Un cuento de hadas?… La sádica historia real de ‘La Cenicienta’

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La Cenicienta esconde una terrible historia que cambiará completamente tu manera de ver el amor.

La Cenicienta fue una de las películas que nos hacía creer que el amor sí existe sin importar nada más; sin embargo, la historia real no es nada como nos la pintan, pues está llena de tragedias y el ‘felices para siempre’ no existe.

En el filme animado de 1950 seguimos a una joven con zapatillas de cristal, que se convierte en princesa después de enamorar al príncipe en un baile real. Ella vive bajo la sombra de su terrible madrastra y hermanastras que harían cualquier cosa por arruinarle su vida. 

El origen del cuento original de ‘La Cenicienta’ es un misterio, pues se han encontrado similitudes con ‘Las mil y una noches’, además de que ha ido pasando por la creatividad de los hermanos Grimm y Charles Perrault.

La historia real de la Cenicienta 

Se dice que la historia real de La Cenicienta tiene que ver con el cuento chino ‘Yeh Shen’, que sigue la vida de una hermosa joven con pies muy pequeños, que por la tradición de los ‘pies de loto’, eran considerados como símbolo de belleza. 

Al igual que la que ya conocemos, Yeh Shen vivía atormentada por su madrastra y tres envidiosas madrastras, que buscaban la forma de arruinarle cada cosa que hacía. 

Un día todas las jóvenes solteras de pueblo fueron invitadas al baile de parejas, quien encerró a su hijastra para que no le robara la atención a sus hijas. 

Para mortificarla, antes de irse al evento, la madrastra se comió un pequeño pez de colores, que era la mascota de Yeh y ella quería mucho. Tras lo ocurrido, la joven guardó como recuerdo las espinas de su gran amigo.

Invadida por la tristeza, invocó a los espíritus reuniendo las espinas de su pez para que le ayudaran a escapar y hacer su aparición triunfal en el baile. 

Lamentablemente, antes de regresar a su casa, Yeh pierde unos de sus zapatos, que en lugar de ser de cristal como en el cuento de Disney, son de seda bordados. 

Al descubrir el zapato que apenas medía 10 centímetros, los rumores de una mujer con pies tan pequeños llegaron a oídos del emperador, quien decide hacer su esposa a la dueña de los zapatos. 

Para evitar que el emperador se quede con Yeh, la madrastra le corta los dedos a una de sus hijas y le venda los pies para que aquel calzado de seda le quedaran. 

Su plan había resultado a la perfección, pero camino al palacio real, la joven empezó a sangrar, revelando la mentira.

La madrastra convencida de querer esa vida para sus hijas, ahora le corta el talón a su segunda hija, pero pasó lo mismo. 

Llegó el turno de Yeh Shen, quien al ponerse el zapato, le queda a la perfección y se convierte en la esposa del emperador. Para ellos sí hubo un final feliz, pero su madrastra y hermanastras no tuvieron la misma suerte. 

En el cuento chino, serían condenadas a morir apedreadas en el fondo de un pozo, mientras que otras versiones aseguran que fueron atacadas por una bandada de palomas, dejándolas ciegas como una forma de castigo “divino” a todos sus terribles actos.