Un reportaje reveló que en su paso por Los Pinos, los exmandatarios han solicitado desde simuladores de vuelo y canchas de fútbol hasta estacionamientos.
Sin licitación, y solo como un capricho pueril, varios de los expresidentes que pasaron por Los Pinos ordenaron todo tipo de obras de infraestructura; canchas de fútbol, salas alzadas sobre una alberca, edificios con estacionamiento. También destacan lujos como… ¡simuladores de vuelo! ¿Para? Nadie lo sabe, ni lo sabrá nunca, en realidad.
De acuerdo con un reportaje de El Universal, estas obras se construyeron sin licitación alguna por mandato de quienes eran, en su momento, presidentes, algo de lo que nos podemos dar cuenta hasta ahora tras la apertura al público de algunas áreas del Complejo Cultural Los Pinos que hizo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Hoy se pueden conocer a detalle las características de esas construcciones: mármol nuevo, como el de la casa Alemán; nuevos canceles en casi toda la residencia, entre otros caprichos”, revela el texto.
Enrique Peña Nieto, por citar tan solo un ejemplo de todos estos caprichos, mandó construir una nueva residencia que “emula el estilo de la casa principal” de Los Pinos encima de la llamada “cabaña Dos”, la cual mandó construir Vicente Fox Quesada para sus hijos cuando fue presidente de México. Esta cabaña era rústicas y de una planta, pero durante el gobierno de EPN, se edificó sobre esta construcción “austera” una casa para oficinas de dos pisos, con balcones, “altas” ventanas, “gruesas columnas de concreto” y áreas de acceso que conducen a salones y espacios de usos múltiples.
Pero de esta construcción de nueve metros de altura no hay documentos, planos ni nombres de quienes hicieron la obra. De acuerdo con el arquitecto Homero Fernández, coordinador del Complejo Cultural Los Pinos, dijo en entrevista para El Universal que de ninguna obra “se sabe qué arquitecto hizo qué”.
“Las cocinas en la casa Dos, sabemos que eran de Rivera; personal que trabajó aquí nos ha dicho que eran de una empresa que ella tenía con su hermana, en la que rentaba todo a Presidencia: stands, bocinas, micrófonos. Es una casa del peor gusto, con un horrible barandal, el mismo que Peña puso en la Casa Lázaro Cárdenas. Calderón y Peña se dieron cuenta de que si hacían cualquier construcción, cualquier remodelación o arreglo se podía cobrar lo que quisieran porque no había transparencia en Los Pinos, por un tema de seguridad nacional”.
(Foto: El Universal)
De acuerdo con el reportaje, al recorrer Los Pinos se ven muchos otros”espacios a modo”: “en la llamada cabaña Uno, donde vivió Fox predomina el estilo rústico, la teja y detalles de piedra con un guiño a haciendas mexicanas; las agarraderas en los cajones de los vestidores son de cuero; las ventanas son de piso a techo. Los lujos no son menores”.
Mientras tanto, en el salón de usos múltiples donde ensayará la Orquesta Escuela Carlos Chávez nadie puede percibir un simulador de vuelos profesional habilitado con para EPN. “Como pasó en casi toda la residencia, cuando llegó el nuevo gobierno no había ningún indicio de ese simulador”. Asimismo, afuera está el helipuerto que se construyó sobre el jardín y del otro lado, hay una cancha de futbol rápido, “también de los tiempos de Peña Nieto”.
