En el 24 defender la gobernabilidad es el reto…

Diputaciones locales son el quid… Xóchitl el 20 de agosto en Juárez… Hay la posibilidad de rompimiento… Gilberto Loya el rumor salió de casa… Miércoles reunión de Gabinete ¿chanatazos?…

421

Diputaciones locales son el quid…

Xóchitl el 20 de agosto en Juárez…

Hay la posibilidad de rompimiento…

Gilberto Loya el rumor salió de casa…

Miércoles reunión de Gabinete ¿chanatazos?…

En las pasadas entregas nos hemos dedicado a presentar análisis estadístico de como han sido los resultados electorales en las elecciones presidenciales y hemos tratado de explicar, que el voto del ciudadano mexicano ha sido cambiante, pero de forma muy explicable, sobre todo en los últimos procesos.

Bien se podría decir que de 1994 para acá, la circunstancia electoral cambió de forma radical y eso obligaba a los partidos políticos y a sus candidatos a tener que cambiar sus estrategias, algunos no lo entendieron en tiempo y forma y muchos que sueñan con ser candidatos, al parecer siguen sin entender ese gran cambio de paradigma que vivimos los mexicanos en relación al voto para elegir los gobernantes.

No hay una bola de cristal para predecir el futuro, así que solo se pueden establecer ciertos criterios que se han venido repitiendo de forma constante, como el hecho de que ya tenemos 23 años que no hay una elección con una participación que iguale a la presidencial de 1994, que llegó al 77.16% del padrón. Ya que el porcentaje más alto de participación ni siquiera ha logrado superar la barrera del 64% del listado nominal.

De esta forma es que se pudiera pensar, que en la elección del año entrante, la participación electoral no será superior a ese porcentaje, pero sin lugar a dudas puede llegar a ser la que más ciudadanos acudan a las urnas a depositar su voto -por el crecimiento del padrón mismo-, pero también debido a la polarización y al “fenómeno de esperanza” que pudiera generar la candidata de la oposición, pues hoy se puede decir que no hay dudas de que será ella, pero todavía pueden pasar muchas cosas.

Para junio del año entrante, es posible que el listado nominal prácticamente cierre en los cien millones de ciudadanos inscritos y pensando en que el 64% es la meta máxima y que la mínima puede rondar el 50% o menos, entonces es posible que estemos hablando de una votación que sí logre superar los 63 millones de ciudadanos votando, cantidad histórica de votantes.

En los círculos azules y de apoyo a Xóchitl, insisten en lograr una votación récord que supere el 70%, pero se ve harto difícil que lo logren.

En lo local, es decir, en nuestra entidad, desde aquel “verano caliente” de 1986, a la fecha, el porcentaje de votación a sido el siguiente:

1986: 51./%

1992: 62.2%

1998: 57.08%

2004: 44.15%

2010: 41.41%

2016: 48.86%

2021: 46.88%

Es decir, de 1998 para atrás, la votación superó la barrera del 50% de participación, siendo la más alta, la de 1992, cuando llegó al 62.2%, elección que ganó el panista Pancho Barrio.

De 2004 a la fecha, la elección de gobernador no llega al 49% de la participación y la más alta fue la del 2016, que ganó Javier Corral, con el voto del odio a Duarte y su corrupción. Y cinco años después, la votación bajó, esto a pesar de la circunstancia de persecución política que sufrió la hoy gobernadora y que era una intermedia federal. 

Bien se pude decir que estadísticamente el promedio de votación en las elecciones a gobernador, en nuestra entidad son con una participación ciudadana del 45.32%.

La elección del año entrante, es posible que supere esa barrera de participación, por ser una elección presidencial y a nivel nacional se espera, como ya lo habíamos dicho renglones arriba, que ronde el 63% de participación ciudadana o quizá más, dependiendo como transite la campaña, situación que hace que se “rompan” todas las estadísticas de votación de las intermedias locales.

Ahora bien, en nuestra entidad solo a un gobernador le ha pasado que en la “elección intermedia”, pierda la mayoría de los municipios y pierda el Congreso, como le pasó a Pancho Barrio en la contienda de 1995, cuando el PRI ganó 56 municipios y el PAN solo mantuvo 9 y uno el PRD.

Y en el Congreso del Estado, el PAN se quedó con 7 diputaciones, mientras que el PRI logró una mayoría absoluta con 15 diputados, mientras que el Partido del CDP, con registro local consiguió una diputación y el PRD de igual forma un diputado.

En la elección del 2021, el Congreso quedó dividido de la siguiente manera: 

PAN: 15 Diputaciones.

