Desde miles de años atrás, los seres humanos han buscado formas de atraer la buena fortuna y repeler la mala suerte. Entre las muchas prácticas culturales que han surgido para este propósito, el uso de amuletos de la suerte se destaca como una de las más extendidas y perdurables.
Estos pequeños objetos, imbuidos de significado simbólico, han sido considerados portadores de poderes protectores y positivos. Aquí te dejamos una lista de algunos de los amuletos de la suerte más reconocidos y el significado detrás de estos que ha sido arraigado en diversas culturas alrededor del mundo.
Trébol de cuatro hojas:
Quizás uno de los amuletos más conocidos, el trébol de cuatro hojas se asocia con la buena suerte y la fortuna.
Cada hoja del trébol representa un aspecto diferente: la primera es para la esperanza, la segunda para la fe, la tercera para el amor y la cuarta para la suerte misma. Encontrar un trébol de cuatro hojas se considera especialmente auspicioso debido a su rareza.
Culturas como los mayas, celtas y egipcios ya consideraban este amuleto como un portador de fortuna. Además, se le atribuye significado en la tradición cristiana, particularmente relacionada con San Patricio.
Elefante de la suerte:
El elefante de la suerte es originario de la cultura asiática, especialmente en la India y Tailandia. Este animal representa un símbolo de fuerza, sabiduría y buena fortuna. Aunado a esto, se plasma a menudo con la trompa hacia arriba, lo que se considera un gesto de buena suerte y prosperidad.
En la tradición india, el elefante es visto como un guardián del hogar y la familia. Se le atribuyen cualidades de atracción de la buena fortuna y la prosperidad, así como la capacidad de conferir longevidad y sabiduría.
Por esta razón, es común encontrar en muchos hogares de la India figuras de elefantes en movimiento con la trompa en alto. Se cree que la fuerza y la destreza del elefante ayudarán a eliminar obstáculos y alcanzar el éxito.
Herradura:
La herradura es un amuleto de la suerte arraigado en la tradición occidental, especialmente en la cultura europea. Se dice que la forma de herradura, que se asemeja a la letra “U”, atrapa la buena suerte y la mantiene dentro de su arco.
De acuerdo con el portal ‘We Mystic’, para que funcione este augurio, la herradura debe ser de caballo, “confeccionada en hierro y preferiblemente usada”.
A pesar de que el origen de esta creencia permanece envuelto en misterio, algunas personas afirman que la herradura podría tener un efecto negativo en lugar de atraer buena suerte si es sustraída o retirada de un caballo de manera violenta.
Ojo Turco:
Alrededor del mundo, cientos de personas han portado por lo menos alguna vez en su vida, una pulsera con el famoso ‘ojo turco’. Este brazalete, también es conocido como “nazar boncuk”, y de acuerdo con el medio ‘El Cronista’: “se ha convertido en el símbolo principal de quienes buscan desprenderse de las malas vibras”.
Aunque no lo creas, la tradición de traer ‘ojitos’ se remonta desde las civilizaciones antiguas como la egipcia y la griega, donde el ojo era venerado como un símbolo de protección, poder y sabiduría.
De acuerdo con la tiktoker @shinqq98, “en la cultura turca, el “ojo turco” es un amuleto que se usa para protegerse contra las energías negativas”.
Se cree que la forma y el diseño del “ojo azul en el centro tiene la capacidad de absorber la mala energía y neutralizarla, brindando protección y seguridad espiritual”, escribió ‘El Cronista’ en 2023.
De tal manera, estos amuletos se convierten en escudos contra el mal de ojo, la envidia y las influencias negativas del entorno.
Mano de Fátima:
La Mano de Fátima, también conocida como Jamsa o Hamsa, es un símbolo que ha sido arraigado en varias culturas a lo largo de la historia, desde el norte de África hasta el Medio Oriente y más allá.
Su significado trasciende fronteras geográficas y religiosas, que une diferentes creencias, supersticiones y tradiciones. Esta mano abierta, a menudo adornada con ojos, es un poderoso amuleto que se utiliza para protegerse contra el mal de ojo y traer buena fortuna, “así como para atraer buena suerte y prosperidad”, informa ‘El Cronista’.
El origen de la Mano de Fátima está presente desde la antigua cultura del Medio Oriente, donde se cree que proviene de la hija del profeta Mahoma, Fátima Zahra.
Se dice que Fátima era una figura reverenciada por su pureza y devoción, y que la mano simboliza su mano derecha extendida hacia sus seguidores como una fuente de protección y bendición.
Desde entonces, este símbolo se ha asociado con la protección contra el mal y la negatividad en muchas tradiciones islámicas, informa ‘El Cronista’.
Cabe destacar que la influencia de la Mano de Fátima también se ha adoptado en el judaísmo y el cristianismo, así como en otras culturas de todo el mundo.
