El avión presidencial, aquel que compró la administración de Felipe Calderón y que solo utilizó Enrique Peña Nieto, le cuesta al país 8 millones de pesos mensuales, solo por tenerlo estacionado en el hangar de la Fuerza Aérea Mexicana y por el vuelo de mantenimiento normal que tiene que realizar cada mes.
El avión fue adquirido en los últimos meses de la administración de Felipe Calderón con un costo de 114.6 millones de dólares, con un descuento del 40% sobre su precio de mercado, por ser esa una compra “adelantada” del nuevo modelo que se estaba poniendo en el mercado por parte de la Boing.
Dicha aeronave, Es un Boeing 787 Dreamliner de configuración especial con matrícula TP-01. El avión de última generación tiene una capacidad para 80 pasajeros. Se divide en varias zonas: un área privada de descanso para el mandatario, una sala de juntas, un área reservada para la prensa que acompaña al presidente en las giras y otras amenidades.
El TP-01 tiene una autonomía de vuelo de hasta 20 horas. Con una carga de combustible puede recorrer más de 13.000 kms, en otras palabras: puede viajar de Ciudad de México a China sin hacer escalas.
La aeronave fue bautizada como el José María Morelos y Pavón, al cual se le realizaron diversas adecuaciones a su interior, las cuales tuvieron un costo final de otros 104.1 millones de dólares, para que el costo final de la aeronave llegara a los 218.7 millones de dólares.
Al precio del dólar de ese entonces era de 13.5 pesos por cada dólar, de tal forma que se erogó un total de dos mil 952 millones 450 mil pesos.
El Boeing 787-8 aterrizó en México el 3 de febrero de 2016 bajo la administración de Enrique Peña Nieto, aunque la compra se aprobó a finales del sexenio de Felipe Calderón (2006-2012).
Tras el triunfo de Andrés Manuel López Obrador ese avión fue enviado a un hangar de California, la justificación que dieron para trasladarlo a los Estados Unidos, es que iba a ser puesto en venta y que se les estaba acercando a los postores, para que pudiera verlo.
Esa venta no se concretó y el gobierno de México gastó 30 millones de dólares en mantenimiento y costos de hangar.
Por cierto, el avión fue adquirido por Banobras y tras la orden presidencial de AMLO de que el Ejército fuera el depositario de la aeronave hasta que se concretara su venta, es que la Secretaría de la Defensa Nacional, es la que tiene que liquidarle a Banobras el precio de la nave y demás gastos que ha originado desde su compra, motivo por el cual la SEDENA ya le adeuda a Banobras 130 millones de dórales, que con las fluctuaciones del peso mexicano ante la moneda estadounidense, esa deuda ya equivale a más de 2 mil 400 millones de pesos.
Tras no concretarse su venta el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el 17 de enero de este 2020, que el avión se iba a rifar, en un sorteo de la Lotería Nacional, donde se pondrían en venta 6 millones de “cachitos” a 500 pesos cada uno, para lograr una bolsa de 3 mil millones de pesos. Pero, que el avión no sería entregado.
Al final solo se vendieron el 78.09% de esos boletos, y se consiguió recabar una bolsa de 2 mil 342 millones de pesos.
De esa bolsa se repartieron 100 premios de 20 millones de pesos, es decir, se repartieron dos mil millones de pesos. Y solo se obtiene una ganancia de 342 millones, los cuales no son suficientes para el pago de comisiones y sueldos de todos los que intervienen en un sorteo de la Lotería Nacional, pero a pesar de ello el presidente afirmó que con lo que se obtuvo de esa rifa se adquirió equipo medico, sin que nunca señalara cual equipo y cuales hospitales fueron los beneficiados.
Hoy Banobras señala que no hay posturas, ni compradores interesados en la aeronave, la cual permanece en el hangar de la SEDENA y cuesta 8 millones de pesos al mes su mantenimiento.
