“Yo no sé escribir, sólo sé contar historias”: César Luis Ibarra

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“El Jiribillo” presentará libro de cuentos de terror, puras leyendas de Chihuahua.

Cosa extraña resulta que un reportero -no le gusta que le digan periodista, pues dice que no llega a tanto- dedicado a escribir sobre temas políticos, nos presente un libro de cuentos y para colmo, de leyendas de terror, “de esas que nos contaban a los lepes en la década de los setentas, cuando era normal sentarse en la banqueta afuera de la casa y que los grandes -los papás, los tíos y compadres- aprovecharan para sacar la guitarra y entre tequila y tequila o sotol y sotol, cantaran canciones y se contaran historias que en verdad nos daban miedo”, recuerda César Luis Ibarra, a quien muchos ya identifican como “El Jiribillo”.

Su caso es extraño de cabo a rabo, llega al mundo del periodismo casi por rebote, luego de andar la milla sirviendo mesas, como mesero, luego hasta anduvo en el mundo de la política, “pero siempre del lado equivocado, con los que perdíamos siempre, pero porque queríamos cambiar el mundo de verdad”.

Su primer espacio para escribir fue una colaboración semanal en “El Heraldo de Chihuahua”, como reportero sus primeros pasos fueron en Tiempo La Noticia Digital, con Felipe Fierro, de quien siempre dice es su amigo y maestro.

Luego fue reportero de la fuente política en El Heraldo de Chihuahua, donde consiguió el premio Estatal de Periodismo José Vasconcelos, por una crónica en donde describe la conmemoración del “Vía Crucis”.

“Siempre voy a decir que Felipe fue quien me dió la oportunidad de tundir teclas como reportero, pero que fue Javier Contreras quien me enseño la disciplina que está profesión exige”.

El segundo premio obtenido en su carrera como reportero, también fue por una crónica de cuando en el Congreso del Estado se votó la realización de un juicio político en contra del ex gobernador Patricio Martínez García, en esa ocasión obtuvo el Premio Nacional México de Periodismo que otorgaba la FAPERMEX -Federación de Asociaciones de Periodistas de México”.

“Ese año la FAPERMEX premió a Lolita Ayala, al “Fisgón”, Susana Solís Esquinca, Carmen Aristegui, Susana Solís Esquinca, Jacobo Zabludovsky, Francisco Cárdenas Cruz y a otros que se me escapan a la memoria y a un mentado César Luis Ibarra, de aquí de la Colonia Campesina de nuestra ciudad de Chihuahua”.

César nos cuenta que él se enteró que había ganado el premio mientras viajaba en el camión urbano cuando iba rumbo a una cita y que ya estando en la cafetería Vips, le avisaron que el diputado panista César Jáuregui, en la sesión del Congreso del Estado, pediría la palabra para destacar su premio.

“Fue emocionante conectar la lap al internet y ver la transmisión en vivo de la sesión del Congreso y que mi tocayo dijera unas palabras por mi trabajo como reportero de El Heraldo de Chihuahua”.

Lector ávido, se convirtió en un verdadero autodidacta, “no me gustaba la escuela, bueno, si me gustaba, pero no me gustaba estudiar y me ganó la vagancia, por eso no tengo títulos ni nada, tengo un documento que dice que puedo ir a la SEP a solicitar me entreguen un titulo como Licenciado en Ciencias de la Comunicación, pero siempre que digo que ahora si voy a ir a tramitarlo, se me atraviesa una buena charla, un buen cafe y se me olvida”.

La pregunta se impone, ¿porque escribir un libro de cuentos de terror? Y la respuesta es clara, “porque soy un enamorado de nuestra cultura oral, esa que está en peligro de morir, pues cada día hay menos gente que se acuerde de las leyendas, de las historias que son parte de estas tierras”.

César Ibarra es un crítico acido en extremo, su columna “La Jirigrilla”, hay quien dice es de lectura obligatoria para el circulo rojo de la entidad, sus comentarios en su programa “El Jiribillo Política en Corto” que transmite vías sus redes sociales, son duros y sin cortesía política para nadie.

“Es que yo no escribo para que me paguen, ni platicamos la noticia para quedar bien con alguien, en mí esto de escribir noticias o platicarlas, es una necesidad absoluta y lo que es peor, es casi un vicio, por eso disfruto mi trabajo y me apasionó con él”.

Este es su segundo libro, “el primero fue un verdadero suplicio y para colmo al final cuando lo tuvimos en las manos, nos tocó ver que estaba lleno de errores, de faltas de ortografía, pues cometimos el error de entregar una memoria con el archivo en “breña” y el corregido y en la imprenta usaron el que estaba mal y ni modo”.

El primer libro se titula: “Ellos, nosotros y otras charras”, el subtitulo es el que lo dice todo, pues señala: “quien dijo que el periodismo es cosa seria” y en esa obra Ibarra nos cuenta un montón de charras de políticos, de periodistas, de empresarios.

“Pero en este nuevo libro, lo que rescatamos es la tradición oral, el hecho de contar una historia de miedo, cómo las contaban los viejos antes”, nos dice visiblemente emocionado el autor.

¿Qué quieres lograr con este libro?, le preguntamos y nos contesta: “solo contar historias, esperando y que quien las lea si no llega a sentir miedo o un poco de terror, que cuando menos se entretenga y sienta que lo que leyó valió la pena, no tengo ninguna otra pretensión de nada, incluso puedo decir que escribir ese tipo de cuentos, de crónicas, de leyendas, fue casi un compromiso que me debía para contar quien soy”.

El libro es pequeño, apenas 146 páginas, son 13 cuentos, incluyendo el proemio y se leen casi de una sentada, la presentación será la primera semana de septiembre.

Es en la contraportada del libro en donde se puede leer:

“César Luis Ibarra Fierro, es un reportero dedicado a escribir sobre aconteceres políticos, con dos premiso en su haber, los dos por crónica, Premio Nacional México de Periodismo y Premio Estatal José Vasconcelos.

No faltó el que dijo que escribía muy bien y su respuesta fue: “yo no se escribir, es, más, todavía es hora de que no me topo un gerundio por la calle y los adverbios creo había uno grandote en el patio de la casa de mis abuelos, frondoso, y tenía un columpio, así que no diga que se escribir, a lo mucho se contar historias”.