Uno de los mejores quarterbacks de la historia tuvo una despedida de película en el Heinz Field de Pittsburgh.
Después de 18 años, el famoso Big Ben tuvo una noche memorable en lo que pudo ser su último partido como local en Pittsburgh. El quarterback de los Acereros se fue por la puerta grande con una victoria de 26-14 ante los Browns de Cleveland ante más de 60 mil personas que se le entregaron en el Heinz Field. Uno de los mejores quarterbacks de la historia dijo adiós a sus aficionados y el próximo fin de semana en Baltimore irá por una nueva oportunidad para cerrar su carrera jugando en playoffs.
Gracias Big Ben
Ben Roethlisberger fue reclutado por los Acereros de Pittsburgh en el Draft de 2004 dentro de una generación de mariscales de campo que incluyó a Eli Manning y Philip Rivers. Desde su primera temporada, Big Ben mostró su gran calidad cuando tomó el lugar del lesionado, Tommy Maddox. Aquel año, Roethlisberger y los Acereros ya no volvieron a perder en la temporada regular. Terminaron con marca de 15-1, pero, cayeron en el Juego de Campeonato de la Conferencia Americana frente a los Patriotas de Nueva Inglaterra.
El año siguiente, la magia del Big Ben continuó. A pesar de calificar a la postemporada de forma dramática como equipo comodín, los Acereros tuvieron una extraordinaria racha en los playoffs de la temporada 2005. Todo el camino fue como visitantes ganando en Cincinnati, Indianápolis y Denver. Pittsburgh conseguiría el campeonato derrotando a los Halcones Marinos de Seattle en el Super Bowl XL que se disputó en Detroit. Big Ben cumplió su promesa de darle un título al corredor, Jerome Bettis, mientras que el coach, Bill Cowher, finalmente pudo agregar un trofeo Lombardi a su palmarés.
Tres años después, en el Super Bowl XLIII, Ben Roethlisberger lograría uno de los grandes regresos de la historia en el triunfo 27-23 ante los Cardenales de Arizona en Tampa. En ese partido se dio una de las mejores jugadas de todos los tiempos. El pase de Big Ben para el receptor Santonio Holmes en la zona de anotación que selló el triunfo. En la temporada 2010, los Acereros jugaron otro Super Bowl, pero, lo perdieron contra los Empacadores de Green Bay comandados por Aaron Rodgers. Después de aquella derrota en el Estadio de los Vaqueros en Arlington, Ben Roethlisberger ya no regresaría a otro Super Bowl.
Foto: EFE
El adiós de Big Ben
Ben Roethlisberger ya había anticipado que el juego de Lunes por la Noche contra Cleveland sería su último partido como local en Pittsburgh. Aunque su actuación no fue la mejor (24 pases completos para solo 123 yardas y un touchdown), lo más importante para Big Ben fue despedirse con una victoria ante la mirada de su público y de su familia. “No fue mi mejor partido, pero, lo importante era ganar. Mi carrera siempre fue así. Ganar como sea. No pensé que regresaría al campo al final y tuve la suerte de poner rodilla en tierra en la formación de victoria. No hay mejor jugada que esa para un quarterback. Estoy feliz de haberlo hecho una última vez. Estos aficionados son los mejores del mundo”, fueron las palabras de un Big Ben que estuvo al borde de las lágrimas.
Ben Roethlisberger se retira con récords extraordinarios y, para muchos, Ben es el mejor mariscal de campo en la historia de los Acereros por encima del legendario Terry Bradshaw. Jugó 3 Super Bowls y ganó 2 de ellos (Super Bowl XL y Super Bowl XLIII). Big Ben es el quinto quarterback con más victorias en la historia de la NFL. También es quinto lugar en yardas totales y octavo en pases de touchdown. Además, cuando Ben llegó a Pittsburgh en 2004, el equipo tenía 4 trofeos Vince Lombardi y él los deja con 6. El equipo más ganador de la historia junto a los Patriotas de Nueva Inglaterra. Seguramente, el mariscal de campo terminará en el Salón de la Fama en Canton. Su despedida, como debía ser, fue una noche inolvidable para toda la Nación Acerera.
