La mitad del crimen organizado se planea desde el interior de los penales del país debido a la corrupción en el sistema carcelario mexicano, según el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.
Dijo que reconocer esta realidad no es denigrante para el actual gobierno de México, pues si bien no es responsable de haber generado estas condiciones tiene la obligación de construir, sin titubeos, la solución a esa problemática.
“Lamentablemente los penales del país están marcados por la corrupción y esos altos índices de corrupción se traducen en que hoy, penosamente, 50 por ciento del crimen organizado se administre desde dentro de las instalaciones de los penales. Esto es un ejemplo del reto que tenemos enfrente”, puntualizó.
Agregó que el gobierno no puede continuar ligado estructuralmente a la combinación entre corrupción e impunidad, porque a diferencia del pasado ahora existe voluntad política para erradicarlas.
“Hay un trinomio inseparable: corrupción que deriva en impunidad e inevitablemente después viene la inseguridad”.
El funcionario ironizó que es una “hazaña” de las administraciones federales anteriores haber logrado ubicar a México en los peores lugares en las evaluaciones de organismos internacionales como Transparencia Internacional, Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional.
“En el 2000, año de la alternancia, México estaba en el lugar 53 del ranking de corrupción mundial; seis años después, el gobierno deja a nuestro país en el lugar número 70, el gobierno del presidente Fox; seis años después el gobierno de Felipe Calderón lo deja en el lugar número 100 y en 2016 estamos en el sitio 123, luego 134 en 2017 y 138 en el 2018, entre 175 países evaluados. Comprenderán que es toda una ‘hazaña’ pasar de un lugar a otro cuando solo hay 175 países evaluados y eso nos habla de la dimensión del reto que tenemos”.
El secretario presidió la instalación del Comité de Transparencia y la presentación del Programa Anticorrupción y Gobierno Abierto de la Secretaría de Seguridad, cuyo objetivo es generar una cultura de rendición de cuentas ante la sociedad y promover medidas para el combate a la corrupción, “que históricamente no han existido en los cuerpos de seguridad”.
Añadió: “No han existido, porque se han utilizado a estos cuerpos para cometer excesos en contra de la población y hemos conocido hechos de represión que llevan posteriormente a las dependencias de seguridad a cerrarse sobre su desempeño. Nosotros en este gobierno no vamos a utilizar jamás la fuerza pública para reprimir, consecuentemente no tendremos absolutamente nada que esconder incluso el propio uso de la fuerza podrá ser sometido al escrutinio de la sociedad mediante procedimientos correspondientes”.