MORENA: 10

PRI: 5

PMC: 2

PT: 1

Siendo este Congreso, uno de los más “cerrados” en nuestra historían política, pues la bancada del PAN, no tiene mayoría y  solo se conforma con ser la “primera minoría” y requiere del apoyo de aliados políticos, como el PRI y en algunas votaciones también logran el apoyo de Movimiento Ciudadano, para conseguir la votación indispensable para reformas que requieren el voto de las dos terceras partes del pleno.

Rumbo al 2024, hasta antes del fenómeno Xóchitl Gálvez, se decía que Morena estaba creciendo electoralmente hablando en varias zonas neurálgicas de la entidad, como lo es la capital del Estado, en donde se mencionaba que ellos veían posibilidades reales de triunfo en dos de los distritos locales y cerrar la votación en el octavo federal.

Que crecían en Cuauhtémoc, Parral y en la región centro-sur, en especial en Delicias y Meoqui, además de los municipios pequeños como Rosales y Julímes, además de que en Juárez, mantienen muy alta su expectativa de voto.

Claro, en la región Centro-Sur, es imposible pensar que pudieran “voltear” los resultados electorales, sobre todo por que todavía sigue en el aire la tragedia de “la guerra del agua”, pero si se ve factible que pudieran levantar su voto, gracias al trabajo de campo y claro, las becas que reparte el gobierno federal.

En Juárez, hay 9 distritos locales, de los cuales el PAN, sigue señalando que pueden mantener el triunfo en el 5o Distrito que fue el único que ganó en calle y que pudiera revertir el triunfo en otro más, es decir, dos. Por su parte Morena, señala que para el 2024, tienen ellos la posibilidad de llevarse los 9 y dejar al PAN sin un solo distrito en la fronteriza.

La situación clara, es que el PAN y sus aliados, no tienen una figura fuerte para la candidatura a la alcaldía y sin esa figura, es difícil pensar que puedan levantar su votación, más allá de lo que la propia candidata presidencial pudiera darles.

En Chihuahua capital hay cinco distritos, los cinco fueron ganados por el PAN, pero rumbo al 2024, hay voces serias dentro de la “Aldea Pitufa”, que consideran que tienen “debilidad” en dos de esos distritos, es decir, que en vez de un 5 a 0, podría ser un 4 a 1 o un posible 3 a 2.

Aquí en la capital, el PAN tiene en el alcalde Marco Bonilla, que va a buscar la reelección, la figura fuerte de cara al electorado, pero Bonilla no puede cargar sobre sus espaldas con la responsabilidad de los resultados de los diputados locales y por eso se hace indispensable que el PAN establezca una estrategia electoral que posicione a la marca o en su defecto, que consiga candidatos que por sí solos tengan “la fuerza” suficiente para atraer el voto a su favor. 

Cuauhtémoc (Distrito 14) y Parral, (Distrito 21) son zonas en donde el voto de Morena está creciendo y junto a ese fenómeno se ve un debilitamiento del PAN, la Sierra sigue siendo del PRI, pero Morena en los dos ultimas años trae un trabajo de intervención que puede darles grandes dividendos a la hora del voto y para el 2024, al tricolor le tienen que dar cuando menos dos o tres distritos peleables.

La región centro-sur, hay quienes dicen que los distritos que peligran para el PAN, son el Distrito 11 con cabecera en Meoqui. Que los problemas en la “Aldea Pitufa” en Délicias, (Distrito 19), podrían ser la causa de una “inesperada” derrota y que el Distrito 20, con cabecera en Camargo, no tiene mayores problemas, salvo las divisiones que se pudieran dar tras las internas.

Insistimos, ese era el panorama hasta antes de Xóchitl Gálvez. 

¿Qué ha pasado en los últimos dos meses?

Que el fenómeno Xóchitl, arrasa en el PAN, en diversos grupos del PRI y en la sociedad organizada, pero todavía no se puede decir que ese fenómeno se esté reflejando en la calle, de tal forma que el crecimiento que el PAN y otros han detectado de Morena, se debe de entender que todavía existe, es decir, no se eliminó de la noche a la mañana, pues ese crecimiento es basado en el trabajo de campo que realiza la 4T y por supuesto, las dádivas que el gobierno federal entrega.

Pero además de eso, el PAN y sus aliados deben de hacer un ejercicio de critica y análisis serio, en donde vean la realidad absoluta de si el gobierno del estado que encabeza María Eugenia Campos ha dado o no el resultado que la mayoría esperaba y si hay descontento, enojo o decepción, identificar claramente cual es el sentimiento existente y cual es la cura que se debe de aplicar.

Además de eso, es claro y varios panistas lo reconocen, que ellos como partido y Palacio como gobierno, no se han dado a la tarea de implementar una estrategia electoral y de marketing, que los y las diputadas federales están ausentes completamente y con espectaculares colgados en las principales avenidas, no avanzan nada, ni remedian nada, pues esa publicidad no está aparejada con presencia real en la calle y en los medios de comunicación.

