El 64.4% de la población considera inseguro vivir en su ciudad: INEGI

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De acuerdo con la encuesta de septiembre de 2022 del INEGI, la ciudad más insegura para vivir es Fresnillo, Zacatecas.

El 64.4 por ciento de la población de 18 años y más consideró que es inseguro vivir en su ciudad, indica la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI del tercer trimestre de 2022, la cual registró un descenso comparado con el 67.4 por ciento registrado en el trimestre anterior.

De acuerdo con el sondeo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Fresnillo, Zacatecas, encabeza la lista de ciudades inseguras con 94.7 por ciento, seguida de Irapuato, Naucalpan de Juárez, Zacatecas, Ciudad Obregón y Colima, con 91.3%, 90.8%, 90.7%, 90.1% y 86.6 %, respectivamente.

Las ciudades donde la población considera que la inseguridad es menor son San Pedro Garza García, con 14.5 por ciento;  Benito Juárez, con 20.6%; Piedras Negras, con 23.8%; Tampico, con 25.0%; Los Mochis, con 25.0, y Cuajimalpa de Morelos con 25.1%.

¿En dónde se siente más insegura la población en México?

La encuesta del INEGI levantada en septiembre 2022 indica que, 73.6 por ciento de la población manifestó sentirse insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública; 67.4 por ciento, en el transporte público; 58.5 por ciento, en el banco, y 57.4 por ciento, en las calles que habitualmente usa.

En el caso de las mujeres, 80.1 por ciento manifestó sentir inseguridad en los cajeros automáticos localizados en la vía pública y 73.1 por ciento, en el transporte público. De los hombres, 66.4 % manifestó sentir inseguridad en los cajeros automáticos localizados en la vía pública y 60.3 por ciento, en el transporte público.

Durante el tercer trimestre de 2022, 54.7 por ciento de la población de 18 años y más, residente en las ciudades objeto de estudio, manifestó que modificó sus hábitos respecto a llevar cosas de valor, como joyas, dinero o tarjetas de crédito, por temor a sufrir algún delito.

Dijo que 46.9 por ciento reconoció haber cambiado hábitos de caminar por los alrededores de su vivienda después de las ocho de la noche, 45.8 por ciento modificó rutinas en cuanto a permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda y 30.1 por ciento cambió rutinas relacionadas con visitar parientes o amigos.