Reforma eléctrica de AMLO, un modelo estatista y contra las energías limpias: Omar Bazán

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El diputado Omar Bazán dijo que la iniciativa de reforma a la industria eléctrica que promueve el presidente López Obrador es un modelo estatista que rompe acuerdos comerciales internacionales y, lo más grave, deja de lado la tendencia mundial de producción de energías limpias.

El vicepresidente del Congreso del Estado coincide con diversos análisis de especialistas y organismos empresariales del país como Canacintra y la American Chamber México, en el sentido de que la reforma “representa un retroceso para la competitividad del sector, el estado de derecho y el desarrollo sustentable del país”.

Por lo anterior, el legislador priista presentó una iniciativa de punto de acuerdo para que el Congreso de Chihuahua se pronuncie al respecto.

Dijo que en el análisis de la Iniciativa Preferente de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, el Congreso de la Unión debe respetar los principios constitucionales de transición energética, que tienen como base fundamental la protección del derecho humano a un medio ambiente sano.

En este sentido destaca la estrategia de transición para promover el uso de tecnologías y combustibles más limpios, lo que debe ser una prioridad para el Estado Mexicano conforme a los compromisos internaciones asumidos, puntualizó Omar Bazán.

Recordó que la reforma energética de 2014, bajo el mandato de Enrique Peña Nieto, constituyó un cambio importante en el sector energético de nuestro país.

“Sin privatizar las empresas públicas dedicadas a los hidrocarburos y a la electricidad y manteniendo la rectoría del Estado, se buscó modernizar el sector, dando intervención a la inversión privada y creando obligaciones claras y precisas para la transición energética a nuevos tipos de energía de las denominadas limpias”, precisó el legislador.

La Reforma Energética, agregó, planteó los siguientes objetivos fundamentales:
*Mantener la propiedad de la Nación sobre los hidrocarburos que se encuentran en el subsuelo.

*Modernizar y fortalecer, sin privatizar, a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad como Empresas Productivas del Estado 100% mexicanas.

*Reducir la exposición del país a los riesgos financieros, geológicos y ambientales en las actividades de exploración y extracción de petróleo y gas.

*Permitir que la Nación ejerza, de manera exclusiva, la planeación y control del sistema eléctrico nacional, en beneficio de un sistema competitivo que permita reducir los precios de la luz.

*Atraer mayor inversión al sector energético mexicano para impulsar el desarrollo del país.

*Contar con un mayor abasto de energéticos a mejores precios.

*Garantizar estándares internacionales de eficiencia, calidad y confiabilidad de suministro, transparencia y rendición de cuentas.

*Combatir de manera efectiva la corrupción en el sector energético.

*Fortalecer la administración de los ingresos petroleros e impulsar el ahorro de largo plazo en beneficio de las generaciones futuras.

*Impulsar el desarrollo con responsabilidad social y proteger al medio ambiente.

Hoy el gobierno federal pretende mantener un sector energético estatista que superó la reforma de Peña Nieto, sin comprender el concepto de rectoría del estado en el sector energético, señaló Omar Bazán.

No se puede establecer una estrategia de “rescate”, como alude el Presidente de la República, sin contemplar lo ordenado para la transición energética, que tiene sus metas y plazos precisos, los que se relacionan además con compromisos asumidos por México en la comunidad internacional frente al cambio climático, advirtió.