Los emperadores cumplían, los dictadores no…

El Peje decía que con cien mil se iba… Senadoras del PVEM el juego populista… Ya controlan todos los penales ¿qué sigue?… “El Pony” Lara lo escribió muy claro… Era Marko Cortes no Marco Bonilla…

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El Peje decía que con cien mil se iba…
Senadoras del PVEM el juego populista…
Ya controlan todos los penales ¿qué sigue?…
“El Pony” Lara lo escribió muy claro…
Era Marko Cortes no Marco Bonilla…

“Un emperador debe de cumplir con su palabra, de tal forma que si castiga, el castigo se debe de cumplir al pie de la letra, pero si perdona, el perdón debe de ser absoluto”, Santiago Posteguillo, el maestro español de literatura inglesa, escritor prolijo, poseedor de una narrativa excelsa, señala que esa frase se le debe de atribuir al emperador Trajano. (Marco Ulpio Trajano emperador romano desde el año 98 hasta su muerte en 117).

La frase es enorme y en si misma es una clase absoluta de política gubernamental, pues un gobernante que no cumple con su palabra, no sirve para gobernar, es por eso que los asesores que entienden muy bien lo que significa “cumplir con lo que se promete”, es que les recomiendan a quienes los contratan no “prometer de más” y se dedican a atemperar a los candidatos, para que no digan babosadas.

En México se dice que fue el profe Carlos Hank González, el creador del “Grupo Atlacomulco”, era el que usaba mucho el dicho aquel de: “prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila”. Y que al decirlo, se reía y agregaba, “pero en este México hay que prometer hasta meter y ya metido, chingue su madre lo prometido”.

Y es por eso que nos hemos enfrentado a muchos gobernantes, presidentes, gobernadores, alcaldes, senadores, diputados federales, locales, síndicos y hasta regidores, que prometen de todo y sin medida, pues juegan “con la expectativa” y el “hambre de cambio” de los ciudadanos que van a votar.

Claro, también hay los que juegan con el hambre real del pueblo, pero en ese juego basta con repartir despensas y pagar para conseguir los votos, nosotros hoy hablamos de las promesas, de las “echadas”, de jugar con la esperanza.

El que aprendió a la perfección la lección, tras dos rotundos fracasos, fue el Peje, quien en el 2018 se dio cuenta que no bastaba con el enojo para conseguir la mayoría de los votos, que le hacía falta “la esperanza” y por eso cambio su discurso, cambio su estrategia, dejó de enviar al diablo a las instituciones, hablaba de cambio, de detener la corrupción, de llevar a juicio a los corruptos y por eso obtuvo el voto de quienes en sus dos incursiones anteriores no habían votado por él. Casi podemos decir que el Peje se convirtió en un “Obama región 4” y por eso ganó de forma rotunda.

Tras su triunfo, surgió el verdadero Peje y explotó su soberbia, y por eso en una de las mañaneras ufanó señalaba que era imposible que sus enemigos políticos reunieran cien mil ciudadanos para protestar en su contra, ¡eso era imposible!, ¡él es el dueño del pueblo y el pueblo lo ama!

Y se le ocurrió decir, que si se llegaba a presentar una protesta de cien mil ciudadanos en su contra, él dejaba el poder, renunciaba y se iba “a la Chingada”, su rancho en Palenque Chiapas.

Pero llegó el día, el domingo pasado no hay dudas, la cifra de ciudadanos en el Zócalo superó esa cantidad de personas aglutinadas y de inmediato las autoridades de la Ciudad de México se apresuraron a decir que no eran más de 90 mil, aunque cuando se han presentado aglomeraciones similares en eventos que ellos mismos organizan o del propio Peje, no dudan en señalar que eran 250 o 300 mil los reunidos.

Este lunes, en “la mañanera”, “El Peje” no presentó su dimisión al cargo y hasta se mofó de la manifestación diciendo que quienes la organizaron “no quieren la transformación y lo que quieren es seguir robando”.

Pero ya son cuatro años y casi tres meses de su desgobierno y ese ha sido tiempo suficiente para entender que el Peje no sabe cumplir, que sus mentiras son enormes, que él es un priista de los de antes, de esos que prometían hasta meter y ya metido, chingue su madre lo prometido. Y para colmo, es priista de la peor calaña, de esos que mienten con la sonrisa en el rostro, de esos como Peña Nieto, que sonriendo decía, “el presidente no se levanta en la mañana pensando como joder a México”, cuando en realidad todos los días se levantaba preguntando cual era el nuevo negocio para llevarse más millones a la bolsa a costa del pueblo de México.

Con el Peje en México no se acabó con la corrupción, los narcos siguen siendo los dueños del país, la familia del presidente se hizo multimillonaria, ahora hay más pobres que nunca, el dolar va a la baja y la canasta básica a la alza, lo mismo que la gasolina, el gas y todo lo demás.

Las grandes obras no sirven, la central avionera es una verdadera cochinada, Dos Bocas se inunda hasta cuando no llueve y no han producido un sólo litro de gasolina, el tren Maya no arranca y los daños ecológicos son enormes, la Ciudad de México desgobernada por la Tde5a se cae a pedazos, el Metro es la prueba más clara de lo que pasa.

Y todo eso no basta para que el Peje renuncie, ¡claro qué no! El pasado domingo pudieron ser dos millones de mexicanos, o más y él diría que no son pueblo, que era una manifestación de los corruptos.

Hay que entenderlo, el Peje no es un “emperador”, es un dictador y como tal su único camino es mantener la confrontación y de ser posible llevarla al extremo, para que ese sea el pretexto ideal para eternizarse en el poder.

Ahora bien, la calle fue tomada el domingo y no hay un solo partido político de oposición o candidato que pueda abrogase esa movilización, es el hartazgo, es el enojo, es el miedo a un futuro incierto, es la suma de todo eso y sin candidato.

