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La diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Marisela Terrazas, presentó una iniciativa ante el Congreso del Estado, para promover la crianza positiva y erradicar la violencia contra la niñez y adolescencia en México. La propuesta tiene como objetivo garantizar el derecho de las niñas, niños y adolescentes a una vida libre de violencia y promover la crianza positiva como una alternativa efectiva para su formación y desarrollo.

La legisladora señaló que la violencia nunca puede ser una forma de disciplina, ya que vulnera los derechos, pone en riesgo la vida y el desarrollo de los menores, y no les permite vivir sus primeros años de vida en plenitud. El castigo físico provoca resultados negativos en los niños, como la agresividad infantil, niveles más bajos de interiorización moral, mala salud mental, comportamiento antisocial, el deterioro de la capacidad cognitiva, baja autoestima y el riesgo de abuso físico por parte de los padres.

En su exposición de motivos, subrayó que en México, seis de cada diez niños han sufrido algún tipo de maltrato, lo que coloca al país como el segundo más violento del mundo para que un menor crezca. La violencia contra los más pequeños trae consigo consecuencias físicas y psicológicas para cada una de las víctimas, las cuales terminan por repercutir también en lo social. Es necesario promover la crianza positiva y, a la par, dotar a los padres de las herramientas necesarias para que puedan criar a sus hijos bajo este estilo.

La iniciativa propone que el Estado garantice a los menores un ambiente libre de violencia y la protección de sus derechos. Tiene como objetivo fortalecer la cultura de la crianza positiva, prevenir y erradicar la violencia contra la niñez y adolescencia. Es necesario que los adultos reconozcan la obligación que tienen de respetar la vida de las niñas y niños, para que estos a su vez aprendan a respetar a otros menores. El Estado debe proporcionar la asistencia necesaria para que la familia pueda cumplir su función como institución fundacional de la sociedad.

La crianza positiva es el comportamiento de los madres, padres y tutores donde se promueven prácticas de atención, cuidado, protección, formación y guía sin dejar de contemplar el establecimiento de límites relativos a la disciplina, que posibilitan el desarrollo, bienestar y crecimiento saludable y armonioso integral de la niñez y adolescencia. Esta se realiza de acuerdo con la evolución de las facultades, la etapa del ciclo vital de desarrollo, las características y circunstancias de cada persona, sin recurrir a la violencia, sino bajo el respeto de sus derechos humanos.

La iniciativa, busca garantizar el derecho de las niñas, niños y adolescentes a una vida libre de violencia y promover la crianza positiva como una alternativa efectiva para la formación y desarrollo de los menores. Por lo que el Estado tendrá la responsabilidad de aplicar medidas subsidiarias que permitan a los padres y madres de familia adquirir las capacidades necesarias para generar ambientes propicios para el desarrollo sus hijas e hijos.