Duermen a la intemperie decenas de personas afuera del Morelos

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Personas que vienen de fuera de la ciudad y no tiene parientes aquí, ni dinero suficiente para pagar un hotel, duermen afuera del Hospital Morelos.

En la espera de noticias favorables para la salud de los parientes que tienen internados en el Morelos, personas traen consigo cobijas, cajas, colchonetas, casas de campaña, sillas plegables, y todo lo que les ayude a “dormir” mejor.

Además de la preocupación por tener enfermo a un ser querido, le sumamos la mala alimentación, no tener un lugar de buen descanso, y estar fuera de sus hogares, decenas de personas hacen del piso su cama, y del cielo sus techo al pernoctar afuera del hospital, haciendo nuevos amigos y pasando horas que se convierten en días y días que se vuelven semanas, esperan noticias sobre la salud de sus familiares.

Por otra parte están las personas que sí viven en la ciudad pero que apenas empieza a amanecer llegan a las afueras del Morelos, a la espera de que el guardia en turno salga a gritar: “Familiares de …”, y es entonces cuando los oídos se agudizan porque la incertidumbre no les permite pensar en otra cosa, por ello, los alrededores del nosocomio se ven “invadidos” por decenas de personas que hacen de las banquetas los sillones de espera, y de las personas que también esperan sus aliados para que la espera sea llevadera.

Hay algunas personas que por la noche ofrecen de manera gratuita café, agua y burritos a quienes permanecerán toda la noche afuera del hospital, les dan ánimos y a veces les llevan cobijas, porque hay Quines ni eso tienen, y duermen a despoblado.

Aquí es donde, cae, cabe la pregunta y nuestro sistema de salud como el de Dinamarca?, porque no crea usted que los pacientes dentro del hospital la pasan bien, la falta de camas es una constante, hay enfermos que pasan la noche sentados en una silla de ruedas, otros que tuvieron la suerte de tener cama, se quedan en los pasillos porque no hay lugar a dónde llevarlos, otros deambulan hasta que una enfermera les consigue un rincón y una silla para que estén “cómodos” y puedan dormir un poco.

Es un peregrinar tanto para los pacientes como para los parientes, es un terror enfermarse y tener que ir al hospital para ser internado, son de verdad, escenas de terror, lo que vemos en las películas no es nada, la realidad siempre supera a la ficción.

Y está el personal médico y enfermeras quienes sufren las consecuencias del deficiente sistema de salud, porque por supuesto que los pacientes y sus parientes se quejan y exigen ser atendidos con un poco de humanidad, sin embargo están atados de manos, porque la respuesta de sus Jefes es la misma de hace años, “No hay,… no se puede,… Ya lo pedí y no llega,… Háganle como puedan…”, etc, etc.

Es triste pero es la realidad de nuestro sistema de salud.