Las preguntas son, ¿alcanza el hartazgo para el 2024? ¿Se puede seguir por esa ruta sin un candidato? ¿La sociedad será la que arrastre a la mal llamada oposición? ¿Estamos en riesgo de por hartazgo votar por un cambio que al final resulte peor que lo que hoy tenemos?

Muchas dudas y una sola certeza, México camina por una ruta de destrucción…

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Ya que iniciamos con dichos, dice uno muy viejo, “Vago el niño y le regalan resorteras”, y esto viene a cuento por la propuesta que impulsan tres senadoras del Partido Verde, quienes proponen que las empresas les paguen a sus empleados un mes de aguinaldo.

La propuesta es cien por ciento populista, no hay forma de verla de otra forma, sobre todo si tomamos en cuenta la situación por la que pasan los negocios en México, con falta de estímulos fiscales, recuperándonos de una crisis absoluta por la pandemia y con el mercado a la baja en todo.

Pero las senadoras Gabriela Benavides, Alejandra Lagunes y María Graciela Gaitán, no piensan en eso, piensan nada más en la ganancia electoral, en salir a la calle a decir que su propuesta significa un gran apoyo para las familias mexicanas, cuando en realidad significa la gran posibilidad de que si esa propuesta se apruebe, muchos negocio opten por reducir su nomina y despidan empleados o lo que es peor para muchos, que aumenten las contrataciones “sin derechos”, pues muchos dueños de micro y pequeños changarros van a preferir hacer eso, que tener que cumplir con tanta cosa.

Entendiendo la realidad de México, la única forma de lograr mejoras substanciales en los ingresos de los trabajadores, no es castigar más al empresario y si más bien, que el gobierno se ajuste el cinturón y ofrezca mejores condiciones fiscales a los que generan empleo, es decir, que se genere un circulo virtuoso en donde el ganador sea el trabajador.

Pero eso no ocurre en nuestro país, en donde prácticamente todas las actividades de negocio cargan con un 16% de IVA, con un ISR que llega en ocasiones a ser el 35% del ingreso bruto de una empresa o de un empleado. Es decir, en México se paga el ISR: por el salario; honorarios; remuneraciones a miembros de consejos, administradores, comisarios y gerentes; arrendamiento de inmuebles y muebles; contratos de servicio turístico de tiempo compartido; enajenación de acciones; arrendamiento financiero; regalías, asistencia técnica y publicidad; intereses; premios; actividades artísticas, deportivas o espectáculos públicos; remanente distribuible de personas morales con fines no lucrativos; dividendos, utilidades, remesas y ganancias distribuidas por personas morales; venta de bienes inmuebles; construcción de obras, instalación, mantenimiento o montaje en bienes inmuebles, inspección o supervisión y otros ingresos. Es decir, por casi todo.

Y los únicos que no lo pagan, son los que viven en el extranjero.

Así que la solución no es “apretar” más a los que generan empleo, la mejor ruta sería que todas las mejoras que se les otorguen a los trabajadores sean deducibles de impuestos, de tal forma que cuando una empresa le pague más a sus trabajadores, es decir, haga una mejor división de la riqueza, la empresa pague menos impuestos, pero aquí lo que pasa, es que cuando un trabajador gana más, el gobierno decide cobrarle más al trabajador y a la empresa, de tal forma que al final de cuentas el aumento que se le da al trabajador, la mayor parte se la lleva el gobierno. Y como dicen los chavos “puesasinosepinchispuede”…

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…La Secretaría de Seguridad Pública Estatal, ya tiene bajo su control a todos los penales de la entidad, ya hicieron todas las intervenciones y es de aplaudirles que en ninguna de ellas se presentaron problemas mayores, es decir, fueron operaciones limpias. La interrogante es: ¿y qué sigue? Pues aun entendiendo que mantener limpios y en orden los penales es un paso muy importante en los temas de seguridad, pero a pesar de eso, la situación en las calles de la entidad y en la Sierra sigue siendo altamente peligrosa. Así que urgen resultados…

…Algunas voces se levantaron en contra de Roberto “El Pony” Lara, por lo que escribió en sus redes sociales en torno a Genaro García Luna y Felipe Calderón, hay quienes lo quisieron tachar de oportunista, sobre todo por lanzar criticas “al fanatismo” panista que en el sexenio de Calderón no les permitió entender la realidad y el hartazgo ciudadano. La reflexión publicada por “El Pony” Lara, hay que leerla y entenderla no como la expresión de alguien que quiere ser candidato, y si más bien cómo un análisis que explica una realidad, dolorosa para el PAN, pero una realidad absoluta. No dudamos de la capacidad del “Pony” para hacer una campaña interna en el PAN para buscar una candidatura, pero en verdad dudamos que tenga las condiciones políticas adecuadas para lograrlo, a la mejor su partido lo está desperdiciando dejándolo sin tarea, pero su reflexión es sumamente valida…

…En la pasada entrega en uno de los “títulos de tema”, escribimos: “El deslinde de Marko Bonilla muy idiota”. Cuando publicamos la columna mas de cuatro nos enviaron mensajes señalando que si nos estábamos refiriendo al presidente nacional del PAN, era Marko Cortes, no al alcalde Marco Bonilla. Al darnos cuenta del error modificamos el texto publicado, pero no queremos dejar pasar el asunto como si no hubiera pasado nada. Hacemos una disculpa pública, reconocemos que nos equivocamos y que lo más probable es que en el futuro nos volvamos a equivocar, pues ya ve usted cómo somos. Saludos al Alcalde y al presidente nacional del PAN no me lo saluden, está demasiado chonte el bato, capaz que si nos leyó, no entendió nada, así que así déjenlo…