Se acaba la precampaña presidencial…
Movimiento Ciudadano hacia el fracaso…
Cruz y Marco el acelerador a fondo…
Beto Pérez discurso y buenas intenciones…
El jueves próximo es la fecha en la que se termina la precampaña presidencial, la de precandidatos al senado y de diputados federales, estos últimos por cierto desaprovecharon la oportunidad de salir a ganar calle, a ver si ese tiempo perdido luego no lo andan llorando.
Siendo muy fríos en el análisis, se puede decir que las dos punteras, una muy segura en primer lugar y la otra en el segundo, no avanzaron, o perdieron gran cosa y se van al periodo de “ínter campaña”, en las mismas posiciones en las que arrancaron la mentada precampaña.
Los que se si se derrumban son los de Movimiento Ciudadano, tema que tocaremos renglones más delante. Pero Claudia Sheinbaum, puede decir que “misión cumplida”, defendió la ventaja que tenía y no sufrió grandes descalabros, mientras que Xóchitl Gálvez, de plano debe de hacer una ejercicio de auto critica muy duro y entender que si sigue por esa misma ruta, va a una derrota segura en las urnas en junio próximo.
No le haga caso usted si no quiere, a lo que dicen las encuestas, tanto las que están tan infladas que dicen que Claudia tiene una ventaja de más de 50 puntos y tampoco les crea a las que dicen que Xóchitl ya empató la “competencia”, esas son estrategias de publicidad y nada más.
Valdría decir que Xóchitl perdió mucho tiempo de la precampaña tratándose de dar a conocer y por eso insistían y repetían y repetían el comercial donde ella platicaba del camión, de las gelatinas, de la Delegación Miguel Hidalgo, que nunca le sirvió para maldita la cosa. Y es por eso que en la recta final de la precampaña cambiaron el mensaje y empezaron a subir videos y propaganda de confrontación, pero de una forma tan tímida y tan miedosa, que no alcanzó a surtir un efecto positivo para sus intereses.
En el caso de Claudia, bien se puede decir que la primera parte de su precampaña, era solo existir, caminar, hablar de la continuidad y con eso le bastaba, luego llegó la etapa de “la promoción de logros” y de verse “animosa”, no se le puede pedir mucho en ese renglón, pero lo intenta y con la ventaja que mantiene le basta con eso.
Ahora las dos se preparan para sus últimos días de precampaña, para cerrar la etapa y lanzar la estrategia de los eventos “no compañeros”, pues es imposible pensar que las dos se quedaran encerradas y calladas, digo, se han violado todos los tiempos de las campañas, el INE, dormido y no pasa nada, así que es imposible pensar que en la llamada “ínter campaña”, se queden de brazos cruzados.
Bueno, quien sabe si Xóchitl si lo haga, ya ve lo que pasó el año pasado, que mientras Claudia recorría el país haciendo eventos en plazas públicas, en lugares cerrados y en todos lados, manteniendo una presencia constante, en tierra y en medios, mientras que la candidata de la oposición se la pasó viendo asuntos internos de la alianza y en las negocias, así que capaz y en los próximos 40 días, hace lo mismo.
Pero la cosa está clara, en la precampaña no cambiaron las cosas, la que iba en primer lugar, sigue en primer lugar y la que arrancó en segundo, sigue en segundo.
Interesante es escuchar y leer a quienes ahora ven claramente que la contienda electoral recae en al ciudadanía, es decir, que explican que es la sociedad civil la que tiene que tomar la vanguardia y asumir el peso de hacer crecer a Xóchitl.
La teoría es simple, los partidos políticos que conforman su alianza opositora no tienen la fuerza en la calle para lograrlo y hasta parece que tampoco tienen la intención de hacerlo, pues solo se conformaron con sus espacios en el senado y en la Cámara de Diputados, para “seguir negociando como oposición” y nada más, pelearon por permanecer en su “espacio de confort” y con eso les basta.
Pero pensar en un milagro de la sociedad, en un país en donde por años a la sociedad civil organizada se le ha estado arrinconando cada vez más, con una sociedad que tiene décadas sin cabezas, sin líderes, es demasiado iluso y más cuando la candidata de la oposición no representa realmente “un cambio”.
