El estrés es la respuesta natural del cuerpo a situaciones difíciles o de riesgo, es un estado de alerta para reaccionar ante alguna amenaza, sin embargo, cuando es constante puede afectar otras áreas de la salud como es la caída del cabello.
Si te sientes abrumada por el estrés y además ya comenzó a afectar la salud de tu cabellera, estás en el lugar correcto. A continuación, reunimos cinco formas de ayudarte a encontrar la calma y, en consecuencia, recuperar la salud de tu cabello.
Practica la Respiración Profunda: La respiración profunda es una técnica simple pero poderosa para aliviar el estrés y promover la relajación. Para practicar la respiración profunda, encuentra un lugar tranquilo donde puedas sentarte o recostarte cómodamente. Cierra los ojos y coloca una mano en tu abdomen y otra en tu pecho. Inhala profundamente por la nariz, sintiendo cómo tu abdomen se expande mientras inhalas. Luego, exhala lentamente por la boca, sintiendo cómo tu abdomen se contrae. Repite este proceso varias veces, dejando que cualquier tensión se disipe con cada exhalación.
Haz Ejercicio Regularmente: El ejercicio físico regular no solo es beneficioso para la salud física, sino que también puede ser una herramienta poderosa para combatir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Encuentra una actividad física que disfrutes, ya sea correr, nadar, bailar o practicar yoga, y procura hacerlo de manera regular. Incluso unos pocos minutos de ejercicio al día pueden marcar una gran diferencia en tu nivel de estrés y bienestar general.
Practica la Meditación: La meditación consiste en concentrarse en un objeto, pensamiento o actividad en particular, implica estar completamente en el momento presente, y dejar las preocupaciones fuera. Para comenzar, encuentra un lugar tranquilo donde puedas sentarte cómodamente y cerrar los ojos sin distracciones. Solo concéntrate en tu respiración, observando cómo entra y sale el aire de tu cuerpo, y evita los pensamientos dispersos. Puedes ayudarte con meditaciones guiadas que hay en internet, y comenzar con sesiones cortas e ir aumentando el tiempo, conforme te sientas cómoda.
Dedica Tiempo para Ti Mismo: En medio de las demandas diarias y las responsabilidades, es importante reservar tiempo para cuidar de ti mismo y hacer actividades que te traigan alegría y relajación. Esto puede incluir leer un libro, tomar un baño caliente, practicar un hobby o simplemente dar un paseo por la naturaleza. Prioriza tu bienestar y no sientas culpa por dedicar tiempo para ti mismo.
Toma un día de spa: Un día de spa no solo es un lujo, es una oportunidad de consentirte, de salir de la rutina y de disfrutar de actividades que te hagan sacar el estrés acumulado. Muchos spas tienen las opciones de vapor, sauna o jacuzzi pero tal vez la mejor opción es tomar un masaje relajante con aromaterapia y música tranquila. Aunque la mayoría de los masajes antiestrés se enfocan en el cuello y las cervicales, un terapeuta experto sabrá recomendarte la mejor opción.
El primer paso es comenzar a realizar actividades que te alejen del motivo de estrés.
