Una de las tradiciones más esperadas en diciembre es la de las posadas, porque lejos de ver a nuestros amigos, tienen un significado hermoso detrás.
El olor a ponche, el sabor de la colación, la emoción de ver a la familia y poder tomar un dulce después de darle un beso al niño Dios luego de arrullarlo. Los tíos y las tías llegaban con las piñatas hechas con ollas de barro y de cartón, las más resistentes para que duraran varias vueltas si no había mucho dinero en casa para comprar varias.
Las posadas siempre estuvieron marcadas de algún hecho singular: desde palazos en la cabeza por andar de metiche hasta quemaduras con la cera de las velitas y como ya están cerca de comenzar, aquí te contamos un poco más de esta bonita tradición decembrina. Porque, vamos… ¡Te gustan las posadas tanto como a nosotros!
¿Cuándo comienzan las posadas y cuál es su origen?
Las posadas comienzan el 16 de diciembre y terminan el 24 del mismo mes. Su origen se remonta a la época en que los mexicas celebraban el nacimiento del Sol durante el solsticio de invierno entre el 20 y 23 de diciembre.
Fue ahí cuando los españoles se dieron cuenta de que estas celebraciones coincidían con las fechas navideñas, por lo que, de acuerdo a información manejada en medios como Milenio, aprovecharon la fecha para cumplir con su tarea de evangelización.
Los españoles cambiaron la imagen de Huitzilopochtli por la de María y José y aumentaron el tiempo de celebración: de tres días pasaron a nueve y ahora te diremos por qué.
¿Qué significan las posadas?
Cada una de las posadas hace alusión a los nueve días que María y José estuvieron en peregrinaje previo al nacimiento de José, los nueve días que les tomó llegar a Belén. Durante ese viaje, lo que hacían era buscar en dónde pasar la noche, por lo que por eso se le llama “pedir posada”.
Conforme pasaba el tiempo, las posadas pasaron de realizarse en las iglesias, a las calles y las casas, en donde se aprovecha para arrullar al niño Jesús. Generalmente son dos personas las que arrullan al niño en un manto al que en ocasiones se le pone dulces. Cada uno de los peregrinos en casa da un beso al niño Jesús y toma posteriormente un dulce.
Aquellos que lo arrullan son conocidos como padrinos o madrinas y para el 2 de febrero, Día de la Candelaria, son responsables de vestirlos y entregarlos a sus dueños. La posada en la que se arrulla al niño es la novena, justo en su nacimiento, aprovechando para realizar una reflexión en torno a su llegada al mundo.
¿Cuál es la canción para pedir posada?
A esta canción se le llama popularmente “letanía”, la cual se canta tanto por los peregrinos como por quienes les otorgarán posada. Generalmente quienes piden posada, llevan tanto luces de bengala como velitas de colores, las cuales alumbran su camino en el peregrinaje que alguna vez hicieron María y José.
