La niña alemana que llevaba encerrada en una habitación desde que era solo una bebé

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La prensa alemana, según informa The Guardian, se ha hecho eco estos días de la historia de María, nombre ficticio con el que se refieren a una niña de ocho años que acaba de ser liberada tras pasar la mayor parte de su vida encerrada. Según las primeras hipótesis de la investigación, aún en curso, la menor habría estado siete años y medio de su vida oculta en una habitación por decisión de sus abuelos y su madre, que se han negado a responder a las autoridades.

El fiscal Patrick Baron von Grotthuss, en declaraciones a medios locales, explicaba que la niña llamada por los medios María no ha podido “vislumbrar mucho el mundo exterior” debido a que ha permanecido oculta desde que era solo un bebé. Así, han trascendido apreciaciones como que nunca ha visto un bosque o un coche en movimiento. Sobre su estado, se ha publicado que los investigadores no han encontrado señales ni de maltrato físico ni de desnutrición, pero sí que presentaba un subdesarrollo físico que se manifestó con problemas para subir escaleras o caminar por un terreno que no fuese firme.

Por el momento, la principal teoría que barajan los investigadores es que la niña ha pasado la mayor parte de su vida recluida en una casa de la ciudad de Attendorn, situada al este de Colonia y con una población de alrededor de 25.000 habitantes, hasta que fue liberada el pasado 23 de septiembre.

Las razones que llevaron a su madre y sus abuelos a mantenerla encerrada y oculta se desconocen. Preguntados por ello, los tres se negaron a responder en el transcurso del interrogatorio policial al que fueron sometidos después de que una pareja diera la voz de alarma tras escuchar rumores de que en la casa había una niña encerrada. Eso ocurrió en julio.

Antes de eso, lo que se ha sabido es que el padre de María se enteró por una nota en el parabrisas de su coche que su expareja –de la que se separó antes del nacimiento de la niña– se había mudado con la bebé a Italia. Entonces tenía unos seis meses de vida. El padre vio en varias ocasiones a ambas por la ciudad y avisó en septiembre de 2015 a bienestar juvenil que, al preguntar a los abuelos maternos, insistieron en que las dos vivían en Italia.

Sin embargo, la investigación ha concluido que nunca se trasladaron a vivir a Calabria como le dijeron al padre de la niña. La policía Italiana lo confirmó el pasado 12 de septiembre, se emitió una orden y 11 días después la niña era localizada en casa de los abuelos. Ahora la madre, de 47 años y a la que los medios alemanes se refieren bajo el pseudónimo de Rosemarie G., se enfrenta a un proceso penal.

Tanto ella como sus padres, abuelos de la niña, están siendo investigados en el marco de un proceso por retención ilegal y maltrato a un menor. La pena para la madre, informan, podría ser de 10 años de prisión.