Bajo el argumento de que “no falta gasolina, lo que falla es el proceso de distribución”, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que a partir de hoy se suman 900 elementos de las fuerzas armadas para custodiar a los camiones cisternas que son los que van a distribuir el combustible a los estados del centro y el bajío del país, que es donde hoy se presentan problemas con el abasto.
En este momento ya hay cuatro mil policías militares custodiando instalaciones de Pemex y las líneas de los ductos, para combatir el huachicoleo, el cual se estima es un robo de más de 9 millones de litros diarios de combustible. Que representan 3 mil 285 millones de litros de combustible robados al año.
Andrés Manuel López Obrador, aseguró que “hay gasolina suficiente” para cubrir la demanda y que el desabasto se ha magnificado. El problema, dijo, es el sistema de distribución.
Fuerzas Armadas tomaron ayer el control de refinerías de Guanajuato, Nuevo León y Tamaulipas, así como de las terminales del Estado de México.