Obedézcase pero no se cumpla…

Las siete medidas ordenadas… Plan económico de tres sabores…

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Las siete medidas ordenadas…
Plan económico de tres sabores…

La frase es muy vieja, incluso hay quienes dicen que proviene de los tiempos de la Nueva España y que en ese entonces ya era vieja, porque la habían importado de Castilla la vieja. Pero el caso es que los viejos entienden muy bien aquello de “Obedézcase pero no se cumpla”.

Un artículo de Milenio, señala sobre esa “figura jurídica”: “… nació desde el siglo XIV (Cortes de Burgos y Briviesca de 1379 y 1387) y generalizó su uso durante siglos como medio válido para dejar de aplicar aquellas normas que, pese a haber sido promulgadas por autoridad legítima, frecuentemente el Rey, suponían una vulneración de las leyes o fueros propios, normas, usos o costumbres del lugar. De esta manera la autoridad del Rey quedaba salvaguardada, y las normas del lugar, que allí se consideraban justas, seguían rigiendo con plena eficacia”. https://www.milenio.com/opinion/varios-autores/re-incidente/obedezcase-pero-no-se-cumpla.

El caso es que tras leer las normas que publicó el gobierno de México para prevenir la contingencia epidemiológica, nos acordamos de esa vieja costumbre muy usada en los siglos del XIV al XVIII tanto en el reino de español, como en otros más del mundo.

Y es que una cosa es ponerse a hacer reglitas, regletas y reglotas desde un escritorio y cosa mucho muy distinta es ponerlas en práctica y hacer todo para que se cumplan.

Por ejemplo, el Dario Oficial de la Federación publicó este martes el decreto en donde se establece cuales actividades son consideradas prioritarias y esenciales y que sí van a seguir realizándose ahora con la cuarentena.

El texto publicado indica:

“II. Solamente podrán continuar en funcionamiento las siguientes actividades, consideradas esenciales:

a)    Las que son directamente necesarias para atender la emergencia sanitaria, como son las actividades laborales de la rama médica, paramédica, administrativa y de apoyo en todo el Sistema Nacional de Salud.

También los que participan en su abasto, servicios y proveeduría, entre las que destacan el sector farmacéutico, tanto en su producción como en su distribución (farmacias); la manufactura de insumos, equipamiento médico y tecnologías para la atención de la salud; los involucrados en la disposición adecuada de los residuos peligrosos biológicos-infecciosos (RPBI), así como la limpieza y sanitización de las unidades médicas en los diferentes niveles de atención;

b)    Las involucradas en la seguridad pública y la protección ciudadana; en la defensa de la integridad y la soberanía nacionales; la procuración e impartición de justicia; así como la actividad legislativa en los niveles federal y estatal;

c)    Las de los sectores fundamentales de la economía: Financieros, Recaudación tributaria, Distribución y venta de energéticos. Gasolineras y gas, Generación y distribución de agua potable, Industria de alimentos y bebidas no alcohólicas, Mercados de alimentos, Supermercados, Tiendas de autoservicio, Abarrotes y venta de alimentos preparados, Servicios de transporte de pasajeros y de carga, Producción agrícola, pesquera y pecuaria, Agroindustria, Industria química, Productos de limpieza, Ferreterías, Servicios de mensajería, Guardias en labores de seguridad privada, Guarderías y estancias infantiles, Asilos y estancias para adultos mayores, Refugios y centros de atención a mujeres víctimas de violencia, sus hijas e hijos, Telecomunicaciones y medios de información, Servicios privados de emergencia, Servicios funerarios y de inhumación, Servicios de almacenamiento y cadena de frío de insumos esenciales, Logística (aeropuertos, puertos y ferrocarriles).

Así como actividades cuya suspensión pueda tener efectos irreversibles para su continuación.

d)    Las relacionadas directamente con la operación de los programas sociales del gobierno, y
e)    Las necesarias para la conservación, mantenimiento y reparación de la infraestructura crítica que asegura la producción y distribución de servicios indispensables; a saber: agua potable, energía eléctrica, gas, petróleo, gasolina, turbosina, saneamiento básico, transporte público, infraestructura hospitalaria y médica, entre otros más que pudieran listarse en esta categoría”. Fin del texto del Diario oficial de la Federación.

En esa larga lista no aparecen trabajos como el que desarrollan la industria maquiladora, los albañiles, los que ofrecen servicios de reparación del hogar, mariachis, meseros de salones de fiesta y muchos otros más, por lo que se supone que todos esos deben ser obligatorios de no acudir a trabajar y que los patrones deben de asumir la responsabilidad social de seguir pagando los sueldos de sus empleados a los que deben de mandar a guardar la cuarentena en sus hogares.

Pero poniendo de ejemplo a la industria maquiladora, lo cierto es que los trabajadores voltean a ver a sus sindicatos y nadie les dice nada, ni les aclara si van a parar labores o no y lo que es peor, hay múltiples reportes de trabajadores que platican sus dudas y sus miedos, pues ellos saben que si exigen les permitan cuidar su salud guardando cuarentena, es muy probable que sean despedido de sus empresas.

Sobre ese punto en particular hay tres grandes problemas:

El primero tiene que ver con el hecho de que la industria maquiladora al ser “inversión golondrina”, en cualquier momento puede tomar la determinación de abandonar operaciones en el país y largarse a otro lado en donde la contingencia no los haga parar labores, lo que para ellos significaría graves pérdidas.