Haciendo un análisis sobrio sobre “la necesidad del cambio”, tenemos que partir del hecho de que esta “necesidad” no está en la calle, pues sigue siendo articulo de una minoría, grande, pero minoría al fin al cabo.
Bastaría con decir que la aprobación del presidente se mantiene positiva, que su actuación como gobierno se mantiene en el 56 o el 57% de aprobación y aunque la percepción de inseguridad creció, solo lo hizo un punto, es decir, para la mayoría, “la cosa está normal y el presidente lo hace bien” y esa es una combinación perfecta para el gobierno y pésima para la oposición.
En este momento no hay forma de negar que la candidata oficial, es la favorita para ganar la elección, la candidata de oposición, no es la favorita de los grupos conservadores, ni de las mayorías inconformes, en ella no se presenta el efecto Fox, aquel que en el año dos mil, generó la ola del llamado “voto útil”, para sacar al PRI de los Pinos.
Xóchitl no tiene crecimiento en el llamado “voto joven” y para colmo, no hay un tercer candidato en discordia que pudiera arrebatarle votos a la candidata oficial y con eso “cerrar” un poco la contienda.
El ciudadano dice que la situación de inseguridad es “normal” y el presidente mantiene la aprobación, casi un jaque mate perfecto para las aspiraciones de cambio de rumbo vía las urnas.
¿Pero hay espacio para que pase algo?, sí, claro que sí, pero en el tablero no hay un elemento que valga la pena tomarlo en cuenta como el gran detonante para que ese algo pase y quienes plantean esa posibilidad, tienen que contentarse con hablar de un “imponderable”, de algo que no sabemos que pueda ser, pero que ocurra y que eso haga “la magia”.
Lo malo de ser muy pragmático y de aferrarse a vivir en la realidad, es que se entiende a la perfección el axioma aquel de “la nada, no crea, ni construye, pues no da nada” y la sociedad, sigue de brazos cruzados y aprobando la situación bajo la que vive o cuando menos, es lo que hace la mayoría y así, no se puede pensar en un “milagro ciudadano”, por más que algunos lo deseen…
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…Movimiento Ciudadano está encaminado al fracaso absoluto, casi dan ganas de apostar que por hay de la primera quincena de mayo su candidato avienta la toalla y pida el voto por Claudia, Dante Delgado, “El Pelochas”, ahoga a su partido en sus sueños guajiros y muy ambiciosos y en la entidad de plano el efecto “foso foso”, no existe y no se ve que alguien quiera cargar con ese muerto. “El Caballo” Lozoya lo decíamos hace ya muchas entregas, cometió el error de no ver la realidad y su partido se encamina a morir por endogamia política, por tenerle miedo a que el partido creciera y que le pelearan la presidencia desde adentro, se puede decir que simplemente están viviendo la realidad que siempre alcanza a ese tipo de franquicias…
…Los que traen el acelerador a fondo son los alcaldes Marco Bonilla de Chihuahua capital y Cruz Pérez Cuéllar de la fronteriza, van a una reelección que tiene mucho sabor de candidatura a gubernatura adelantada. Ninguno de los dos tiene competencia real en frente, pero los dos tienen riesgos que deben de superar y de los que se deben de cuidar, pues un error en esta elección, los puede dejar fuera del 2027, elección en la que los dos tienen puesta la mirada…
…El que de plano salió con un discurso muy débil y una “propuesta” demasiado ilusa es el buen amigo Beto Pérez, alcalde del antiguo San Antonio de los Arenales, quien afirma que la única solución para resolver el grave problema de la inseguridad y la violencia es fomentar los valores desde la familia y que todos juntos trabajen para resarcir el daño que se le ha creado al tejido social. De plano, un discurso que no da soluciones, que solo está dicho para gastar saliva y para declarar al municipio derrotado ante la ola de violencia. No, ese discurso ya no se lo traga el ciudadano calle, pues a la delincuencia se le combate con policías, con estrategias, con trabajo, no con discursos ramplones…
