiares de Romero Deschamps involucrados en las dos denuncias de la UFI, son Blanca Rosa Durán, esposa del líder petrolero; Paulina, Alejandro y Juan Carlos Romero Durán, hijos de Romero Deschamps; María Fernanda Ocejo, esposa de Juan Carlos Romero Durán, y Ana Luisa Aguinaco Romero, hijastra de María Esther Romero Deschamps, hermana del dirigente petrolero.
Recordemos que una de las cosas que han puesto en el ojo del huracán a Romero Deschamps, es el estilo de vida que sus hijos presumen en redes sociales. A sus perfiles en Instagram o Facebook, Paulina Romero, por ejemplo, ha publicado viajes en jets privados, visitas a restaurantes exclusivos y bolsas de diseñador con valor de hasta 800 mil pesos, algo cuestionado por la sociedad en general.
