Massive Caller encuesta senadores 2024…
Peje le gana a María Eugenia en el Estado…
El SAT un nido de corrupción absoluta…
Cucorrupto Ochoa con Marcel Ebrad…
La encuesta presentada por la empresa “pro panista” Massive Caller, en donde da a conocer que si hoy fueran las elecciones el 40.3% de los ciudadanos votarían por los candidatos de Morena y que solo el 26.3% lo haría por los candidatos del PAN y solo un 8.2% por candidatos del PRI pone las cosas mucho muy claras rumbo a la elección del 2024, año en el que “la casa” puede sufrir el más duro descalabro posible.
De entrada, esa encuesta da para entender que la unión de candidatos del PRI con candidatos del PAN no alcanza para asegurar el triunfo en ese proceso.
La situación es en la calle, no en el imaginario y mucho menos en el terreno de los deseos o de las fobias, o en los análisis inteligentes, ya que la realidad es absolutamente terca y a pesar de todos los tropiezos, a pesar de todos los errores cometidos por el presidente y su Tde5a, el hecho es innegable, están ganando la calle con hechos, no con explicaciones, no con análisis, no con promesas de futuro, reparten a manos llenas, cosa que no le sirve al país, cosa que no soluciona nada, pero que está construyendo su próxima victoria electoral.
Es decir, no se trata de a quién le creen, de en quien confía el ciudadano calle, la situación está tan jodida, porque se trata de quien es el que reparte, quien es el que sí da, de quien llegan los apoyos y lo demás sale sobrando.
La pobreza es extrema y las condicionantes de vida son extremas y en esas condiciones la masa deja de analizar para solo tomar en cuenta lo que les ponen en la mano y el resto sale sobrando, pues al fin y al cabo al país se lo está llevando la chingada desde hace mucho y no pasa nada.
Es por eso que hay poco espacio para cambiar las cosas, para revertir esa “intención de voto”, pero la oposición no encuentra la ruta por una simple y sencilla razón, la buscan en donde no está, por rutas que no son las indicadas, pues ellos hablan de convencer al imaginario colectivo y en vez de eso lo que tendrían que hacer es cambiar realmente o cuando menos impactar de forma directa en la realidad de los futuros votantes, mientras no hagan eso, no hay ruta segura para el 2024…
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La otra encuesta fue la de Consulta Mitosfky de Roy Campos, una que resulta altamente interesante leerla, pues en ella nos dice que a lo largo de todo el primer año de gobierno de María Eugenia Campos en la entidad, cada mes el presidente Andrés Manuel López Obrador a estado mejor evaluado que ella.
En septiembre del 2021, “arrancaron” y el presidente consiguió un 56.2% de aprobación contra un 46.9 de la gobernadora.
En octubre del año pasado Amlo tenía un 54.9 y María Eugenia un 47.5; para noviembre Amlo se mantuvo casi igual, pero perdió una décima de punto, al colocarse en un 54.8 y María Eugenia subió de nuevo al 48.9.
En los siguientes dos meses, María Eugenia volvió a sumar puntos, primero llegando al 50.1 y luego llegar al 52.5, que fue su máximo nivel de aprobación del ciudadano de la entidad.
Pero por su parte el presidente también subió, primero al 60.2 y luego en enero llegó al 63.3% de aprobación.
El punto más bajo del Peje fue en junio pasado, cuando apenas registraba un 45.6% de aprobación y María Eugenia aunque también registró una caída, casi lo empata con un 45.1, pero para julio pasado la gobernadora registra su peor caída en la aprobación de los ciudadanos al registrar un 41.7%, mientras que el Peje logró incluso una mejora al llegar al 46.3.
Al sierre de septiembre pasado la gobernadora registra en el traking de Mitosfky un 48.9% de aprobación, mientras que el presidente sigue arriba de ella con un 49.2.
De tal forma que podemos decir que esas dos encuestas se complementan y dan una visión panorámica de lo que ocurre en la entidad, ya que siendo el estado supuestamente más antipejista del país, resulta ser que el presidente está mejor evaluado y con mayor nivel de confianza de parte de los ciudadanos que la gobernadora.
Se pueden presentar mil excusas, dar explicaciones de todo tipo, incluso se puede desacreditar las encuestas, “porque no sabemos quien es el que las paga y el que las paga es el que las manipula”, pero lo cierto es que hay un grito silencioso en la calle, el cual debe de ser escuchado atentamente…
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El SAT en Chihuahua, en Juárez y en todo el país es un nido de corrupción absoluta, no hay citas y solo se puede conseguir una si se encuentra a quien pagarle para conseguirla, el colmo es que incluso hasta la solución final tiene precio.
Si usted necesita una cita, acuda a las oficinas del SAT y busque al contacto, es fácil identificarlo, es el que recibe gente, habla con ella unos segundos, se los lleva a la vuelta, los deja esperando afuera, él entra y sale tras cinco o máximo 10 minutos les entrega unos documentos y sus clientes se van contentos.
Los casos mayores, se arreglan vía un intermediario, pero no se preocupe, usted debe 10, 15 o 20 millones de pesos en créditos fiscales, no hay problema, el pago al funcionario es del 15 al 20% de comisión del total de la deuda y luego se paga al SAT un arreglo de otro 20%, es decir el descuento es del 80% y el pago del servicio apenas es del 20% ¡una verdadera ganga! Pues usted termina por pagar uno más del 40% de lo que debe y que por cualquier otra vía no le darían descuento alguno.
Hoy no hay citas, no se resuelve nada en línea, los sistemas están caídos o sobre-saturados, la corrupción es enorme y nadie, absolutamente nadie ve nada…
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La semana pasada presentaron a Héctor Ochoa como el representante de la precampaña de Marcelo Ebrard en la entidad, de plano somos un pueblo de muy corta memoria, pues el sujeto en cuestión dejó una larga estela de actos de corrupción durante la administración de Javier Garfio.
Luego dio el salto y se volvió morenista y apareció en el Congreso de la Unión como supuesto defensor de los derechos de audiencia en el canal del Congreso, después apareció en la Unión Ganadera, desde donde se dedicó a lanzar ataques gangsteriles en contra de quienes no le hacían favores para apoyar a tal cual grupo interno de la ganadera.
Mantiene contratos con alcaldías panistas y morenistas, y de pronto trae cartera suficiente para hacer eventos y erigirse como el vocero de la campaña de Marcelo Ebrard.
El caso es que hay quienes si se acuerdan de las corrupción de Héctor Ochoa, a quien algunos le dicen “Cuco” y otros todavía se acuerdan del apodo aquel de “Cucorrupto Ochoa”…
