A ocho pasos de los ex gobernadores: Crónica morbosa

304

Salieron de Palacio de Gobierno, habían acudido a la presentación del libro “El Puño de la Palabra”, escrito por Javier Contreras Orozco y que habla de la vida del profe Antonio Becerra Gaytán. El patio central de Palacio, todavía estaba lleno, ambos se habían tomado varias fotografías con quienes les pedían posar para la selfie, pero no se quedaron a la chirinola.

Iban caminado solos, a ocho pasos por delante del reportero, quien tampoco se había quedado a la chirinola y las firmas del libro y salutaciones.

Patricio le palmeaba la espalda a Fernando. Su caminar es pausado, sin prisas, el contador manotea de manera constante como helicóptero, el otro, el licenciado, solo asiente, es mucho más moderado con su mímica.

El reportero saca el celular y les toma una foto de espaldas, mientras piensa en acercarse más, para tratar de escuchar de que platican tan animosos esos dos.

Es la lucha entre el morbo y el interés periodístico, “pues capaz y esos dos van hablando de candidaturas o de criticas a la actual gobernadora, o de como van a ser los amarres para el 2024”, piensa el reportero, mientras se ríe por su propia indecisión de acercarse más, ocho pasos no son muchos, pero son suficientes para no escucharlos.

Cruzan toda la Plaza Hidalgo por el corredor de la Venustiano Carranza, llegan a la esquina de la Escorza y esperan a que el semáforo les permita el paso. Van solos, sin escoltas, sin acompañantes.

Una dama, señora de más de 60 años, voltea a ver que traemos el celular en la mano, que venimos tomando fotos de esos dos y nos pregunta, ¿es usted reportero? Y le respondo que sí, ella solo se ríe.

Ya estamos a cinco o cuatro pasos de distancia, y les gritamos, “señores gobernadores, volteen para la foto” y los dos lo hacen, sonríen y posan”.

Ambos estiran la mano, el saludo con palmada en la espalda y todo, Patricio me dice, ¿que te pareció?, sin duda se refiere al evento de la presentación del libro, don Fernando por su parte, da las gracias, “gracias por su nota el otro día y el comentario”, se le agradece y ambos me dicen, ven, vamos a ver la estatua de Pancho Villa.

Patricio le va contando a Fernando como le pidió él al escultor Ricardo Ponzanelli la concepción de ese monumento, “es Villa a todo galope, con la pistola en la derecha, con el sombrero cayéndose, mientras ataca Columbus”.

Patricio explica “las patas de “Traga Leguas”, no siete leguas como le dice la raza a la yegua de Villa, están sobre el pasto de esa región”.

¡Ah!, es que la charla que traían esos dos, es sobre historia y monumentos. Nada de grilla, nada de criticas políticas o de posicionamientos electorales.

La charla dura unos minutos, incluso hasta posan para la selfie con el reportero.

Claro, hubo un par de comentarios picosos, pero el que los dijo, se voltea se ríe y me dice, “no es para publicarlos eh, es aquí en corto”.

Un abrazo de despedida y ambos piden que les mandemos las fotos y les digo que sí, pero que primero las iba a usar, Patricio pregunta, ¿en qué? Y se ríe despidiendo al reportero dándole una fuerte palmada en la espalda…