Entrevista jiribillenta con Silvano Aureoles, “voy a ser presidente a güevo”, señala

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La entrevista es al estilo de la casa, sin ceremonias, sin cortesías innecesarias, el entrevistado es Silvano Aureoles Conejo, el que fuera gobernador de Michoacán, militante del PRD, quien tiene 57 años y que sabe que las condiciones para llegar a la presidencia no son las idóneas, pero que está convencido de que esas circunstancias se deben de construir.

Es un político dicharachero, se sale de los cónones marcados por aquellos que son demasiado dados “a cuidar las formas”, con Silvano eso no va, con él se puede bromear y se puede ser incisivo, no le molesta la pregunta picosa, está hecho al más puro estilo de las tribus de la Revolución Democrática, en donde los tiros eran a matar, pero además hay que entender que es hijo de su tierra y así son la mayoría de los michoacanos, abiertos y desparpajados.

Es por eso que no sorprende que al momento de presentarlo como el candidato “y él dice que el próximo presidente” su primera expresión sea decir, “a güevo” y soltar la carcajada después.

Silvano entiende que no están dadas las condiciones para un triunfo, pero sostiene que las condiciones se deben de crear.

Se niega a que se le identifique como “la corcholata amarilla”, y se explica, “pues las corcholatas se usan y luego se tiran a la basura, yo soy un personaje, soy un político que viene de abajo y que me he partido el alma para superar las adversidades, que se trabajar, trabajo desde los siete años de edad, que soy parte de una generación de políticos que nos formamos en la verdadera izquierda del país y que estoy preparado para ser el presidente de México”.

Se le pregunta si esa izquierda se perdió hace algunos años y responde, “nosotros representamos la verdadera izquierda de México somos los herederos del pensamiento progresista, democrático, del pensamiento liberal” aquel que creo al antiguo Partido Comunista de México.

Sobre la creación del frente amplio opositor, sostiene que debe de ir más allá de sólo los partidos políticos, que se debe de dar una alianza con la iglesia, con los empresarios y con todas las expresiones de la sociedad.

¿Y si te aplican el anayazo?, se le pregunta y revira tajante. “No lo voy a permitir” y explica como en el 2018 Ricardo Anaya y el PAN se aferraron a una candidatura que estaba alejada de la calle y que combinada con una candidatura presidencial del PRI, absolutamente fría, fue que se perdió la campaña.

“Por eso digo que la culpa del triunfo de Morena en el 2018, es del PRD y del PRI, que no hicimos lo que teníamos que hacer y los priistas y los perredistas se fueron como gordito en resbaladero a votar por Andrés Manuel”.

Habla de su pragmatismo político, “pues hay que juntarnos para sacar a estos incompetentes del gobierno”.

Cuando habla de perderse el asco entre todos ellos, le preguntamos por Alito Moreno y dice, “el tema va más allá de Alito, es con el priismo nacional”, se le interrumpe y se le pregunta, “todavía existe” y responde, “por supuesto que sí y están creciendo”.

Vuelve al tema de la falta de representatividad que tenían los candidatos del PAN y del PRI para con los suyos y que fue por ese motivo que panistas y priistas se desencantaron y no acudieron a las urnas, mientras que algunos otros priistas y perredistas sí fueron a votar pero a favor de Andrés Manuel.

Tras ello se detiene un poco y explica que a pesar del régimen populista que padecemos que sólo regala y reparte dinero, eso no les ha bastado para mantener los 30 millones devotos del 2018.

Llega el momento de hablar de las acusaciones en su contra, de si es candidato sólo para sortear la nueva andanada que se le viene encima y uno dice, que no, que esas acusaciones ni le preocupan.

“Las acusaciones son cortinas de humo, son maniobras de los mediocres, que le echan la culpa al que se fue para tapar su mediocridad”, pero además sostiene que las acusaciones que se le montaron fueron una solicitud del propio “señor de palacio”, el que se incomodó cuando él se sentó en su banquillo verde frente a Palacio nacional.

Y nos dice que la única acusación, denuncia en su contra es “por traición a la patria” y se ríe, por lo ambiguo de la acusación, dejando en calor que no le preocupa ese proceso.

Es en ese momento donde le preguntamos si está preparado para que la UIF inicie una cacería en su contra, pues es de todos conocido que la mayoría de los políticos le tienen terror a la Unidad de Inteligencia Financiera y nos responde, “pues solo que me acusen de pobreza inexplicable” y desestima una investigación por ese camino, pues afirma que no tiene cola que le pisen.

¿Y una investigación con nexos con la Familia?, le disparamos de improviso y sin dejarla botar de inmediato da una respuesta, “menos” y luego se ríe y nos pregunta él a su vez, ¿te refieres al grupo criminal? Y con una carcajada de por medio le aclaramos, “claro, no estamos hablando de tu familia, pues a tus primos hermanos sepa la madre quien sean”.

Silvano Aureoles dice que el tema -nexos con la familia- al que si le queda es al actual gobernador de Michoacan, de quien se refiere como “Juanito Bedolla”, pues es su forma de sostener que Alfredo Ramírez Bedolla no es el que gobierna ese estado, “pues es un pendejo que no sabe gobernar”.

Fueron 15 minutos de charla, así, jiribillenta y aquí les dejamos el video para que usted la pueda escuchar completa…