En el tema de marketing político, si el gabinete estatal es un “Montesori” donde cada quien anda por su rumbo y no establecen una ruta de gobierno, la bancada en el Congreso del Estado, es el más claro ejemplo de lo que son 15 individualidades incapaces de ponerse de acuerdo.

Al parecer no entienden que para el 2024, cada uno de los candidatos y candidatas a las diputaciones locales, tienen la grave tarea de llevar agua al molino, sumando todos los votos que ellos puedan conseguir y al hacer un análisis de que es lo que están haciendo, es fácil entender que ellos creen que es el molino el que tiene la obligación de llevarles agua a ellos.

Si Palacio y el PAN, no entienden que deben de establecer una narrativa política, un marketing dirigido a fortalecer “la marca”, sobre todo ahora que están faltos de “figuras”, pues no tienen candidatos de peso completo, la ruta rumbo al 2024 será muy cuesta arriba en lo local.

Xóchitl Gálvez, puede ser candidata a la presidencia y puede generar un fenómeno electoral nacional que haga menos dura la derrota presidencial, que la empate o que hasta la gane, pero en lo local, a la aldea pitufa le urge entender que sin ruta de viaje, sin cronograma y acciones medibles, van camino a poner en riesgo la gobernabilidad que les da tener la primera minoría en el Congreso del Estado. Están a tiempo, pero bien dicen los viejos, “el tiempo perdido, los santos lo lloran”…

— — — — — — — — — — — —

…Según dieron a conocer desde la Aldea Pitufa, es posible que el próximo 20 de agosto, Xóchitl Gálvez esté en Ciudad Juárez, que es el bastión más fuerte de Morena, hay animo en los grupos que quieren apoyarla, pero es difícil pensar que logre el arrastre que se dió este fin de semana en Sinaloa, en donde miles de ciudadanos acudieron a darle la bienvenida y a gritarle ¡presidenta, presidenta! Hay que ver como se da esa visita. Por otro lado, ojalá y que ella estableciera con claridad quien jodidos es su representante o su coordinador o coordinadora de campaña en la entidad, pues eso de dejar que todo siga creciendo de forma orgánica de plano es dejar muchas cosas sueltas, sobre todo lo que se refiere a atención a medios y esas cosas…

…Para algunos no es sorpresa que en la Alianza Opositora surjan los señalamientos, las patadas debajo de la mesa y amenazas de rompimiento, eso hace meses se espera que ocurra, sobre todo pensando en que Alito sea “el gran culpable” de estirar la liga para romper esa alianza, cumpliendo con la tarea que le pudieran estar ordenando desde Palacio Nacional, lo que deben de entender los partidos políticos es que ellos no son los importantes para el 2024, que el fenómeno Xóchitl Gálvez debe constituirse en un fenómeno social que esté por encima de los propios partidos, así que aquellos que quieren ver en ese rompimiento una muestra de debilidad, se equivocan, pues “la ola” corre por otros caminos…

…Esta mañana los rumores corrieron de forma masiva en el sentido de que Gil Loya dejaba la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y que lo hacía porque la gobernadora le pedía la renuncia, esto surgió cuando se dio a conocer que Loya sostenía una reunión con la Gobernadora y lo más “ruidoso” de ese chismerio, es que las versiones salían de la propia SSPE. El rumor era creíble, por la insistencia de los propios elementos de la SSPE y porque esa reunión de Loya con María Eugenia, se dio en circunstancias similares a la reunión que sostuvieron hace un par de semanas la gobernadora y Luis Serrato, donde los rumores de la renuncia del sonorense corrieron como chisme en vecindad y horas después se confirmó la defenestración de quien se venía desempeñando como “Vicegobernador”. En fin, Loya se queda, pero el chisme estuvo sabroso…

…Por cierto el próximo miércoles están convocados a reunión de gabinete todos los secretarios, y claro que el horno no está para bollos y hay quienes cruzan apuestas de que se van a presentar “chanatazos” o de perdis, un que otro enroque. Es decir, los chismes siguen corriendo y todo mundo aprovecha la oferta para darle un descontón al chango de su preferencia o a quien tiene deudas pendientes. Una fuente consultada, sostuvo que la gobernadora va a la reunión con el chicote en mano y que trae carpeta de cada una de las dependencias, para checar avances, tareas pendientes y compromisos. Así que ¡hay nanita!, díganles a los que fueron convocados “que lleguen con una piedrita tamaño sandia bajo la lengua”, como decían las viejitas de antes, para ver si con sus caras largas evitan la regañiza y la exhibida en público…