Luego de que el consejero estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Ariel Fernández Martínez, anunciara que se impugnaría la anterior sesión de la Comisión Política Permanente, donde se impuso como método de renovación de la dirigencia estatal, la elección por delegados se convocó a nueva asamblea y se determinó una elección abierta a los militantes.
Ayer se citó nuevamente a otra sesión de la Comisión, en atención a la demanda del exalcalde de Aquiles Serdán, así como de varios consejeros que consideraron la reunión del jueves como inválida por registrarse varias anomalías, entre las que destacan la falta del quórum reglamentario y la designación de delegados que no pertenecían a la comisión, entre otras.
Cabe mencionar que Ariel Fernández anunció anteriormente que impugnaría la sesión convocada por zoom, y presentaría las evidencias convenientes, así como la fe notarial correspondiente, en primera instancia ante las autoridades del partido, y en segunda, acudiría a los tribunales al considerar que se habían violentado los derechos políticos de los militantes con tal imposición, pues la decisión recaería en sólo una parte de los priístas y no en las bases, como lo reclaman los nuevos tiempos.
“Finalmente se nos dio la razón. Desde que levantamos la mano para competir por la dirigencia estatal había insistido en que se democratizara el partido, porque es evidente que el Revolucionario Institucional no pude continuar con las mismas prácticas que nos llevaron a la derrota electoral en el 2016 a nivel local y en el 2018 en todo el país. Es un clamor, no sólo mío sino de buena parte del priismo. Estamos muy contentos por ello, ahora sólo falta que el Comité Ejecutivo Nacional haga lo propio y avale este método elegido en Chihuahua”, destacó el aspirante a la presidencia del CDE del PRI.
Todavía en la sesión de ayer se insistió en que la elección abierta es muy costosa para el partido, tema que fue ampliamente discutido y rebatido por los miembros de la Comisión Política. Finalmente prevaleció la prudencia, y se atendió el clamor de las bases del partido, y de quienes pugnamos por la resurrección del partido a partir de la democratización de sus procesos internos.
“Si no hay apertura no habrá credibilidad. Si no hay un cambio sustancial en la toma de decisiones, el resultado de los próximos procesos electorales será el mismo que desplazó a nuestro partido a una tercera fuerza política”, subrayó Fernández Martínez.
