Las tensiones entre China y Estados Unidos aumentan tras un incidente aéreo, a esto se suman las acusaciones mutuas y también los esfuerzos por mantener el diálogo. La delicada danza de las superpotencias impacta en la geopolítica global.
Una dramática maniobra de un caza chino J-16 en el Mar de China Meridional la semana pasada ha agudizado las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos, una situación que pone de manifiesto la complejidad de las relaciones entre las dos superpotencias. El encuentro, calificado como “innecesariamente agresivo” por el ejército estadounidense, se produjo cuando el caza interceptó un avión espía RC-135 Rivet Joint de los Estados Unidos en espacio aéreo internacional.
Según el Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos (INDOPACOM), la aeronave Shenyang J-16 se situó directamente frente a la aeronave estadounidense, obligando al RC-135 a volar a través de la turbulencia de estela del avión interceptor. El incidente, que fue captado en video por el ejército de los Estados Unidos, ilustra la notable perturbación en la trayectoria de vuelo del avión espía estadounidense.
A pesar de este episodio, INDOPACOM ha insistido en que los Estados Unidos continuarán realizando operaciones en cualquier lugar que permita el derecho internacional, siempre con el máximo respeto por la seguridad de todas las embarcaciones y aeronaves. Estados Unidos asegura que sus acciones se llevan a cabo en consonancia con las normas internacionales y no constituyen un desafío a la soberanía china.
La respuesta de China y las tensas relaciones con Estados Unidos
Sin embargo, el Ministerio de Defensa de China ha ofrecido una interpretación diferente del incidente. En respuesta a las acusaciones estadounidenses, afirmó que el avión espía de Estados Unidos había invadido su zona de entrenamiento de manera deliberada. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, insistió en que las acciones de los Estados Unidos representan una “provocación”.. Además, aseguró que el país continuará tomando todas las medidas necesarias para defender su soberanía y seguridad.
Este incidente aéreo ocurre en un contexto de crecientes tensiones. A lo largo del último año, las relaciones entre ambos países se han visto afectadas por una serie de sucesos, como la visita de la ex presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán, un territorio que el gobierno chino considera parte integral de su nación. Asimismo, la decisión de derribar un globo espía chino que sobrevolaba sitios militares sensibles en territorio estadounidense ha contribuido a aumentar el descontento entre ambas naciones.
A pesar de las crecientes tensiones, los estadounidenses han intentado mantener y fortalecer el diálogo con el país asiático. Sin embargo, sus esfuerzos se han visto frustrados en repetidas ocasiones. El ejemplo más reciente de esta situación se produjo esta semana. De acuerdo con CNN, China rechazó una propuesta de reunión entre el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, y su homólogo chino Li Shangfu, en el Foro de Seguridad del Diálogo de Shangri-La en Singapur. Según fuentes del Departamento de Defensa de Estados Unidos, este rechazo es sólo el último de una larga serie de invitaciones ignoradas o rechazadas por China desde 2021.
Antes de este incidente con el caza, se vislumbraban señales de esperanza en la relación entre la nación americana y el gigante asiático. El 23 de mayo, el nuevo embajador chino, Xie Feng, llegó a Estados Unidos con el objetivo de fortalecer las relaciones entre ambos países. En palabras del propio Xie Feng, el propósito de la reunión era trabajar conjuntamente con Estados Unidos para incrementar el diálogo, gestionar las diferencias y expandir la cooperación, con el fin de redirigir la relación hacia el camino correcto.
En definitiva, las relaciones entre ambos países se encuentran en un punto crítico, y se enfrentan al reto de gestionar sus diferencias de manera responsable, protegiendo su seguridad y soberanía sin escalar a un conflicto mayor. Sin duda, la forma en que estos dos gigantes naveguen por las turbulentas aguas de sus relaciones diplomáticas tendrá profundas repercusiones no sólo para ellos, sino también para el orden mundial en su conjunto.
