Platican con jóvenes sobre frustración y tolerancia | La Opción de Chihuahua

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Los elementos del Grupo D.A.R.E., de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, llevaron una plática sobre la falta de autoridad y baja tolerancia a la frustración, dirigida a padres de familia del Preescolar Tres Culturas, que se ubica en el fraccionamiento La Ciudadela.

Personal capacitado y certificado por el programa internacional Drugs Abuse Resistence Education (D.A.R.E. por sus siglas en inglés), presentó los temas de manera profesional, con el objetivo de que los padres de familia sepan qué hacer con sus hijos en una etapa temprana de la formación y tendiendo un puente de comunicación con ellos, para en caso de ser necesario, realizar una intervención.

Como concepto, la baja tolerancia a la frustración es un término acuñado por el psicólogo Albert Ellis (terapia racional emotiva conductual) a mediados del siglo XX para designar “la búsqueda del placer inmediato o la evitación del dolor a costa del estrés y derrotismo a largo plazo”.

Si esto lo traducimos a comportamientos globales en la personalidad del individuo, quién tiene una baja tolerancia a la frustración evita los eventos frustrantes pero las consecuencias son, justamente, un mayor estrés mental y más frustración. En las últimas décadas, parece ser que la baja tolerancia a la frustración se ha instalado como uno de los rasgos que definen a las nuevas generaciones, refiere en su sitio digital PsicoAdapta.

Las raíces de la baja tolerancia a la frustración se encuentran en la niñez. Comienza con una sobreprotección por parte de los padres que genera que el niño crea que siempre puede obtener todo lo que desee.

Este niño crece con la idea equivocada de que la vida debe ser sencilla y sin problemas, que nunca va a perder o fracasar.

Por este motivo, se trabaja con los padres de familia, con el objetivo de proporcionarles herramientas para una crianza más adecuada y respetuosa de los individuos.

Por otra parte, la falta de autoridad de los padres provoca niños incapaces de aceptar normas, no entienden el “no”, y se convertirán en adultos con dificultades para cumplir normas (horarios, compromisos, normas de convivencia, etc.), difícilmente convivirán o se relacionarán con otras personas.