Durante el terremoto que se vivió en México el 7 de septiembre, muchas personas observaron en el cielo nocturno tonalidades azules, verdes y violetas.
Durante el terremoto que se vivió en México el 7 de septiembre, muchas personas observaron en el cielo nocturno tonalidades azules, verdes y violetas nombradas “Luces de terremoto”; se tratan de “una descarga de plasma que ocurre cuando una roca está bajo tensión y acumula carga eléctrica”; parecido a cuando frotamos dos rocas de manera rápida, esto según Friedemann Freund, del Instituto SETI de la Nasa. La manifestación anterior puede servir como advertencia de que un temblor se acerca; sin embargo, este suceso extraordinario causó controversia pues son muy pocos los casos que se han podido registrar y de los que se tiene conocimiento.
Si este peculiar fenómeno desató la incertidumbre en algunos mexicanos, imagina la confusión que experimentaron las civilizaciones antiguas, pues en ese tiempo el conocimiento no pudo validar su origen. Formas en las nubes, eclipses, tormentas, las estrellas… todas manifestaciones celestes que durante muchos años evocaron la espiritualidad en búsqueda de respuestas. Pero, para nuestra fortuna, la mayoría de estos fenómenos ya los explica la ciencia.
Por esta razón, el siguiente listado es una muestra de aquellas maravillas extrañas que suceden en el cielo:
La tormenta eterna de Venezuela
La Organización Guinness entregó la certificación que reconoce al Relámpago del Catatumbo o tormenta eterna de Venezuela, como el lugar del mundo con la mayor concentración de relámpagos. Durante este fenómeno, las nubes crean remolinos y la tormenta produce rayos. Siendo tan frecuente, genera una gran cantidad de ozono en la atmósfera, el 10 % de la capa de nuestro planeta.
Los indígenas wari ofrecen una explicación de los relámpagos, según ellos se debe a la reunión de millones de luciérnagas que rinden tributo a los padres de la creación.
Nubes nacaradas
También llamadas nubes estratosféricas polares, son atractivas por sus vistosos tonos pastel. Se componen de diminutos cristales de hielo y se forman a temperaturas de aproximadamente -50 °C. Sus cristales de hielo sirven como catalizadores de gases del efecto invernadero emitidos por los aerosoles.
Aurora boreal
Uno de los fenómenos más conocidos. Se trata de hermosos reflejos de luz en el cielo de diversas tonalidades producidos por la radiación solar. Principalmente ocurre de noche en regiones polares.
Nubes Lenticulares
Esta nube en forma de lenteja, aislada de otras nubes, se crea cuando el aire húmedo reposa en lo alto de zonas montañosas. Son consideradas como presagio de tormenta y, en ocasiones, su forma se ha confundido con ovnis.
Arcoíris de fuego
Nubes Asperatus
Es un nuevo tipo de nube en forma de ondas ásperas. El director de la Cloud Appreciation Society cree que éstas pertenecen a una nueva categoría, y se trataría del primer nuevo tipo de nube en tomarse en cuenta desde 1951. Antes existieron las nubes undulatus.
Cinturón de Venus
Es una banda rosada, visible sobre el azul marino de la sombra de la Tierra. Ocurre durante el amanecer y el crepúsculo. La tonalidad rosa claro del arco se debe a la retrodispersión (reflejo de partículas) de la luz enrojecida a la salida o puesta del sol.
Supercelda
Se trata de una tormenta en rotación que dura algunas horas. Puede ocasionar tornados de larga duración y enormes pedazos de granizos del tamaño de una pelota de béisbol, por lo que son temidas. Se forman cuando existen vientos excesivamente fuertes e inestables a grandes alturas.
Pilares de luz
Este efecto es creado por el reflejo de la luz en múltiples cristales de hielo, mismos que circulan en la atmósfera o en las nubes. Parecen emerger del horizonte hacia el cielo y, al igual que las auroras boreales, suelen aparecer en zonas árticas.
Parhelios
También llamado parahelio, se forma por una gran cantidad de partículas de hielo en las nubes cirro (tipo de nube compuesta de cristales de hielo).