En México una de las tradiciones más esperadas en la de Día de Muertos, donde celebramos a la Muerte a través de los Altares y la vida.
El 2 de Noviembre es un día de veneración para los Mexicanos porque Honramos a las personas que ya no están en este plano con nosotros, seres amados que “se nos adelantaron” y que este día vienen a visitarnos y a compartir con nosotros de la comida, la música… la vida.
Es por medio del Altar que creamos ese “puente” entre la vida y la muerte, un espacio que se enriquece con la comida, bebida, música, gustos y fotos de nuestros seres amados, un lugar para honrar y agradecer lo que nos dejaron, las enseñanzas que siguen en nuestros corazones.
Hoy quiero hablar particularmente de Tania Velázquez, una mujer que es sanadora holística y que ofreció un altar junto a un grupo de personas que decidieron agradecer la vida porque como dicen: “Quien tenga miedo de morir que no nazca”, y fue con un altar circular porque a fin de cuentas nacemos y morimos y es el ciclo de la vida, sin embargo el recuerdo de las personas que ya partieron a otro plano está presente en nosotros cada día, en cada momento, en cada vivencia.
Les ha pasado que reaccionan a determinadas circunstancias y viene a su mente el recuerdo de una persona que ya murió?, yo creo que es así como ellos siguen viviendo, no a través de nosotros sino con nosotros, cuando preparamos la comida que les gustaba, cuando escuchamos su canción favorita, al vernos al espejo y reconocer rasgos y gestos que ellos tenían.
Sí, me parezco tanto a mis ancestros, sí, tengo en mi sus enseñanzas aún sin conocerlos, y por ello es que anoche fue una velada mágica, llena de cantos, complicidad, círculo de palabra, medicina sagrada y agradecimiento, guiados por Tania y Alex, quienes a través de todo eso lograron que se creara una conexión con nuestros seres amados que “murieron”.
Con cantos llenos de amor, acompañados por la guitarra, el ukelele y el tambor, Tania y Alex crearon la atmósfera perfecta para que los asistentes llegáramos a conectar con quienes decidieron manifestarse, y en un circulo de amor convergieron la vida y la muerte como compañeras inseparables.
Hoy honramos y agradecemos a estos muertitos, cada uno como puede, quiere o le enseñaron, el chiste es celebrar la muerte con alegría, con VIDA!
