**El lavado correcto toma de 30 a 50 segundos; es importante que antes de preparar alimentos y antes de comer, se laven bien las manos.
** Todas las frutas y verduras, sin importar procedencia o apariencia, hasta aquellas que tienen cáscara como plátano, naranja, melón, sandía, etc., antes de cortarlas o abrirlas.
Una mala higiene en la cocina o en la preparación y consumo de alimentos, puede acarrear malestares gástricos, dolores abdominales, reacciones en la piel o enfermedades como la listeriosis, que se manifiesta con fiebre y fuerte dolor muscular, precedida de diarreas u otros trastornos gastrointestinales, y que es especialmente virulenta con embarazadas, personas mayores de 65 años y con quienes tienen el sistema inmunológico débil, e incluso puede provocar la muerte.
Como parte de las acciones básicas para la prevención de enfermedades, se encuentra el lavado correcto de frutas y verduras, las cuales aportan grandes beneficios nutricionales al organismo, pero que de no ser desinfectadas antes de comerlas, pueden causar problemas a la salud.
Es por ello que la Secretaría de Salud, recomienda que todo producto vegetal sea limpiado y desinfectado a la perfección, con el fin de eliminar bacterias, gérmenes, antibióticos y pesticidas que pudieran contener, ya que en el medio ambiente, suelo, polvo, agua de riego, o durante su manejo, puede haber microorganismos patógenos y elementos químicos que en ocasiones las contaminan.
Este proceso preventivo de limpieza, toma tan solo entre 30 y 50 segundos, en el cual se deben frotar las frutas o verduras únicamente con agua limpia, mientras que los alimentos con cáscara, deben ser cepillados con un utensilio especial y los de muchas hojas deberán lavarse de una por una y utilizar una solución desinfectante para después enjuagarlos muy bien.
La dependencia estatal señala que toda fruta y verdura debe ser lavada, sin importar su procedencia o apariencia, pues hasta aquellas que tienen cascará como plátano, naranja, melón, sandía, entre otras, deben pasar por el mismo proceso de limpieza antes de cortarlas o abrirlas, y una vez lavadas, se deben secar con toallas de papel limpias, así se evitará la humedad que provoca la formación de nuevas bacterias.
En caso de no consumir el alimento en su totalidad o de manera inmediata, debe ser refrigerado a una temperatura de 4 grados Centígrados, de preferencia en bolsas de plástico o recipientes separados.
De presentar algunos de los síntomas anteriormente señalados, acudir de manera inmediata al centro de salud correspondiente.
