Y llegaron los días del mañana…

La casa de los Expedientes X, lo dijimos… Corral ahora clama que lo quieren difamar… La entrevista con Pinedo confesión de partes… Va la limpia en Seguridad Pública de Juárez…

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La casa de los Expedientes X, lo dijimos…
Corral ahora clama que lo quieren difamar…
La entrevista con Pinedo confesión de partes…
Va la limpia en Seguridad Pública de Juárez…

Hace ya varias semanas en este mismo espacio hablamos de la casa de los Expedientes X, señalamos que una fuente había contado como en ella se reunía el Fiscal Peniche, con los agentes del M.P., los jueces y por supuesto nuestro Aldeano, junto con Gustavo Madero y otros que servían de asesores para marcar la agenda de eventos a “reventar”.

Sobre ese tema hay quienes recordaron que incluso en el “Chat” de prensa de Gobierno del Estado, el esposo de una actual regidora panista publicó el plan completo o la ruta critica que pensaban seguir paso a paso y como en esa ruta venía marcados los temas que querían hacer crecer en medios de comunicación y todo el kit.

Ahora que se dan a conocer casos de tortura, da para reírse de los que denuncian que los torturaron, pero la risa se debería de congelar en el rostro al momento de ponerse a pensar que cualquiera pudo pasar por ese infierno, aún no siendo culpables.

Es decir, no basta con decir que los torturados eran culpables, que eran corruptos sin remedio, no, la situación de suyo es mucho más grave, pues no se trataba de hacer justicia, ni siquiera la del talión. Era un proceso de venganza y quienes fueron llevados a esa casa y sometidos a interrogatorios que violaban sus derechos más elementales, tienen todo el derecho del mundo a pedir justicia y que se condene a quienes los torturaron, aunque eso no los exima a ellos de sus propias culpas.

Ese es el verdadero fondo de las cosas, es decir, de acuerdo, eran culpables, son culpables, había todas las pruebas para condenarlos, pero no lo hicieron, solo los llevaron a ser interrogados para que condenaran a otros, a una en especial y eso lo hicieron violando la ley y eso es lo que se condena, es lo que se debe de investigar y castigar.

El argumento de que a un culpable lo puedes torturar y le puedes violar sus derechos más elementales es demasiado peligroso, es aceptar vivir en una dictadura que viola la ley y eso de suyo es criminal.

La investigación sobre ese tema debe de ser exhaustiva, se debe de llamar a todos los denunciados, se les debe de poner ante un juez y protegiendo todos sus derechos, se les debe de juzgar, ese es el camino que muchos pedimos se siga y se espera que lo sigan, todo lo demás es chisme, son ganas de creer o no creer, por eso el camino es encontrar la verdad jurídica y aplicar la justicia…

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Nuestro Aldeano favorito en sus redes sociales sale y llora que es un perseguido que hay un proceso de linchamiento en su contra: “Se ha puesto en marcha una campaña de difamación y calumnias en mi contra, ahora también con nado sincronizado en medios de la CDMX, para tratar de ensuciar mi nombre y descalificar la enorme y vertical batalla contra la corrupción que dimos en Chihuahua”, escribe Corral en su cuenta de Facebook.

Sin rubor, Corral se olvida de como él mismo ordenó y pagó la publicaciones en esos mismos medios, llegando incluso a tener en la nomina de su administración a la reportera que firmaba las notas en contra de su enemigos políticos.

O como cuando publicaron en Reforma una plana completa que fue pagada como gacetilla y que la propia Lucha Castro reconoció que ella fue una de las que le metió mano a esa publicación, “para encuerar la corrupción que padecemos”, le dijo ella misma a una cercana amiga que le preguntó por el contenido de esa publicación.

Corral llora amargamente que ahora a él le hagan lo que él les hacia a otros.

