Episcopado Mexicano señala: “el crimen se ha extendido por todas partes”

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Mediante un comunicado oficial la Conferencia del Episcopado Mexicano envía un mensaje al pueblo de México, en donde subrayan “El crimen se ha extendido por todas partes trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad, afectando las actividades productivas en las ciudades y en el campo”.

Dicho comunicado firmado por 23 obispos del país, dice, “El reciente asesinato de un civil y de dos sacerdotes Jesuitas dentro del templo católico de Cerocahui, en la región de la Tarahumara en Chihuahua, no es más que una muestra más de la falta de valores y sensibilidad a la que se ha llegado, perdiendo todo respeto a la dignidad humana”.

Y afirman que los datos oficiales en el país ya hablan de 122 mil asesinatos y reconocen que como Iglesia ellos no han hecho lo suficiente para detener esta ola de violencia.

De forma adicional hacen el llamado para que el Gobierno de la República y a los distintos niveles de gobierno para que se revise las estrategias de seguridad que hasta hoy no han dado resultado.

A continuación les presentamos integró dicho mensaje:

“Mensaje Al Pueblo De México

“Mi paz les dejo, mi paz les doy, no como la da el mundo no se turbe su corazón ni tengan miedo” Jn 14, 27

Los obispos mexicanos nos dirigimos como pastores de la comunidad católica, al Pueblo de México con profunda preocupación por la creciente violencia que sufre nuestro querido País y con una gran tristeza por la pérdida de miles de vidas inocentes que llenan de luto a familias enteras. El crimen se ha extendido por todas partes trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad, afectando las actividades productivas en las ciudades y en el campo, ejerciendo presión con extorsiones hacia quienes trabajan honestamente en los mercados, en las escuelas, en las pequeñas, medianas y grandes empresas; se han adueñado de las calles, de las colonias y de pueblos enteros, además de caminos, carreteras y autopistas y, lo más grave, han llegado a manifestarse con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres que han hecho de nuestro país uno de los lugares más inseguros y violentos del mundo.

El reciente asesinato de un civil y de dos sacerdotes Jesuitas dentro del templo católico de Cerocahui, en la región de la Tarahumara en Chihuahua, no es más que una muestra más de la falta de valores y sensibilidad a la que se ha llegado, perdiendo todo respeto a la dignidad humana. Los datos oficiales nos hablan de casi 122,000 asesinatos a manos de los criminales durante los tres años y medio. ¡Cuántos asesinatos en México! ha expresado con dolor el Papa Francisco en la Audiencia General del 22 de junio de este año. ¡Cuánta maldad y desorden social! expresamos nosotros como obispos mexicanos.

Reconocemos que como Iglesia tenemos que reconocer que no hemos hecho lo suficiente en la evangelización de los pueblos y que es necesario redoblar esfuerzos. Queda mucho por hacer en la reconstrucción del tejido social, desde la labor pastoral que nos es propia. Reafirmamos nuestro compromiso manifestado en nuestro primer eje transversal del proyecto pastoral 2021-2024: LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ. Por tanto, hacemos un llamado a todo el pueblo de Dios, en especial a los sacerdotes, religiosos (as), catequistas, evangelizadores y demás agentes de pastoral, a sumarse en los trabajos por concretar el proyecto de PAZ de Cristo.

Queremos manifestar nuestra cercanía y solidaridad con todas las víctimas, más allá de nuestras diferencias políticas o sociales, reconociendo que todos somos hermanos- Queremos sumarnos a las miles de voces de los ciudadanos de buena voluntad que piden que se ponga un alto a esta situación. ¡Ya basta! No podemos ser indiferentes ni ajenos a lo que nos está afectando a todos.

Ante la gravedad de los hechos, hacemos un llamado al Gobierno Federal y a los distintos niveles de autoridades, en consonancia con el pronunciamiento que se ha realizado desde el Senado de la República: es tiempo de revisar las estrategias de seguridad que están fracasando. Es tiempo de escuchar a la ciudadanía, a las voces de miles de familiares de las víctimas, de asesinados y desaparecidos, a los cuerpos policiacos maltratados por el crimen. Es tiempo de escuchar a los académicos e investigadores, a las denuncias de los medios de comunicación, a todas las fuerzas políticas, a la sociedad civil y a las asociaciones religiosas. Creemos que no es útil negar la realidad y tampoco culpar a tiempos pasados de lo que nos toca resolver ahora. Escucharnos no hace débil a nadie, al contrario, nos fortalece como Nación.

Todos somos mexicanos, todos necesitamos vivir en paz y concordia. Es responsabilidad de los gobernantes aplicar la ley con justicia para erradicar la impunidad, respetando los derechos humanos, pero procurando la seguridad de los ciudadanos y la paz social. Como obispos mexicanos en unidad con el Pueblo de México del que también somos parte, hacemos un respetuoso llamado a nuestras autoridades políticas a convocar a un diálogo nacional para emprender acciones inteligentes e integrales con el fin de alcanzar la paz mediante una participación conjunta. Creemos que “la paz es posible, que tiene que ser posible”. En esta tarea todos los ciudadanos de buena voluntad podemos ser aliados. ¡No perdamos esta oportunidad!”.

Y firman ese mensaje: Mons. Rogelio Cabrera López Arzobispo de Monterrey Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Mons. Gustavo Rodríguez Vega Arzobispo de Yucatán Vice-Presidente de la CEM. Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe Arzobispo Electo de San Luis Potosí Tesorero General de la CEM. Mons. Ramón Castro Castro Obispo de Cuernavaca Secretario General de la CEM. Mons. Jaime Calderón Calderón Obispo de Tapachula Primer Vocal. Mons. Enrique Díaz Díaz Obispo de Irapuato Segundo Vocal: Mons. J. Guadalupe Torres Campos Obispo de Ciudad Juárez Provincia de Chihuahua.

Además firman, Mons. Oscar Armando Campos Contreras Obispo de Ciudad Guzmán Provincia de Guadalajara; Mons. Rutilo Felipe Pozos Lorenzini Obispo de Cd. Obregón Provincia de Hermosillo; Mons. Carlos Enrique Samaniego López Obispo Auxiliar de México Provincia de México; Mons. Gerardo Díaz Vázquez Obispo de Tacámbaro Provincia de Morelia; Mons. Tomás López Durán Obispo Auxiliar de Puebla Provincia de Puebla; Mons. Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl Provincia de Tlalnepantla; Mons. Eduardo Cervantes Merino
Obispo de Orizaba Provincia de Xalapa; Mons. Dagoberto Sosa Arriaga Obispo de Tlapa Provincia de Acapulco.

Y junto a ellos también signan el documento, Mons. Francisco Moreno Barrón Arzobispo de Tijuana Provincia de Baja California; Mons. Jorge Estrada Solórzano Obispo de Gómez Palacio Provincia de Durango; Mons. Domingo Díaz Martínez Arzobispo de Tulancingo Provincia de Hidalgo; Mons. Enrique Sánchez Martínez Obispo de Nuevo Laredo Provincia de Monterrey; Mons. Florencio Armando Colín Cruz Obispo de Puerto Escondido Provincia de Antequera Oaxaca; Mons. Margarito Salazar Cárdenas Obispo de Matehuala Provincia de San Luis Potosí; Mons. Raúl Gómez González Arzobispo de Toluca Provincia de Toluca y Mons. Pedro Pablo Elizondo Cárdenas Obispo de Cancún Chetumal Provincia de Yucatán.