Julián Lebaron dio a conocer que el secuestro de su hijastra no fue puramente virtual, ya que según el activista y miembro de la comunidad Lebaron, los secuestradores tenían a alguien vigilando a la menor y tomando fotografías.
Los hechos se dieron cuando a la menor le llamaron y dijeron que había una emergencia familiar, por lo que la hicieron salir de la escuela y cambiar el chip, acciones que duraron 4 horas, tiempo en el que a la familia le pedían 300 mil pesos.
Las autoridades informaron a la familia que uno de los números de teléfono tenía su origen en la Sierra de las Altas de Chihuahua y otro en Tamaulipas. En cuanto a las fotografías, solo se especuló que debió ser alguien de la ciudad quien las tomara.
Cuando se le preguntó si consideraría implementar medidas de seguridad adicionales, Lebaron lo negó, ya que considera que todos los habitantes enfrentan riesgos similares. Sin embargo, destacó la importancia de que los menores tomen precauciones y se resguarden adecuadamente.”
