El peso mexicano se apreciaba el viernes, aunque se encaminaba a culminar su peor semana en casi tres años y medio, impulsado por expectativas de medidas de emergencia para amortiguar el impacto en la economía global del coronavirus.
La moneda local cotizaba en 21.442 por dólar, con una ganancia del 2.10% frente al precio de referencia de Reuters del jueves, cuando se hundió hasta 22.864 unidades, un nuevo mínimo nivel histórico.
“La cautela continúa, con la atención en la evolución del coronavirus COVID-19 y esperando mayores detalles de estímulos, tanto en el frente fiscal como monetario”, dijeron analistas del grupo financiero Banorte.
Los Gobiernos y los bancos centrales preparaban una serie de medidas para hacer frente a las repercusiones económicas del brote que hasta ahora ha infectado a 134,639 personas alrededor del mundo y cobrado la vida de 4,971.
Más temprano, el peso llegó a apreciarse un 2.45% a 21.3644 por dólar; aun así, se encaminaba a cerrar la semana con un declive del 6.7%, su peor desempeño semanal desde mediados de noviembre de 2016.
Especialistas del grupo financiero Monex dijeron que en el corto plazo un nuevo rango de soporte de la moneda se ubica entre 21.50 y 21.20 unidades, mientras que la resistencia se encuentra entre 22.20 y 22.50.
Por caída del peso, Hacienda prepara ‘colchón’
La economía mexicana tendrá un impacto por el coronavirus, por lo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) buscará adelantarse con estímulos que hagan de “colchón económico” para disminuir el efecto, aseguró el titular de la dependencia, Arturo Herrera.
Al inaugurar la 83 Convención Bancaria, el funcionario federal indicó que ya hay efectos negativos en la economía, por ejemplo, en la industria del transporte, el turismo, etcétera, sin embargo “va a haber algunos impactos mayores”.
Por ello, precisó, es necesario trabajar con diversos escenarios, desde aquellos que son relativamente someros, el base y donde exista un mayor nivel de estrés.
“Lo que estamos haciendo ahora de la secretaría de Hacienda es no esperar a que el impacto se dé para darle un estímulo, sino tratar de empezar a darle un estímulo a la economía desde ahora, para crear una especie de colchón económico, subir la base sobre la cual la economía va a ser afectada”, afirmó.