Pero aún y en el abismo que él mismo construyó para sumirse en él, Corral no ve su realidad, sigue creyendo que él es un Rock Star, que es el mejor gobernador que Chihuahua ha tenido, que dejó “un legado histórico”, que los libros del futuro hablaran de su “grandeza”, sin entre que su lugar en la historia es ser marcado como uno de los peores gobernadores que hemos padecido, que era güevón hasta la otra orilla y que fue el que dejó la deuda más grande a la entidad, dejando quebrado al gobierno “como nunca antes en nuestra historia”.

Pobre iluso, cuando escribe: “Sin embargo, y a pesar de todo el dinero que para ello inviertan, no podrán, ni la mentira ni la distorsión informativa, borrar los hechos: el dinero recuperado para los chihuahuenses, los bienes asegurados y embargados y los que han pasado a ser patrimonio estatal”.

La respuesta es sencilla a sus mentiras repetidas una y mil veces, ¿cuál dinero recuperado, cuales bienes y cuál justicia?

En fin, la locura se apodera de uno que está condenado a ya no ser…

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Y si le faltaba algo a esta tragicomedia, sale a medios uno que siempre disfrutó siendo el sicario, el que utilizó todas las herramientas que tiene la oficina de comunicación social de Gobierno del Estado, para ensuciar nombres, para difamar, para acusar sin pruebas, para amenazar, para destruir.

Antonio Pinedo le dice a Javier Corral, -o le manda decir, que para hechos es lo mismo- “que es un hijo de puta” y la verdad es que no se equivoca, habría que decir que es muy acertada su opinión.

Y luego narra todo el proceso que él vivió cuando Corral lo tenía contratado como sicario, como armador de estrategias para inventar acusaciones y hacer crecer mala fama.

Pinedo habla en una entrevista que le hace Rafa Navarro, en donde el periodista de la vieja escuela le hace un favor periodístico a uno que es su amigo y no por eso lo exculpa, le pregunta y el otro responde, dice su verdad o la verdad que a él le conviene, pero la entrevista no tiene desperdicio, pues en ella queda claro como fue la relación, la complicidad entre dos que no tienen vergüenza y que lo mismo les da traicionarse uno al otro sacándose los trapillos al sol.

“Corral me quería chingar porque ya no les servía”, dice Antonio Pinedo, sobre quien hay una orden de captura por supuestos delitos cometidos por él y dice que Corral y Madero lo querían meter al bote para “emparejar los cartones”, es decir, que él fuera detenido el mismo día que detuvieran a Maru Campos.

No, no hay forma de exculpar a Pinedo, a uno que en la huida sigue escupiendo lodo en contra de otros, aunque sus hechos lo condenan, él era parte de una pandilla, de una camarilla y fue traicionado por quien era su jefe y ahora llora esa traición, pero la llora como lo hacen los perversos, dejando en claro que al momento de las perversiones el cometió las menos graves, pero el que le mandaba y otros que estaban por encima de él, cometieron las más graves, por que los otros si son unos hijos de puta” y él se siente una víctima de esos perversos.

La entrevista la pueden leer ustedes completa en el portal de Rafa Navarro, la liga es:

¡Yo acuso a Javier Corral de ser un hijo de p….!

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El maestro César Omar Muñoz Morales, titular de Seguridad Pública en la fronteriza ciudad Juárez, está de lleno metido en un proceso que le encargó el propio presidente municipal Cruz Pérez Cuellar.

Cruz se la cantó derecho a su titular de seguridad pública, hay que limpiar la corporación y hay que inyectarle sangre nueva y esa sangre nueva debe de pasar por todos los filtros de exámenes de confianza, los más rigurosos posibles.

Platican fuentes al interior de esa corporación que el ejercicio está siendo apoyando por los mandos medios y muchos de los agentes que en verdad quieren limpieza.

La situación es clara, ellos saben que la única forma de mantener el cuero a salvo es jugarla derecho y es por eso que César Muñoz recibe fichas, informes, estadísticas y demás información que le ayude a tomar las mejores determinaciones posibles.

La tarea no es sencilla, ellos viven muy cerca de la linea fronteriza y la propia Ciudad Juárez es un bocado enorme para los grupos del crimen organizado, pero aseguran que la limpia va en serio y por buen camino, ojalá y la logren…