Importante que acotemos sanciones ante posible llegada de armas fabricadas en 3D

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Como lo expusimos en la pasada entrega la aparición de la tecnología de impresión en 3D, conlleva a la fabricación de todo tipo de artículos, incluidas armas indetectables, sin registro y con alto poder letal.

Entonces, las posibilidades de usar la impresión 3D para la creación de armas es real, y con el tiempo los diseños van evolucionando hacia lo más práctico y peligroso. Ahora es posible que cualquier persona pueda “imprimir un arma” en su hogar.

Por tanto y ante la inminente circulación de este tipo de artefactos propuse reformar el Código Penal Federal a fin de incorporar un inciso en el artículo 161, que establezcan penas privativas de la libertad y administrativas a quienes vendan, acumulen o fabriquen sin permiso, este tipo de artefactos.

Para quedar redactados de la siguiente manera:
Artículo 162.- Se aplicará de seis meses a tres años de prisión o de 180 a 360 días multa y decomiso:
II.- Al que ponga a la venta pistolas o revólveres, careciendo del permiso necesario;
IV.- Al que, sin un fin lícito o sin el permiso correspondiente, hiciere acopio de armas,
V.- Al que, sin licencia, porte alguna arma de las señaladas en el artículo 161.
VI.- Al que, sin un fin lícito o sin el permiso correspondiente porte o fabrique armamento que su fabricación sea impresa en tecnología 3D en sus diversos materiales.

En todos los casos incluidos en este artículo, además de las sanciones señaladas, se decomisarán las armas. Esta medida no aplica para los funcionarios y agentes de la autoridad pueden llevar las armas necesarias para el ejercicio de su cargo.

En muchísimas ocasiones se ha hablado de la impresión 3D como algo atractivo, práctico, de mucha utilidad y grandes posibilidades, de hecho esta actividad comienza a ser parte del mundo de la tecnología en forma masiva, pues no solo cualquiera puede tener una impresora 3D comprada en una tienda o incluso hecha en casa, sino que también está siendo parte del desarrollo de nuevas aplicaciones para la medicina, educación a futuros profesionales, prótesis o tecnologías de uso espacial, entre otras.

En una publicación de la página G314152impresoras3d, especializada en tecnología 3D, se asegura que, al tener la posibilidad de imprimir casi cualquier producto o diseño, no solo está siendo usado este método para propósitos más casuales como hacer fundas para móviles personalizadas o incluso instrumentos musicales, sino también para la creación de armas.

En teoría quien posea una impresora 3D puede “imprimir un arma”. Esa es una idea difícil de asimilar que poco a poco supone un verdadero riesgo para la seguridad. Un arma hecha de plástico con fácil ensamblaje es un peligro para cualquier aeropuerto o vuelo, dado que no activa las alarmas de los detectores de metales, por lo que nuevas medidas de seguridad deben tomarse.
Hace poco más de un año fue presentada la primera arma creada usando impresión 3D del mundo, y desde entonces los modelos han evolucionado y se han perfeccionado mucho más. Puede que no sean armas 100% equiparables a una de metal, tradicional, pero sin duda pueden también ocasionar daños, heridas y técnicamente hasta la muerte de un individuo.

No muy lejos, en Filadelfia ya se han prohibido las armas impresas en 3D como medida de precaución por lo que pueda pasar y por lo que han visto en Internet los responsables de los posibles usos de las impresoras 3D. El Consejo de la Ciudad de Filadelfia votó unánimemente para vetar de manera preventiva su posible uso armamentístico, algo que puede sentar un precedente muy peligroso.

El miedo a lo que pueda pasar y la constante puesta en tela de juicio de los norteamericanos es algo que no deja de sorprender. Según los argumentos presentados para que las armas impresas en 3D sean prohibidas, hay que destacar esta:
Cualquier persona puede hacer una (pistola) con una impresora 3D o incluso bombas, como las empleadas en el atentado en Boston.

El problema es que ya se han realizado algunas armas impresas en 3D, por lo que el pánico en el país de las armas no ha tardado en contagiarse a las personas. La afirmación: cualquiera puede comprarse una impresora 3D, imprimir un arma ilegal (sin número de serie y sin registrar) y matar con ella está haciendo mucho daño, pero vamos a analizar si eso es ahora viable.

Aunque la impresión 3D sea tecnológicamente relevante, las armas creadas usando esta tecnología podrían ser pronto un peligro real para la seguridad. En muchos países existen limitaciones para comprar armas, como Reino Unido o Venezuela, donde las armas de fuego han sido prohibidas de forma absoluta para los ciudadanos comunes.

Sin ánimos de caer en la eterna pelea o debate de si es cierto o no que “las armas no matan personas, son las personas las que matan a otras personas”, ni el debate en pro o en contra de las armas, el detalle más importante en este caso es el simple hecho de que los diseños estén disponibles para todos, de la libertad y, en teoría, facilidad que podría tener cualquier persona de fabricar su propia arma de fuego.

El tema es delicado y apenas acaba de surgir, pero tomando en cuenta los cambios y avances que se han visto en el mundo de las armas 3D durante apenas los últimos 12 meses, los gobiernos y entes de seguridad tendrían la responsabilidad de poner un ojo en el asunto.