Aunque se han implementado programas educativos y de concientización, la convicción interna para cambiar y desaprender conductas arraigadas parece representar un desafío continuo. La persistencia de la violencia de género indica que, a pesar de los avances logrados, aún queda mucho por hacer para erradicar este problema de raíz y transformar la mentalidad arraigada en la sociedad.
La situación resalta la importancia de redoblar los esfuerzos en la educación y sensibilización, así como la necesidad de crear políticas más efectivas que fomenten un cambio cultural profundo. La sociedad, en su conjunto, debe comprometerse activamente en la erradicación de la violencia de género, reconociendo que es un problema que afecta a todos y exige una respuesta colectiva y decidida.
En conclusión, la persistencia de la violencia de género en Chihuahua subraya la urgencia de acciones más efectivas y comprometidas por parte de la sociedad, las instituciones y las autoridades, con el fin de lograr un cambio real y poner fin a esta problemática que afecta a tantas mujeres en la región.
