Los mexicanos prefieren ganar más dinero que reducir su jornada laboral

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Si bien la jornada reducida es vista en América Latina como una buena alternativa para mejorar las condiciones laborales, los mexicanos -y algunos empleadores- aún se resisten.

Se apruebe o no en este periodo legislativo, que concluye el próximo 30 de abril, la jornada laboral reducida tiene otros obstáculos que vencer para que sea una realidad en México, como ya lo es en otros países de América Latina, entre ellos, Ecuador, Venezuela y Chile.

De entrada, una preocupación de la fuerza laboral mexicana está en el salario. La agencia de investigación de mercados y opinión pública Quiddity encuestó en enero pasado a 3,091 personas de Argentina, México, Brasil y Colombia para saber cómo sería su jornada laboral ideal.

A 31% le gustaría achicar la semana laboral, aún si eso implica alargar la jornada diaria o una reducción del salario. Pero casi siete de cada 10 mexicanos prefieren mantener su trabajo tal cual está, a 21% le gustaría trabajar menos días a la semana, aunque eso signifique laborar más horas al día para mantener el mismo salario, mientras que solo 10% está dispuesto a laborar menos días a la semana, con una posible reducción salarial.

Diego León, director de Quiddity México, considera que en parte esta idea viene de la pandemia y los cambios en las modalidades de empleo, ya que los colaboradores en un formato híbrido o remoto suelen extender su jornada laboral en casa, por lo tanto, no tienen problema en aumentar las horas por día, con tal de obtener un día adicional de descanso, sin que sus ingresos sean alterados. “Sacrifico mi tiempo, pero no mi ingreso”, dice.

Sin embargo, esta reforma, que propone modificar el artículo 123 de la Constitución Mexicana para que por cada cinco días de trabajo hayan dos de descanso (ocho horas menos a la semana), da por sentado que el salario no debe modificarse. Y en caso de que se apruebe la iniciativa, los empleadores que reduzcan el salario estarían incumpliendo con la ley.

De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo (LFT), el patrón puede reducir el sueldo, sólo si el trabajador acepta, es decir, que tiene que haber un común acuerdo, así como una notificación con 30 días de anticipación.

De los cuatro países analizados por Quiddity, México es el que está más aferrado a su condición laboral actual, debido al temor por perder dinero. Brasil es quien tiene más apertura para bajar su salario. Adicional, considerando una semana laboral de cinco días o 40 horas, para 39% de los encuestados lo ideal sería estar dos días presenciales y tres vía remota.