A veces tenemos muchas prendas en nuestro clóset y aún así sentimos que no nos queda ningún outfit por usar.
Esta es la escena más común: debes de salir, llegas a tu clóset y por más que te pruebas muchas de las prendas que tienes guardadas, terminas frustrada porque sientes que no te queda nada más que ponerte, así que al final eliges la misma ropa de siempre, pensando que necesitas renovar por completo tu guardarropa.
Cedes ante todas las tendencias
Se siente muy bien seguir las piezas que están en tendencia y usarlas para vernos bien, aquí la cuestión es que tendemos a comprarnos varias prendas que pasarán rápido de moda y quedarán acumuladas en nuestro clóset sin haberles sacado el provecho.
Lo ideal es no emocionarnos y llenar nuestro armario con ropa que quizá solo usaremos unos meses y después quedará en el olvido.
Los expertos recomiendan comprar solo un par de piezas que estén a la moda y mejor invertir en las que nunca serán olvidadas como: las de piel, los vestidos de polka dots o las camisetas rayadas al estilo francés.
No tienes prendas clave
Esta razón va unida con la anterior, ya que lo ideal sería que te enfocaras en comprar prendas que son atemporales, van con todo y además han sobrevivido durante generaciones para crear outfits ganadores sin importar la tendencia del momento.
Con muy poca ropa como un trench coat, una chamarra negra de piel, unos jeans rectos, camisetas básicas de algodón, un vestido con estampado divertido, así como una falda lápiz y una camisa negra, puedes crear varios looks para una semana.
Solo compras en las tiendas de Fast Fashion
Sabemos que en muchas ocasiones aunque quisiéramos, para nada se puede invertir en un clóset que tenga puras prendas de calidad, ya que estas van relacionadas a un costo muy alto.
Compras ropa que no es de tu talla
A muchas personas nos ha pasado, y más con las compras en internet, que encargamos algo, no nos queda y en lugar de cambiarlo, lo dejamos en el clóset para cuando lleguemos a entrar en él, lo cual es un error.
Lo único que va a pasar es que se va a quedar ahí en el olvido, nunca nos lo vamos a volver a poner y es un dinero que pudimos invertir en una prenda que sí se ajustara a nuestro cuerpo.