¿Quién sufre más en una ruptura amorosa? La ciencia dice que los hombres nunca se recuperan

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Las mujeres salen de un rompimiento más fuertes, pero los hombres simplemente siguen con su vida.

Una ruptura amorosa duele. Sin importar si eres hombre, mujer o persona no binaria, la separación nunca es fácil porque esa es nuestra naturaleza humana. Eso no quiere decir que todos los rompimientos deban ser caóticos ni que todos deban acabar odiándose (de hecho es muy posible separarse con el mismo amor con el que nos unimos), pero sí hay quienes los sufren más. Ahora, según investigadores, sabemos que son los hombres los que padecen más en esta situación a largo plazo.

De acuerdo con investigadores de la Universidad de Binghamton y London University College los hombres nunca se recuperan completamente después de un rompimiento. Sí, siguen adelante, a veces hablan de sus sentimientos y a veces los callan, y es precisamente esa educación patriarcal la que, paradójicamente, hace que sufran más. Las mujeres sabemos que las heridas pueden sanar más rápido cuando podemos hablar de ellas, pero muchos hombres callan su dolor y lidian en soledad con él. ¿Recuerdas esa parte de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, de Michel Gondry, en la que Joel dice que “hablar constantemente no necesariamente es comunicarse”? Eso dice mucho de su manera de lidiar con sus sentimientos.

Las mujeres sufren más, pero los hombres no se recuperan

Este estudio dice que las mujeres experimentan más sufrimiento emocional en un rompimiento, pero los hombres nunca (o casi nunca) se recuperan al 100 (claro que se trata de un estudio realizado a personas heterosexuales en su mayoría, así que aún no sabemos si aplicaría de la misma forma en relaciones entre personas LGBT+). En 2015, los científicos pidieron a 5,705 participantes de 96 países distintos que calificaran su dolor físico y emocional en una escala del cero (ninguna) al 10 (intolerable) y encontraron que los hombres calificaron ambos dolores con números más bajos:

“Las mujeres tienden a verse más afectadas negativamente por los rompimientos y reportan niveles más altos de dolor físico y emocional. Las mujeres promediaron 6.84 en términos de angustia emocional contra un 6.58 en los hombres. En cuanto al dolor físico, las mujeres obtuvieron 4.21 contra 3.75 en los hombres. Mientras que los rompimientos golpean más fuerte a las mujeres física y emocionalmente, ellas tienden a recuperarse completamente y salir de esa situación emocionalmente más fuertes. Los hombres, por otra parte, nunca se recuperan completamente, simplemente siguen adelante”.

Craig Morris, investigador asociado, dice que las rupturas amorosas son parte importante de nuestra vida. Quizá sin desearlo, para cuando tengamos 30 años habremos experimentado al menos tres rompimientos y uno de esos nos afectaría a tal grado que reduciría nuestra calidad de vida (piensa en tu peor separación y en los sentimientos negativos que sentiste poco después).

“Las personas pierden su trabajo, los estudiantes pierden sus clases y los individuos pueden involucrarse en patrones extremadamente autodestructivos tras un rompimiento”, dice Morris. “Con un mejor entendimiento de esta respuesta física y emocional a un rompimiento, el duelo después de una relación, quizá podemos hallar una manera de mitigar los efectos en individuos con alto riesgo”.

¿Cuáles serían esas maneras de “mitigar” los efectos? Eso aún no lo sabemos. Por ahora, la ficción nos ha enseñado en cintas como Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, con Jim Carrey y Kate Winslet, que olvidar completamente las experiencias que vivimos en una relación (buenas o malas) definitivamente no es la respuesta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con información de Cultura Colectiva