Propuse la creación de la Ley de Economía Circular para el Estado de Chihuahua 

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Implementar una Ley de Economía Circular en el estado de Chihuahua, aparte de incorporar nuevas fuentes de empleo y garantizar el acceso a mayores recursos económicos para las familias generará mejores condiciones sociales.

Por ello acudí a la Tribuna de nuestra Honorable Representación Social, con el propósito de lograr un consenso general para su creación.

A través del tiempo la humanidad ha experimentado una evolución constante en todas sus expresiones y con ello han ido cambiando sus necesidades, también las necesidades para satisfacerlas, tales como la creación de bienes, productos y servicios.

En primera instancia, utilizando un modelo de economía lineal. No obstante, este modelo presenta un estancamiento y un peligro para la sociedad y el mundo que habitamos pues mantiene a los ecosistemas en una presión constante y una degradación continua, no sólo por la extracción directa de recursos limitados o agotables, sino por los residuos y emisiones a la atmósfera derivados de los diferentes procesos de transformación necesarios para la obtención de dichos recursos y la generación de bienes productos y servicios.

Sin lugar a dudas, uno de los aspectos que genera un impacto decisivo y sumamente nocivo es la economía del usar y desechar. Éste modelo ha generado un volumen sin precedente de residuos, acortando cada vez más el tiempo de utilidad y vida de los productos y servicios, generando niveles de basura nunca antes vistos, cuestión que deriva en una serie de impactos al ambiente y que juntos propician un aumento en el cambio climático y el calentamiento global, aumentando el riesgo de fenómenos catastróficos, poniendo en riesgo la vida de seres humanos y de todas las especies animales y especies vegetales existentes.

Si bien es cierto que desde décadas anteriores se han implementado diferentes estrategias para contribuir a disminuir el impacto ambiental de la actividad humana, la LEY DE ECONOMIA CIRCULAR, presenta una nueva oportunidad para generar un cambio oportuno en las nocivas conductas económicas que el ser humano tiene actualmente, sin mencionar el beneficio que generaría en el medio ambiente inmediata y gradualmente. Del mismo modo, la ley de economía circular crea un cambio de paradigma en la manera en que producimos, aprovechamos y desechamos los bienes y/o servicios desde su proceso productivo hasta en la percepción social del consumo de productos.

Uno de los objetos de la implementación de la misma promueve el reciclaje de los productos, con el fin de que su valor, así como los materiales y los propios recursos prolonguen su vida y permanencia en la economía tanto tiempo como sea posible, logrando reducir al mínimo la generación de residuos generados, esto se emana en tratados internacionales y también en la Ley de Responsabilidad Ambiental.

En concordancia con todo lo antes expuesto es importante que conozcamos los principios fundamentales de la economía circular para su correcta aplicación e implementación como política pública como lo son; la eco-concepción, la ecología industrial y territorial, funcionalidad, el segundo uso, la reutilización, la reparación, el reciclaje y la valorización. Todos estos conceptos se interrelacionan para que los productos tengan una mayor duración y, por tanto, mayor utilidad en la vida económica.

De acuerdo con la Fundación para la Economía Circular, la cual está formada por un patronato compuesto por profesionales de reconocido prestigio tanto del ámbito público como privado, y sus tareas están relacionadas con la economía circular, la sostenibilidad, el uso de los recursos y el medio ambiente.2 Dicha organización define los conceptos señalados de la forma siguiente:

• La eco-concepción: considera los impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto y los integra desde su concepción.

• La ecología industrial y territorial: establecimiento de un modo de organización industrial en un mismo territorio caracterizado por una gestión optimizada de los stocks y de los flujos de materiales, energía y servicios.

• La economía de la “funcionalidad”: privilegiar el uso frente a la posesión, la venta de un servicio frente a un bien.

• El segundo uso: reintroducir en el circuito económico aquellos productos que ya no se corresponden a las necesidades iniciales de los consumidores.

• La reutilización: reutilizar ciertos residuos o ciertas partes de los mismos, que todavía pueden funcionar para la elaboración de nuevos productos.

• La reparación: encontrar una segunda vida a los productos estropeados.

• El reciclaje: aprovechar los materiales que se encuentran en los residuos.

• La valorización: aprovechar energéticamente los residuos que no se pueden reciclar.

Como hemos visto, la Economía Circular tiene como fin primordial producir un efecto benigno en el ecosistema contrarrestando la sobrecarga y sobre explotación del medio ambiente y sus recursos.

El cuidado del medio ambiente debe basarse en un principio biocéntrico, es decir, en el respeto a la vida, no sólo a la del ser humano, sino la de todos los seres vivos a través de la armonía con el entorno.

Con la creación de la presente Ley se busca aplicar todas las medidas y soluciones para un nuevo ordenamiento del valor de los productos y materiales para que se mantengan vigentes dentro del ciclo económico durante el mayor tiempo posible, para así reducir al mínimo los residuos y disminuir la huella ecológica y las emisiones de carbono generadas durante el proceso de creación de bienes productos y servicios.

Otro objetivo de esta ley, es fomentar que los productos incorporen criterios de economía circular, promover la integración de cadenas de valor y difundir una cultura de corresponsabilidad ambiental en la población chihuahuense para lograr un consumo responsable, será tarea de cada Alcalde en funciones dar a conocer y aplicar en sus municipios las nuevas disposiciones con criterios que se puedan llevar a cabo para una nueva generación que recicle, rediseñe y reutilice.

Además, se busca generar que todos los productos implementen desde su producción, un proceso encaminado a su reutilización en un producto igual o similar (directo), tantas veces como sea posible y no solamente en un reciclaje reductor, encaminado o empleado a otorgarles únicamente una vida más de uso a los productos que se han generado. Un fin de renovación y reutilización desde su proceso productivo y concepción.