Ahora bien, claro que en este momento la contingencia es mundial y se ve poco difícil encuentren otro país a donde demonios llevarse la esclavitud moderna que venden como empleo, pero si llegaran a cerrar para proteger a sus empleados, lo más seguro es que quiebren y si no cierran, corren el riesgo de ser parte de un contagio asesino.

Segundo.- Los otros involucrados en el tema son los sindicatos, quienes hasta el momento han preferido nadar de muertito, hacerle al “Juan Diego” y cómo si la virgen les hablará, se evaden, hacen como que no se dan cuenta y claro, hay que tener muy claro que esos sindicatos hace mucho tiempo dejaron de ser para protección del obrero y solo son para el cobro de las cuotas y nada más.

Así es como los sindicatos siguen inmóviles y guardando un silencio criminal y asesino, y eso mismo hace la confederación obrera a la que están afiliados es decir, la CTM.

Claro que en la vieja central obrera no les importa la salud de sus afiliados, ni si las empresas quiebran o no, se puede decir que incluso hasta les debe valer madre la contingencia de salud que vive el país, lo único que si preguntan cada mes es si llegaron las cuotas, si se entregó el pago y si esos pagos se depositaron en las cuentas en las que se debe de depositar.

Y es que hay que pensar que la CTM gana doble con las maquinadoras, primero por lo que recibe de los sindicatos y en segundo lugar por todo lo que cobra por el servicio de traslado de empleados, pues resulta ser que ese servicio no lo pagan las maquilladoras directamente a los choferes que hacen esos traslados, el pago se concentra y semanalmente, se lo entregan a la Central Obrera y “ella reparte”, tras hacer los moches correspondientes.

Y claro que en la CTM piensan que ponerle pausa a un negocio de ese tamaño, les puede doler y un montón, sobre todo a Jorge Doroteo Zapata y a los que les toca moche del asunto.

Es por eso que no creemos que la CTM salga a exigir algo por la salud de quienes les pagan cuota.

Tercero: También habría que decir que el decreto presidencial es cobarde, como que lo hicieron pensando solo en el impacto electoral, en hacer creer a los más jodidos que el gobierno si se preocupa por ellos y en esa apuesta tonta que tienen de dividir al país, que el trabajador sienta que son los “fifís” los que no cumplen con lo que el gobierno ordena hacer.

Es decir, el decreto, no es una orden como tal, más parece una lista de buenas intenciones, un “si ustedes gustan” y deja muy en el aire que cada empresa resuelva su situación o cual será su decisión final sobre la cuarentena que deberíamos de guardar todos.

Y abre la puerta a discusiones a que las empresas salgan a decir que no pueden cerrar y que el presidente y los suyos digan que los dueños son los cabrones, los hijos de la fregada que no entienden y que ponen en riesgo a los trabajadores.

En fin, que mal que el gobierno, que los empresarios y que los sindicatos juntos a la CTM, cada quien este pensando solo en su negocio y no en la salud de todos…

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Se espera que esta semana el Gobernador Javier Corral salga a dar a conocer cuales serán las medidas económicas y ajustes al presupuesto para enfrentar los efectos de la contingencia de salud. Medidas que pueden causar controversia y dar motivos a muchos para que salgan a decir que nuestro aldeano y Arturo Fuentes Vélez no están haciendo “ni lo necesario, ni lo correcto”.

Pero lo cierto es que los ajustes porque ya no alcanza el dinero, porque hay crisis por un imponderable, nunca serán los adecuados, pues están dictados por la necesidad mayor, no por hacer la mejor inversión posible y mucho menos pensando en el bien mayor.

Y tendremos que entender que hay cosas en las que el gobierno del Estado no puede “ajustar” sus números, por ejemplo, puede conseguir ahorros de nada en ajustes a salarios de los funcionarios de primero, segundo y tercer nivel, es decir en todos aquellos que ganan “bien” y cobran “buena compensación”, pero lo cierto es que la cantidad al final es mínima, no alcanza ni para pagar una dotación de cubrebocas para todos, pero no pueden hacer una rebaja general de salarios a todos los burócratas.

Pero además, el secretario de Hacienda, ya dijo que ya tienen definidos tres escenarios distintos de que tanto nos puede afectar esta contingencia.

La estimación más “amable” señala que las perdidas serán de mil millones de pesos, es decir, que la administración amanecida debe de inyectar, de dónde encuentre, mil millones de pesos y que la más grave es de un estimado de tres mil 700 millones, claro que hay una intermedia, que bien se puede calcular en 2 mil 200 millones, por lo bajo.

Habría que preguntarle al secretario Fuentes Vélez si en sus estimaciones solo tomaron en cuenta que la “cuarentena” iba a durar hasta el día 20 de abril ¿ó si previeron que mínimo es hasta el primero de mayo?.

Lo que si hay que ir pensando, es que antes de la crisis del coronavirus, ya estábamos como “la Bartola” y ahora nos llegó de visita toda la paténtenla del rancho, sin lana y que nos corrieron del trabajo, así que andar pensando en soluciones mágicas o pidiendo que a la muchacha la dejen con el pelo largo, cortito, de chongo, copete, trenzas, pero con bucles y el pelo suelto, pues de plano no se puede y menos si está pelona la desgraciada…