El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo tener su conciencia tranquila por la decisión que se tomó de frenar el operativo en Culiacán, Sinaloa, para detener a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.
“La gente de Culiacán va a juzgar si se hizo bien o se hizo mal. Tengo mi conciencia muy tranquila y sé que actuamos de manera correcta y vamos a seguir atendiendo las causas que originan la violencia. No se puede apagar el fuego con el fuego, no se puede enfrentar el mal con el mal”, comentó en conferencia de prensa matutina.
De acuerdo con el Presidente, se decidió liberar al hijo del ex líder cártel de Sinaloa para evitar que más personas murieran y reiteró que durante su administración nunca se optará por la confrontación.
“No podíamos arriesgar la vida de las personas por la detención de un presunto delincuente. No vamos a optar nunca por la guerra, la confrontación y el uso de la fuerza, lo que nos importa es la vida de las personas”, dijo.
López Obrador aseguró que la vida en Culiacán comenzó a normalizarse desde el viernes al igual que el sábado y que, incluso, el domingo hubo juegos de beisbol en la ciudad; asimismo, aprovechó para enviarle un abrazo y afecto a la población sinaloense.
