El recuento de los daños de una marcha de mujeres -galeria-

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De entrada hay que señalar que los daños no los hicieron todas, por más que el grito de justificación es aquel de “fuimos todas, fuimos todas” y es que en la marcha de protesta de las mujeres por la conmemoración del 8 marzo hay tres o cuatro grupos de mujeres, y no todas son violentas, no todas salieron a la calle a destruir y banderizar, hay quienes salieron a elevar la voz, a pedir justicia, a pedir que las cosas cambien.

Valdría responder a ese grito, con otro lleno de comprensión,  “no fueron todas, no fueron todas” y gritarlo a pleno pulmón, apoyando a las que si quieren hacer cambiar el mundo para bien, a las que exigen justicia con toda la razón de mundo.

En el análisis de esa marcha, se puede establecer que iban mujeres con hijas, hijos, hermanas y hasta sus parejas, que nunca van a pedir “un giro a la izquierda”, no, pero que si saben de que es necesario luchar por más igualdad, por menos acoso, por más justicia, para que México deje de ser un país en donde se asesina, se viola o se acosa impunemente a miles de mujeres.

Los datos oficiales son espantosos, pues durante la actual administración de Andrés Manuel López Obrador, en México han ocurrido más de 170 mil homicidios, de los cuales el 30% son mujeres, de igual forma la autoridad reconoce casi cinco mil de esos asesinatos como feminicidios.

En este mismo sexenio se contabiliza casi 120 mil desaparecidos, de los cuales, 30% son mujeres, es decir en poco más de cinco años del actual gobierno, en México se contabilizan 90 mil mujeres asesinadas o desaparecidas, el promedio en poco más de 62 meses, es de mil 451mujeres asesinadas o desaparecidas al mes, prácticamente 50 al día y somos un país en donde no hay una guerra declarada oficialmente.

Que cada quien cargue con sus culpas, desde quienes ocupan las presidencias municipales, las gubernaturas y la presidencia de la República, no deje usted a ninguno fuera de esa lista de culpables.

Pero en la marcha de ayer, se puede dividir a las manifestantes en varios grupos:

Las de negro, que iban con el rostro tapado, armadas con herramientas, palos, tubos y todo lo necesario para hacer destrozos, eran que se encargaban de los actos vandálicos.

El grupo de apoyo, que eran mujeres, acompañadas de varios jovenes, que se encargaban de hacer un “cerco de protección” a quienes realizaban los actos vandálicos y que por todos los medios posibles intentaban que las demás mujeres se unieran al destrozo.

Luego entre todas las demás, había mujeres militantes de izquierda pro 4T, pero también panistas y priistas, lo mismo que mujeres que no se les puede encuadrar a favor de ninguna marca política, que eran a inmensa mayoría que eran las que solo gritaban consignas, que pedían justicia.

Y al final, las vallas metálicas cumplieron con su cometido, los destrozos se dieron, pero fueron minimizados, la calle Libertad en el Centro Histórico prácticamente se salvó, lo mismo que nuestra Catedral, ven la calle Victoria, pocas pintas, dañadas las fachadas de Rectoría de la Uach y el edificio Héroes de la Reforma, no sufrieron daos o solo daos menores, Palacio de Gobierno, Casa Chihuahua -antes Palacio Federal-, Presidencia Municipal y Congreso del Estado.  

Por la noche llegaron os antimotines y cuanto los vieron llegar, las primeras en correr fueron las de negro, las que iban encapuchadas, las que cargaban herramientas para quebrar puertas, para destrozar vidrios, las demás, poco a poco se fueron retirando.